ALOUQUA [MARKHYUCK x NOHYUCK]

06062020

Sábado 6 de Junio de 2020
7:06 pm

—¡Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños, amado Haechannie, feliz cumpleaños a ti!

Era un pastel excéntrico y caro, Mark lo consiguió en una pastelería especializada en la comida molecular, así que no dudaron en, tras haberse establecido en su nuevo departamento, celebrarle al menor de los tres su cumpleaños número 20.

Haechan se veía distinto, muy maduro, de mandíbula marcada y ojos de depredador, justamente comenzaba a reflejar el aspecto de una de esas mujeres seductoras que aparecen en las películas bañadas en un precioso vestido rojo de satín. Listo para devorar.

Ellos usaban torpes pantalones cortos, sudaderas tres tallas más grandes y camisetas desgastadas, mientras tanto su preciado novio, tenía un pantalón que en realidad no sabían cuando había comprado, roto en las partes más interesantes, incluso un agujero al frente mostraba descaradamente la tela de su boxer negro que abrazaba sus muslos.

Ciertamente la mayoría del cargamento con el que partieron una madrugada era en su mayoría del Lee menor, los otros dos, como dijo Mark, llevaban lo básico y Jeno no pudo quejarse sobre eso porque tampoco se sentía con las energías para cargar más. En ese momento, se dispuso a estar a dieta, seguramente por tanta comida chatarra y gustos extraños fue que subió de peso, estaba yendo cuesta arriba en un segundo. Increíble.

Mark por su parte, siendo un inexperto y teniendo sus primeros días tras cambiar su visión de la vida, se sentía más animado y por supuesto la comida comenzó a entrar con facilidad.

Estaba más que contento de no verse al espejo como si la muerte se lo estuviese llevando poco a poco. Su piel comenzó a notarse brillante de la noche a la mañana y los constantes cumplidos sobre su aspecto en la cama lo llevaron a un estado de relajación excesiva, a excepción de que el semestre nuevo iba a comenzar en dos días y por supuesto el hecho de que Haechan apenas había vuelto a sacar el tema sobre él y Jeno.

—¿Qué te dijeron sobre el arrendamiento? —comentó Jeno mirando a Mark, absteniéndose del pastel frente a ellos.

—Oh, dijeron que podemos usar toda la casa porque rara vez alguien alquila todos los pisos, sólo pidió que no la dejáramos hecha un desastre.

A decir verdad, buscar en internet no había sido tan complicado, puesto que un canadiense buscando una residencia a las afueras de la ciudad, a media noche y teniendo un depósito exacto no fue sospechoso para la mujer que les alquiló la casa, los extranjeros tienden a planear sus viajes a último momento.

—Eso quiere decir que podemos usar el sótano—comentó Haechan simplemente.

—¿Qué podríamos hacer en un sótano? —se burló Mark.

—Bueno, en las películas la gente tiende a tener secretos, es mi cumpleaños y dado que nunca pido nada, ¿qué les parece cumplir un capricho por hoy?

Jeno giró el rostro algo encantado ante la propuesta.

—Eso sería una buena idea, bebé. ¿Qué tienes en mente?

—Oh, nada serio, justo como una zona especial para nosotros, con un colchón o un sillón para ver la tele.

—Déjamelo a mí—Mark se levantó descuidadamente antes de colocarse un gorro en la cabeza—no salgan, iré a comprar suministros. Jeno, deberías limpiar el lugar.