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Lunes 09 de Mayo del 2020
11:45 am

Jeno se estiró sobre la cama antes de mirar el reloj. Le dolía todo el cuerpo, estaba cansado en su primer día oficial de vacaciones. Justo como aquel día tras su cumpleaños, había un dolor físico que para su fortuna no iba más allá de eso, no se alojó dentro su alma, por ahora.

Ya casi era medio día cuando intentó levantarse al baño, a decir verdad se le estaba haciendo costumbre eso de ser el primero en despertar y supone que debe ser porque siempre se encargó de los cuidados necesarios en la casa que requieren cierta inmediatez, como el cocinar y limpiar, de lo demás Mark se encargaba.

Al quitarse las sábanas no fue una sorpresa el estar desnudo, a ciencia cierta su cuerpo se notaba mucho más brillante, como si de la nada una enfermedad lo hubiera abandonado y tuviese viviendo su época más sana. Rascó su cabeza antes de girar a ver a los otros dos. Mark inclusive tenía un labio roto, ¿desde cuando Haechan se había vuelto tan "exigente"? por no decirlo de otra manera.

Además, se sentía pegajoso, claramente nadie lo había limpiado después de casi usar su cuerpo por un par de rondas, como novio, Haechan probablemente se estaba quedando muy atrás al ejercer ese rol switch.

Conforme los días fueron pasando y la necesidad de desestresarse aumentando, Jeno aprendió que por mucho tiempo se iba a tener que olvidar de ser el otro activo. Bueno, tampoco sonaba tan mal y aunque le costase declararlo, le había gustado ser el pasivo, y mucho; la cuestión ahí era que (a su propio pesar) el moreno era demasiado rudo con él y fue cuando sopesó lo que había hecho, probablemente se estaba vengando y con sinceridad y una pizca de maldad, no lo culparía. Jeno se lo tenía bien merecido. De igual forma, ¿quién le iba a negar la idea floreciente de que después de un tiempo la rudeza le iba a gustar?

Eso sí, dispuesto a abandonar la higiene por ningún motivo, comenzaría a exigirle los mismos cuidados que él le proporcionaba antes. Jeno realmente detestaba estar sucio.

No pasó mucho tiempo en lo que Mark se levantó y lo acompañó en el baño, cepillando sus dientes, mirando con cuidado el cuerpo semidesnudo del otro, hubo una conexión que quizás no habían tenido tiempo de notar con anterioridad por su creciente competencia ante los encantos de su novio.

—¿Estás cansado? —le preguntó con cuidado mientras escupía la pasta de dientes, Mark no dejaba de hacer muecas por el dolor que eso le infligió.

—Mark, no estoy cansado. ¿No es extraño?

El mayor se recargó sobre el lavabo unos segundos antes de volver a dirigirle la mirada.

—Han sido cuatro días, no creo que esto sea tan normal—Jeno asintió esperando sus conclusiones—hemos estado teniendo sexo desde el viernes y él jamás deja de insinuar cosas, ¿quieres hablar con él?

—¿Por qué yo?

—Porque...

No había excusa, a diferencia suya, Mark si estaba cansado, sólo que no estaba dispuesto a decirlo en voz alta.

—Sabes, me duele, quiero hablar con él—aceptó el trato con cuidado—te veo y no tengo idea sobre si te sientes del mismo modo, quiero decir, de manera física. Tengo un jodido dolor en el trasero, no creo que esté llevando la preparación adecuada para todo esto, lo peor es que no tengo tiempo de detenerlo y...

ALOUQUA  [MARKHYUCK x NOHYUCK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora