Vale, puede que esté jodido. No sé por qué, pero noto que esto no va a salir bien de ninguna de las formas.
-H-hola mamá. Tsukki, ¿podemos salir a dar una vuelta y hablar?- le digo entre dientes en voz alta.
-Claro, salgamos, me debo dar prisa para volver a casa, por lo que no creo que vuelva. Por lo que me despido, señora-le dice a mi madre con cara de alegría.
-Sí, adiós Tsukishima- se despide mi madre.- No vuelvas muy tarde Yamaguchi.
-Sí mamá, ahora vuelvo.
Así es como salimos de mi casa y cierro la puerta un poco más fuerte de lo que quería.
-¡¿Pero tú de qué cojones vas presentándote así en mi casa después de todo lo que te he dicho?! ¿Es que no piensas? ¿Sabes lo que es dejarme en paz?- le suelto enfadado y casi chillando.
-¿Puedo hablar? Gracias.-me responde, a lo que me pongo todavía más furioso- He venido porque me has estado evitando por todos lados y diciéndome exactamente lo mismo que ahora.
-Será por algo, ¿no?- le espeto.
-Esa es la cuestión, no sé el por qué estás enfadado, sabías cómo era desde el inicio. No he cambiado. Así que no termino de entender el por qué. ¿Me lo podrías explicar?
-Ahora mismo. Desde el inicio sabía que eras seco, arrogante y frío con los demás, pero conmigo no era así del todo, es decir, sí que lo eras pero menos. Así que pensé que te caía bien y podríamos llevarnos bien. Pero me he cansado, ya no soporto más tu actitud de pasota de la vida y de egocéntrico, no puedo.
-...
-Tsukki, lo siento, pero no podemos ser amigos, si es que alguna vez me has considerado como tal.
-Claro que sí, puede que no lo notes, pero sí que pensaba que lo somos, o que lo éramos, por lo que veo.
-Pues lo siento, si sigues con esta actitud no puedo seguir. O cambias, o nuestra relación se ha terminado aquí, las cosas son así, puede que no estuviéramos destinados a ser amigos desde un inicio y yo solo me aferrase a una idea tonta.
-Ese día te hablé de aquella forma porque lo había pasado mal la tarde anterior, motivo por el cual me peleé con ese chico también, que no me dejaba de molestar por la mañana. Lo siento si te herí, pero no era mi intención.
-No es solo eso Tsukki, es tu actitud en general, no puedo estar con alguien tan cerrado que no puede hablar o estar sin poner malas caras o aislarse del mundo él solo sin hablar con nadie, ni conmigo-noto como ya me caen las lágrimas-. Lo siento.
Así es como me giro y vuelvo corriendo a mi casa, dejando a Tsukki con una cara de espasmo y inmóvil. No sé cómo sentirme al respecto, pero sé que ahora mismo no puedo hablar de esto con él.
Llego a mi casa y sin saludar ni nada, voy corriendo a mi habitación, cierro la puerta y me tiro a la cama para poder llorar tranquilo. En algún momento oigo como alguien toca la puerta, pero al no responder se va.
Y así fue como pasó un mes. Sin darme cuenta, todo cambió. Me despegué de Tsukki, el cual no me habló y me dio mi espacio; conseguí pasar mucho tiempo con Lev sin enamorarme de él y solo considerándolo como ese amigo que tanta falta me hacía, además de ir a vernos mucho a los entrenamientos del otro y estudiar juntos en algunas ocasiones; reforcé amistades... Pero hubo algo en el pecho que me decía que algo no estaba del todo correcto y ese sentimiento se reforzaba cuando... miraba a Tsukki.
Él durante ese mes pareció decaído, no con esa cara de indiferencia, le había visto con cara triste y todo, como si no le costara transmitir sus emociones. Además, también he visto como ha intentado cambiar y ha hecho avances, puede hablar con la gente(poca, pero lo hace) como con algunos jugadores del club de voleibol o algunos compañeros de clase.
Mis pensamientos iban al extremo de imaginar un mundo en el que Tsukki hubiera sido así desde el inicio, así nos podríamos haber llevado bien, como unos amigos reales y sinceros, pero no pudo ser el caso, al menos en ese momento, puede que en un futuro no muy lejano podamos retomar nuestra relación en buenos términos.
Soy muy consciente de que tengo que hablar con él seriamente, pero no sé cuando.
Hice nuevas amistades además, sobre todo con las chicas de clase. Con ellas quedé para ir a tomar algo, a alguna fiesta... En esos momentos tampoco dejaba de pensar en cómo hubiera sido con Tsukki, pero casi al instante lo aparte de mi mente, porque no era momento para pensar en eso, porque si me dejaba pensar así, terminaría llorando, y no quería.
Y ahora... ahora estoy volviendo a mi casa de dejar a Lev y despedirnos prometiéndonos mantener el contacto a pesar de la distancia. Estoy en el coche con mi madre mirando por la ventana
Cuando llego a mi casa al primero que veo es a Tsukki en la puerta vestido con una sudadera grande y unos vaqueros ajustados y rotos por las rodillas. No sé por qué, pero lo único que quiero hacer ahora mismo es ir a darle un abrazo y llorar entre sus brazos.
Y así lo hago, cuando mi madre aparca, bajo y coy corriendo a sus brazos, los cuales ha abierto cuando me ha visto corriendo hacia él.
-Hola, Yams- me saluda, con un tono de voz bastante bajo, casi susurrando.
-Hola Tsukki- le digo.
Le digo a mi madre que voy a dar una vuelta con él y me dice que vale, pero que no llegue tarde a casa. Y así, uno al lado del otro, comenzamos a caminar hacia un destino que los dos sabemos muy bien, el parque que queda justo a 5 minutos de mi casa, donde fui aquella vez cuando salí de su casa. Llegamos y nos sentamos en el césped mirando hacia el estanque.
-Ha pasado un tiempo desde la última vez que hablamos-me dice.
-Sí, un mes entero, que raro-suelto yo, conteniendo una carcajada que me venía no sé porque.
-Tenemos que hablar de una cosa Yamaguchi.
-¿Sobre que Tsukki?-le pregunto, sin saber a qué se refiere.
-Yo...
*¿Qué le querrá decir Tsukki?*
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hasta que el sol nos ilumine
Romanceesta es un fanfic friends-to-enemies-to-lovers de Yamaguchi y Tsukki. Debo aclarar que no he cogido exactamente la historia de estos dos personajes, solo me he orientado con el físico y un poco la personalidad.