Las olas del océano eran pequeñas, suaves y relajantes al contacto con la piel, muchos civiles habían regresado a la ciudad de Melen para ayudar en la reconstrucción, y algunos de estos estaban en la costa dejando que el agua del mar los bañara - es tan diferente a esa noche - fue lo que uno dijo, mostrándose asustado por algunos segundos, al recodar como durante el ataque del Leviatán, las masivas olas que este provocaba con solo agitar su cuerpo destrozaban todo, incluso arrastrando enormes riscos y edificios a lo profundo del mar, pulverizándolos como si estuvieran hecho de papel.
Los que no estuvieron presentes esa noche no lo entendían por completo, pero podían hacerse una idea de lo traumático que pudo haber sido, el estar presente durante aquella batalla. Evitaron tocar el tema, pero más que nada, intentaron no recordar lo que había sucedido con sus héroes, trataron de borrar ese recuerdo, de fingir al menos por un momento que nada había pasado, para centrarse en sus obligaciones y cumplirlas sin equivocaciones, pero al intentar olvidar, tan solo hacían que sus mentes retornaran a ese momento, en que supieron que los Argonautas habían perecido ante las 3 grandes bestias.
Uno de ellos respiró profundamente, controló sus emociones y tan solo dejó que todo se fuera con la marea, no olvidando, tan solo aceptando que ya no regresarían - no hay tiempo para perderlo en lloriqueos, hay mucho que hacer, no nos pagan por mirar lo bonito que esta el mar hoy - los demás se quedaron mirándolo de forma un tanto extraña y melancólica - no me vean de esa forma, ellos arriesgaron sus vidas para salvar las nuestras, no podemos desperdiciarlas en llorar hasta la muerte - todos lo entendieron, y aceptaron que sus palabras tenían sentido.
La hora del descanso había terminado, caminaron de regreso al puerto donde aún debían reparar las instalaciones, tomaron sus herramientas e iban a comenzar con sus labores, tan solo siendo distraídos cuando una hermosa mujer de piel morena y cabellos grises paso a su lado. Todos quedaron cautivados de nuevo por la curvilínea figura de aquella amazona, a la que conocían como Caenis, la vieron subir a la embarcación principal con algo de comida y medicina. Aquellos hombres sacudieron la cabeza y volvieron a concentrarse, no había tiempo para perderlo admirando a esa mujer.
Tanto ellas como las amazonas de la familia Ishtar habían llegado para ayudarlos, arriesgando sus vidas para detener las constantes hordas de monstruos que estaban atacando la zona, y ellos no podían solo quedarse a babear mientras que ellas combatían incansablemente - ¡Dejen de perder el tiempo, este edificio no se va a construir solo! - les gritó su jefe haciendo que de inmediato tomaran sus herramientas para comenzar con la obra, aunque de nuevo por alguna razón, sus miradas se dirigieron hacia aquella embarcación, pero esta vez no era solo por aquella mujer, era como si algo los atrajera.
Una sensación de calidez y seguridad, pero al mismo tiempo de miedo, de confusión, era algo demasiado difícil de explicar, era como si oculto en el interior de aquel barco, estuviera la más peligrosas de las bestias, esa sensación era estremecedora, casi tan agobiante como estar en presencia del Leviatán, y era una sensación que ninguno de los que estuvo presentes esa noche quería volver a sentir, aunque algunos solo pensaban que eran nervios al estar en ese lugar, más al ver como los aventureros estaban tan tranquilos recorriendo las calles en su usual patrulla de la tarde.
Las labores se reanudaron, incluso algunos bromearon un rato al estar más tranquilos, el ambiente estaba mejorando, volviéndose cotidiano, como si aquel desastre acontecido hace 3 semanas nunca hubiera pasado. Shakti se había dado cuenta de eso mientras observaba desde la ventana de su habitación, en donde estaba acompañada por Ilta y Airmid - es reconfortante ver esto, al menos todo aparece haber vuelto de forma parcial a la normalidad - sus compañeras solo asintieron mientras que Airmid cargaba una pequeña mochila - ten cuidado en el camino, le pediré a un par de nivel 3 que te lleven de regreso a Orario.
ESTÁS LEYENDO
El último Argonauta
Hayran KurguNacido entre leyendas, estaba destinado a convertirse en una incluso más grande. Fue criado para ser el más grandioso de todos los héroe, para ser alguien que superara a quien era llamado "el Argonauta" Vivió luchando y enfrentado pruebas mortales...