capitulo 26: te esquivo como la peste

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Cuándo desperté me encontraba en el suelo de mi habitación. Me tuve que quedarme dormida despues de encerrarme en mi cuarto y evitar que un rubio salvaje entrará gritandome por haberle dado una bofetada.

Me arregle como siempre y fui al salón principal, allí se encontraba solamente Bakugo, yo me quedé helada, apenas pude bajar el último escalón cuando esté me miró y también se quedó helado, ninguno hablaba y nos mirábamos a los ojos.

-Siento lo de anoche - tartamudee nerviosa, no sabía que hacer o qué decir.

-No...lo siento yo, te di un beso a traición - yo asentí levemente y me acerque a la cocina.

Tome una pieza de fruta y este se acercó a mí, ambos estábamos demasiado cerca y podía sentir mis mejillas arder.

-Bakugo...espacio personal porfavor - él tomó otra fruta y se alejó de mi.

-No le digas nada a Ayano, ella...yo...ambos...- Bakugo me miraba buscando las palabras adecuadas.

-Oye, oye, devuélveme a mi Bakugo gritón y molesto, nunca te he visto tartamudear- ambos reímos nerviosos. -No tienes que darme explicaciones sobre tu amiga barra novia - me coloque mejor mi mochila.

-Solo la hago un favor - yo asentí.

-Repito, no quiero saber nada, ni recordar nada ¿quedó claro?- él asintió y yo salí de aquel apuro como pude.

Cuando llegue a clases Shinso se encontraba en la puerta de mi aula, yo le mire extrañada y este me sonrió.

-¿Shinso? ¿Qué pasa?- este saco una rosa amarilla detrás de su espalda y me la entregó y yo no dude en tomarla.

-Venia a recordarte que eres una preciosa chica y que te mereces todo lo mejor- yo le abrace y bese su mejilla.

-Muchas gracias Shinso- ambos sonreímos.

-Te veo luego - este beso mi mejilla y se fue, yo entré en el aula y Mina ya se encontraba con una gran sonrisa.

-Somos amigos- yo reí al ver que iba a soltar cualquier cosa.

-Lo se, tu corazón ya pertenece a otro- yo me quedé callada y mirándola mal, debía mantener su boca cerrada para no destapar está mentira que estaba siendo una estupidez más grande.

-Estoy dejando que Shinso entre en mi corazón - le mostré la rosa amarilla.

-Lo se cariño, lo se- está me abrazó con fuerza y nos fuimos a sentar.

Las clases pasaron como si nada, o eso diría sino fuera porque Bakugo no paraba de mirarme de forma constante. Salimos de clases hacia la residencia, estaba acompañada por el grupo de chicas, todas hablábamos de lo dulce que se ponía Shinso para poder conquistarme e incluso se sentían hasta celosas por el hecho que ningún chico se esforzó tanto por ellas.

-Shinso es un encanto, adoro como me trata y de verdad que quiero darle una oportunidad - miraba la rosa con una sonrisa.

-Y tus sentimientos por otra persona lo evita - Momo comentaba con tranquilidad.

- Y que todo es una farsa- Uraraka me miró tristemente mientras yo asentí, las únicas que sabían que todo era falso eran las chicas, ya que más de una vez me han ayudado a escapar de preguntas incómodas por parte de los chicos.

Al entrar a la sala común alguien salto con felicidad y gritando con emoción.

-¡SORPRESA MI AMOR!- Todas las chicas gritaron del pánico al ver que alguien se abalanzaba sobre ellas, yo me quedé mirando desconcertada a Ayano, está tenía entre manos una bolsa de Chilies. Ella también se dio cuenta que no éramos Bakugo, sino un grupo de mujeres.- uyyy...ustedes no son Bakugo-

Eres pura dinamita (Bakugo × tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora