Es hora de acabar

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Me consume cada aliento

El viento ya no sopla para nosotros

Nuestro destino ya está fijado

Por fin me levanto de mi descanso eterno

Ya se a acabado

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Abrió pesadamente sus ojos sintiendo la oscuridad adornar sus iris, con desgano se levantó de donde se encontraba observando con desinterés-Tsk-chasqueo la lengua logrando que sus pies descalzos tocaran el frio suelo caminando entre la oscuridad.

Paso poco tiempo para que una pequeña luz iluminara su trayecto ubicando a una armadura oscura colocada en una de las estatuas, sonrió para luego llamarla portándola

-Es hora de acabar con todo esto por una buena vez

Su voz resonó por todo el salón para luego dirigirse a las grandes puertas donde la luz lo ilumino y observo a lo lejos a los caballeros de bronces. Una mirada seria fue lo único que dedico hasta que sintió un cosmos conocido-Pegaso nos volvemos a encontrar-menciono con emoción-Ahora si te matare

Corría tan rápido como mis piernas me dieran, inclusive podía sentir mi corazón salir del pecho y mis pulmones faltar el aire por todos mis esfuerzos. Me detuve en seco al ver como Hades estaba enfrente nuestro con su armadura, sentía algo de miedo, pero rápidamente se esfumo convirtiendo aquel sentimiento en fuerzas.

[Grecia, Santuario de Athena]

Tenían las manos sujetadas mientras subían las escalinatas a la falda del santuario, Kiki miraba con miedo el templo sabiendo las cosas que pudiera decir su padre y maestro por a ver desobedecido la orden directa de la madre de Eri, suspiro para armarse de valor para entrar.

Por otro lado, Eri no sentía miedo sino preocupación al sentir ese silencio que le carcomía sus pensamientos que una vez sintieron cuando estaba encerrada en esa prisión donde fue salvada. Amplio su cosmos tratando de llegar y ubicar a su madre, pero no lo encontró en cambio si el de su padre que estaba en Cáncer, aunque estaba algo inquieto.

-¿Kiki?

Ambos saltaron por el repentino sonido ya que pensaron que no había nadie en el templo por lo que voltearon lentamente a donde estaba el guardián con los brazos cruzados y mirándolos fijamente.

Kiki y Eri: Maestro Mü/tío Mü

Una sonrisa algo traviesa se posó en sus rostros de los pequeños mientras que el guardián simplemente permanecía callado.

Mü: Ustedes deberían estar en Jamir-suspiro pesadamente-No les dijimos que se quedaran ahí

Eri: Si lo sabemos tío-respondió rápidamente-No castigue a Kiki yo lo convencí a que me trajera de vuelta

Bajaron la cabeza como niños castigados mientras que Mü se acercó lentamente mientras estiraba sus manos en sus cabezas acariciándolas en el proceso.

-Desobedecieron la orden-murmuro mientras se colocaba en cuclillas-Pero si tendrán ambos un castigo-comento con dulzura

Eri levanto la cabeza con brillo en sus ojos para abrazarlo-Gracias tío, pero ahora me tengo que ir-se separó rápidamente-tengo que ver a mi padre algo le sucede

Caballero  dorado de PiscisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora