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Martes 5 de Mayo de 2020
9:30 am

Mark admitió que no esperaba que finalmente Jeno se decidiera a aceptar sus nuevos gustos y mucho menos, hacerlo frente a él.

Y a decir verdad, le encantó. Es algo que rogó por repetir; sin embargo, dada la exhausta semana, Haechan se los negó. Eso lo hizo dudar de la situación, Jeno seguía avergonzándose cuando el rubio lo mencionaba, durante la comida, la cena, el desayuno, Mark sabe que para ese momento no supo cómo detenerse, sólo entendió que lo que Jeno hacía hizo que su necesidad por tener sexo aumentara exponencialmente.

Así que consideró varias opciones. 1. Jeno estimulaba demasiado a Haechan y por eso se sentía tan bien. 2. Jeno podría comenzar a gustarle (cosa que descartó al notar que realmente no quería besarlo). 3. La presión entre el grupo era mayor, su necesidad de satisfacer a dos chicos lo excitaba en demasía. 4. Y última; ver a Haechan en una posición de poder y al mismo tiempo tan vulnerable era mágico.

Tan magnifica experiencia que en ese instante la imagen mental no lo soltó y mucho menos cuando Jeno se encontraba tan afanado en no soltar a su novio, la universidad era el único momento en que Jeno no se encontraba sentado en el regazo de Haechan y a pesar de no ser algo común, tampoco había visto a su novio tan contento por algo así. Era extraño y agradable al mismo tiempo.

Sin embargo; el problema radica ahora en él, no come, no duerme, no bebé agua, no hace nada más que mantener una borrosa memoria del momento exacto en el que Haechan comenzó a besarlo aquella tarde y se salta hasta la idea de Jeno estando desnudo entre él y su novio. Sabe lo que sucedió por obvias razones, lo que no recuerda es en qué momento exacto empezó a ansiar la situación de ese modo.

Jeno salió a correr, Haechan le dio un poco de té y luego besos. ¿Qué hay de malo en esa operación simple que haya sido tan fugaz como para olvidarlo? Ni siquiera estaba usando un condón.

¿Cómo podía él, Mark Lee, olvidarse de algo tan importante?

Empuñó un lápiz y lo llevó a sus dientes antes de mirar la intermitente concentración de Jeno sobre el pizarrón. Se veía normal, más sano que antes y sinceramente no recordaba el aspecto de Jeno de la semana anterior hasta que se miró a sí mismo en el espejo ese día en la mañana.

Extraño.

—¿Qué tanto miras? —le inquirió su mejor amigo.

—Me siento raro—sonrió con torpeza. —No entiendo una mierda y sólo quiero irme a casa.

—También quiero irme, pero todavía tenemos inglés—la respuesta de Jeno se quedó en el aire. Nada que pudiera sacar a Mark de su suplicio de incomodidad extrema, nada más que cruzar las piernas o poner su mochila en su regazo para esconder o por lo menos calmar un poco su creciente necesidad de ser tocado.

—¿Crees que Haechan tenga clase? —Jeno alzó una ceja y eso definitivamente hizo que el rubio se sintiera juzgado. —Tú estuviste con él todo el fin de semana.

—¿Y qué? No hicimos nada—de ahí en adelante lo ignoró un poco.

Claro, nada significa no despegarse el uno al otro al grado de olvidarse de que Mark también necesitaba besos y un apodo cariñoso, comenzaba a enojarse por eso, además de que si lo usaba a su favor, Jeno se había metido entre ellos y ciertamente el mayor no lo había alejado a pesar de no haberle otorgado un sí.

—De todos modos, quiero tener a mi novio un rato sin que haya alguien de por medio.

—Pues eso debiste pensártelo antes de que decidieras aceptar que Haechan podía tener dos novios.

ALOUQUA  [MARKHYUCK x NOHYUCK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora