The Day I Met You ~Wandanat.

4.

P.O.V Natasha.

De nuevo dejé a mi hermana en la puerta de la universidad, esta vez se quedo sola con Kate. Saludé a esta última y me fui a mi despacho. Hoy sería mi primer día de verdad dándole clases a los alumnos. Estaba nerviosa, no voy a mentir. Me daba miedo no ser capaz de enseñar lo suficientemente bien. El ruso es un idioma complicado, y no es lo mismo aprender a hablarlo y a escribirlo que las clases que daba en secundaria de historia. 

-¡Buenos días Nat!
-Joder Clint -dije dando un pequeño salto. -¡Qué susto! ¿Vas a estar todas las mañanas acechando en mi despacho?
-Si -sonrió y me miró. -No te enfades Natasha que hoy he ido a por el café y te he traído galletas que hizo Laura para ti.
-Que santa es tu mujer, como la quiero. -Le miro. -Más que a ti.

Dejó las galletas encima de mi escritorio. Me siento en la silla y me pasó mi café. Negro americano.

-¿Qué te parecieron los trajes que te mandé ayer? -dijo soplando su café que se podía ver como seguía desprendiendo humo.
-No se Clint, en el modelo se veían espectaculares. En ti... -incline la cabeza. -seguro que no tan bien.
-Te odio. Muchísimo. -me saco el dedo. -Uno solo quiere ir decente a la boda de sus amigos.
-Mira, hacemos una cosa. -Puse las manos sobre la mesa. -Cuando quede menos para la boda vamos tú, Laura y yo y nos buscamos unos buenos outfits, ¿te parece?
-¡Hostia! -dejó el café en la mesa y sé levantó. -¡Natasha Romanoff queriendo hacer planes fuera de casa! ¡Y ENCIMA CON GENTE!
-Lo hago por ti si queréis vais los dos solitos. -di un sorbo a mi café.
-Nat lo digo de broma. -se sentó de nuevo. -Nunca quieres venir a las salidas que hacemos y cuando vienes te vas muy pronto.
-Ya lo sabes Clint, me gusta estar sola.
-Yo lo sé amiga, pero ya ha pasado mucho tiempo, ¿no crees? -puso su mano sobre la mía. -Es hora de olvidarse del pasado Nat. Aferrarte a todo aquello solo va a traerte más depresión y angustia amiga.
-No es tan fácil y lo sabes.
-Sí, claro que lo se. -Se levantó con su café en la mano y me dió un beso en la cabeza. -Estamos aquí para ti ¿vale? A ver si el trabajo de tus sueños consigue animarte un poco. -me aprieta la mano y sonríe. -Me voy que llegare tarde a este paso. -coge su maletín. -Ahí te dejo las galletas. Ya me dirás si te gustaron. Suerte.

Clint salió del despacho. Ya me veía a este hombre esperándome todos los días en mi despacho cuando su facultad esta como a 5 minutos andando. Es el mejor amigo del mundo. Sonreí levemente. No sé que voy a hacer el día que se vaya. Aún recuerdo a un Clint de 15 años intentando ligarse a todas las chicas del bar. Mis pensamientos sobre nuestro pasado fiestero se esfuman y aparecen recuerdos oscuros de mi adolescencia. Sinceramente no me apetecía recordar. Miré hacia arriba intentando que las lágrimas no salieran de mis ojos. Hay gente a la que jamás deberían dejarles ser padres. 

Me levanté de la silla para alejar de mi mente los recuerdos que no paraban de dar vueltas en mi cabeza. Suspiré y agarré mi maletín para dirigirme a mi primera clase. Hoy iba a ser un día complicado. Espero no tener que recurrir a Yelena.

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P.O.V. Wanda

-¿Alguna vez habéis pensado que hay después de la muerte?
-Visión mi niño, son las 9 de la mañana, no me apetece amargarme tan temprano. -Dijo Yelena intentando taparse los ojos del sol.

Vis era así. Tenía dos moods. O nos hacia preguntas existenciales que acababan en conversaciones muy extrañas y todos rayados o soltaba datos curiosos que muchas veces daban más asco que curiosidad. Menudo psicólogo. Necesitaba más tratamiento él que los pacientes que tendrá. 

-¡Chicos! Antes de que me vaya. -dijo Yelena levantándose de donde estábamos sentados. -¿Alguien le apetece venirse a mi casa a ver la nueva temporada de El Cuento de la Criada? Las primeras temporadas las vimos juntos.
-Yo paso. -dijo Pietro. -He quedado con Thor para ir al gimnasio.
-¿Vis?
-Estoy en contra de esas series que lo único que hacen es meterles ideas a la gente que no son y luego acaban pensando que el mundo es un lu...
-Sí Vis nos hemos enterado. -Yelena giró los ojos.
-Va venga, yo me apunto. -dije. Tenia muchas ganas de repetir esos planes que hacíamos para ver películas y series comiendo chucherías.
-Yo también. -dijo Kate. -¿Shuri?
-Lo siento chicas. Tengo practicas en el laboratorio.
-Bueno chicas, luego quedamos en la hora y eso. Os quiero. -Yelena cogió sus cosas y se fue corriendo.