Capítulo 04: Lo que Nace de las Cenizas.

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Buenas gente de Wattpad, Lord Belias ha regresado con un nuevo capítulo de esta historia. En está ocasión me he tardado un poco más por trabajo y esas cosas, esto lo estuve escribiendo en ratos libres, y la verdad el capítulo no me convence del todo, incluso creo que me quedó horrible, pero bueno ese es mi punto de vista, soy exigente con lo que hago y la verdad quería que le quedara mejor, pero así está, de comenzar de nuevo me tardaría mucho, y no es que la historia se vaya por otro rumbo, sino que la forma en que está escrito es lo que no le convence, pero bueno, ya ustedes deciden si está bien o mal.

El tiempo transcurre y nunca da marcha atrás, lo que ha sucedido no puede ser cambiado, pero tampoco debe ser olvidado, por más doloroso que hubiera sido. De los errores se aprende más que de las victorias, pero solo si uno desea conservar esas enseñanzas, porque un maestro no puede enseñar a un alumno que no quiere aprender, porque serán solo palabras que el viento se llevara hacia ningún lado, tiempo perdido, minutos que no van a volver, por más que uno lo desee o ruegue recuperar, mucho se ha perdido, pero es decisión de cada uno salir de las cenizas que aquel desastre ha provocado, o quedarse haciendo nada.

Todos han perdido algo, lucharon por protegerlo y no lo logaron, todos han perdido algo, y muchos de ellos se levantaron de nuevo a luchar, para no perder lo que aún les queda. Las ciudades están siendo reconstruidas, los monstruos están siendo derrotados, el dolor no los está doblegando. Ellos están forjando de nuevo su propia esperanza, porque sus héroes dieron su vida para detener a esas bestias, ya cumplieron con su parte, ahora lo que queda es no desperdiciar la vida que les regalaron a costa de la suya, y seguir avanzando, recordar que cada día sale el sol por más oscura que fuera la noche.

Incluso si otra tormenta llegaba hasta ellos, tan solo debían hacer lo mismo que sus héroes, no retroceder, no bacilar, no apartar la mirada incluso estando asustados. Todos lo tenían claro – no necesitas ser valiente para ser un héroe – eran palabras que viento llevaba consigo y les susurraba a todos – tan solo necesitas algo que proteger y estar decidido a protegerlo, defenderlo incluso si tienes miedo, darlo todo incluso si sabes que no vas a ganar, porque la valentía no es negar el miedo, es reconocer que estas asustado, y aun así luchar contra todo, para proteger lo que amas – aquellas eran las palabras, que Bell siempre decía.

— Es cierto que hubo hombres y mujeres a los que llaman héroes, quienes jamás tuvieron miedo, pero hubo otros que temblaban por el terror que producía la batalla, y aun así no retrocedieron, porque sabían que si soltaban sus armas, no solo ellos morirían, también lo harían todos a los que estaban protegiendo, y aunque las historias de estos nunca fueran escritas en grandes leyendas, no quiere decir que esto que les digo sea una mentira, porque se, que ellos son héroes incluso más grandiosos.

El viento llevaba esas palabras consigo, era como si el mismo Bell Cranel estuviera diciéndolas en los oídos de cada uno, repitiendo lo mismo que proclamaba que era el verdadero valor, el discurso que hizo que muchos se levantaran antes, y que hizo que muchos más se levantaran ahora – ¡¿Qué creen que pasara si hacen nada?! ¡¿Cuánto más perderán si hacen nada?! – ya una vez y muchas más después, esas palabras hicieron ponerse en pie a miles, y esta no fue la excusión. No solo saber manejar la espada puede salvar a otros, esa es una de las enseñanzas que Bell les dio al mundo.

— Un padre y una madre pueden dar la vida, el constructor crear un hogar para cubrirla del frio, el agricultor cosecha el alimento para nutrirla, el maestro brindarle la enseñanza para que crezcan en conocimiento, el medico la sana, y el guerrero la protege, pero si existe algo que todos comparten, es que pueden ser héroes independientemente de su labor, así que no vinculen el heroísmo solo a la espada y la batalla, a la matanza y la violencia y no la glorifiquen ¡Porque ese es un concepto herrado!

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