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El día llegó, el día en el que deberían jugar fútbol otra vez había llegado.

Justamente en ese día, la patinadora había entrado en celo.

Tomo una pastilla, tranquilizando se.

Pero igualmente iría donde el partido.

Faltaba poco para llegar al lugar.

—Hola Miriam—escucho aquel angelical voz.

Movió su cola rápido, indicando que estaba feliz.

—Mei—nombro, contenta.

—¿Recién estás llegando?—le preguntó la pelirroja.

—Am... Si, es que tuve un pequeño problema no es para tanto—respondio.

—¿Segura?, Si estas más podríamos dejar el partido para otro día—le dijo la pelirroja preocupándose por la Alfa.

—Estoy segura, además es increíble jugar contra ti, eres buena jugando al fútbol—le dijo la patinadora.

—Gracias, mi papá me enseñó a jugar—.

—¿Que opinas de salir nosotras dos un día después del partido?, Claro si tú quieres—dijo la patinadora algo nerviosa.

—Me gustaría salir contigo Mir—le respondió la pelirroja contenta ante aquella propuesta.

Siguieron hablando, hasta llegar al respectivo lugar donde jugarían fútbol.

Siguieron hablando, hasta llegar al respectivo lugar donde jugarían fútbol

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El partido inicio.

Miriam quien era el número nueve, llevaba la delantera.

Esquivando a jugadores del otro equipo.

Pero cuando se topó con el número seis quien era Mei, la patinadora se había dejado quitar la pelota.

—¡¡MIRIAM YA PUES!!—le gritó el rubio.

La pelirroja quien ahora tenía la pelota en su mando, corría hacia el arco que era protegido por Anne Boonchuy quien era el número cinco.

Mei hizo como si pateara la pelota, haciendo que la de cabellos ondulados valla a otro lado y dejando una parte sola.

Donde la pelirroja metió gol.

—¡¡ESA ES MI PRIMA CARAJO!!—grito el primo de la pelirroja.

Todos de la manada de Mei quien el líder era el primo de ella, la abrazaron.

El equipo de la patinadora de acercó a ella y uno de ellos le dio un zape.

—Putamadre eso folio!—dijo la patinadora.

—Pa que te dejas quitar la pelota pues—le dijo el de pecas.

—¡¡GANAREMOS!!—dijo el primo de Mei.

La patinadora gruño.

Lo que un Alfa odiaba era ser ganado por alguien... En especial si es Omega, pero a la vez se le hace tierno eso.

Eres mía, Mi dulce Omega [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora