Casi me desplomo de inmediato, ¿Qué no quería ser rey?, ¿Y entonces porque había montado todo aquel tinglado para que le nombraran rey a él como sucesor de Alexandre?
Alexandre dio un paso atrás extrañado y frunció el ceño.
Yo también lo habría hecho.
—Acabas de decir que tenias envidia —dijo no comprendiendo nada.
Yo tampoco lo comprendía.
—Eloise —dijo Nathaniel y en ese momento casi me caigo de culo si no fuera porque estaba agarrada a la silla.
No puede ser verdad...¿En serio?
—¿Qué? —exclamó Alexandre sin comprender nada.
Ay... la de cosas que te tengo yo que contar, querido.
—Jacob siempre quiso que Eloise fuera reina y deseaba que se casara contigo, yo siempre te envidié porque siendo rey, podrías tenerla. Él jamás aceptaría que ella estuviera conmigo si no me convertía en rey, por eso quería el trono, por eso deseaba obtener la corona, la quería a ella.
No me jodas... que al final estorboman va a resultar ser un romántico de la hostia.
¡No me jodas!
Había esperado que Alexandre se quedara estupefacto, paralizado, como si por sus venas no corriera sangre y si horchata, pero contra todo pronostico hizo lo que mejor sabía hacer y más me enamoraba.
Reír.
Reír a carcajada limpia.
Espera. Espera. Espera. ¿He dicho enamoraba?
No.
Por supuesto que no he dicho tal palabra.
Ni de coña la he mencionado.
—Creo que os dejaré a solas, parece que tenéis mucho sobre lo que hablar y mantener una conversación de hermanos que se han reencontrado —sonreí—, aunque me gustaría saber algo... —inquirí—. ¿Por qué me trataste de aquel modo en nuestro primer encuentro? —pregunté mirando directamente a Nathaniel.
Si envidiaba a Alexandre únicamente porque solo siendo rey podría tener a Eloise, no entendía porque si Alexandre tenía esposa no le parecía una ventaja puesto que de ese modo ella quedaría libre para él.
—Cuando supe que mi hermano se había casado cinco años atrás me alegré, incluso creí que sería la solución para poder estar libremente con Eloise, pero Jacob mencionó que este hecho no cambiaba sus planes, es más, mencionó que si no lograba que su sobrina fuese reina la convertiría en la amante del rey. Supe que mis opciones eran limitadas, el único modo para poder estar con Eloise era obtener la corona y con una esposa era probable que su primogénito llegara pronto, así que mi único deseo era hacerte sentir lo suficientemente mal para que te marcharas —admitió—. Pocos días después supe por Jacob que no sabíais que estabais casados realmente y que te marcharías en pocos meses, pero algo surgió entre vosotros y la idea de meter a Amanda en palacio me pareció brillante. Ella había sido tu amante durante bastante tiempo —se dirigió a Alexandre—, creí que sería motivo más que suficiente para que Adriana no quisiera quedarse o incluso se fuera antes de lo que estaba en sus planes, pero comprendo que fue una idea nefasta. Al principio ella misma creyó que reconquistaría a Alexandre pero con los días fue obvio que no lo haría y escuchó una conversación entre Jacob y yo sobre el plan de descoronar a Alexandre, pero no sabíamos como desviar la atención de la prensa.
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De Plebeya a Reina
HumorSoy la antítesis del protocolo. El ejemplo perfecto de la incorrección. La asombrosa falta de compromiso. Y no creo en el amor... Ahora me pregunto yo, ¿Quien narices me manda a mi meterme en semejante berenjenal?