Caballero dorado de Piscis

Un presentimiento

Los caballeros llegaron al santuario donde su caminata empezó para poder llegar al templo de Athena durante su trayecto pasaban por los templos que aun seguían durmiendo los caballeros, ya que habían llegado a las 2am por lo que pasaron con cuidado para no despertarlos.

Ellas sabían que los caballeros de oro se quedaban hasta ciertas horas de las madrugadas cuidando del santuario por lo que iban a pasar sin hacer el menor ruido posible solo avisarían con sus cosmos su llegada.

Mientras caminaban llegaron al templo del patriarca donde dejaron sus cosas para poder descansar en las habitaciones correspondientes y esperar a que sea la hora adecuada para entregar aquel pergamino.

Seiya estaba feliz de estar en el santuario por lo que fue a su habitación donde se dio una ducha y termino durmiéndose al toque. Por otro lado, Shun miraba por la ventana de su balcón a los demás templos.

-Parece que no tienes sueño- se escucho decir a alguien que entraba a la habitación

Shun giro levemente su rostro para ver a Hyoga recargado en el marco de la puerta sonriendo-Si dormí durante el trayecto

-Entiendo-menciono para acercarse y apoyar sus codos sobre el barandal- ¿Shun te puedo preguntar algo?

Él menciono lo observo y solo asistió con la cabeza-Claro, ¿dime que sucede?

-Pues quería saber cuándo estábamos en la pelea que paso realmente

Shun por su parte se sorprendió acaso Hyoga no recordaba nada penso algo desanimado-Oh, no te preocupes solo estuvimos batallando-hablo sonriendo fingidamente, le había dolido que Hyoga no recordaba aquel beso que le había dado por lo que suspiro algo desganado

-Comprendo-hablo quitando la mirada de su compañero que lo noto algo extraño, pero decidió no preguntar ante aquella actitud-Bueno me despido-menciono para levantarse-Buenas noches Shun

Shun lo miro caminar hasta la puerta donde sonrió-Hasta luego Hyoga-menciono para después observar como cerraba la puerta, dejando salir un suspiro amargo ante las palabras del cisne

Paso el tiempo mirando como la oscuridad era poco a poco opaca, la puerta nuevamente se abrió dejando pasar ahora a su hermano con un rostro de seriedad, pero si Shun no lo conociera diría que estaba preocupado, se acerco para abrazarlo y dejar que se quedara dormido durante el tiempo que permanecieron juntos.

En el inframundo las cosas estaban algo alborotados por todo el tema de la guerra que estaba próxima, Minos sobre volaba por rincones del inframundo, aquel olor desagradable que podría molestar o incomodar a los demás, pero ciertamente a él, le daba igual después de permanecer tanto tiempo te acostumbras.

Descendió en su mansión donde se adentro a los pasillos oscuros y solitarios, nadie tenia permitido entrar al menos Lune o algún espectro solo si fuera alguna importancia. Mientras caminaba llego a su habitación muchos de los espectros no tenían la necesidad de dormir, pero estaba vez Minos estaba agotado.

-Esto no es normal- murmuro bajo y llevando su mano a la cabeza mientras revolvía sus cabellos- Quisiera que estuvieras aquí...- dijo débilmente para caer en un sueño profundo donde los pocos recuerdos llegaban a su delante

[Flashback de la anterior guerra santa]

Narra Minos

Sin duda esta guerra era aburrida, cuando aquel sujeto llego por primera vez no le vi importancia, sabia que era una marioneta del señor Hades como todos que llegaban a portar aquel medallón donde implicaba ser su recipiente.

Pero algo sin duda me llamo la atención, pensando que talvez me podía divertir con sus mandados, después de todo era por el señor Hades.

Siempre que salía del inframundo por las cuales eran pocos, por aquel aburrido trabajo de juzgar las almas que llegaban. Aquella vez que camine por aquel extenso bosque, lo vi aquel caballero de oro sentando a la orilla de una pequeña laguna, con su cabello azul iluminado por los rayos del sol que se ocultaban, sus ojos completamente celestes me quedo perplejo nunca había visto a alguien que me cautivara.