The Day I Met You ~Wandanat.

21.

SIN P.O.V.

2 meses y medio desde la muerte de Pietro. Wanda apenas había existido durante estos días. Se limitaba a respirar. Kate, Yelena y Natasha habían tenido que, literalmente, obligarla a comer, a ducharse y a salir a pasear. Wanda sentía que una parte de ella se había ido con Pietro, que su corazón ya nunca jamás estaría completo sin su hermano, se había ido su gemelo, la mitad de ella y ahora estaba sola.

Natasha se había tenido que encargar de Oli con ayuda de Kate mientras Yelena se ocupaba de Wanda. De no ser por Natasha y por Aubrey, Wanda habría suspendido todas las asignaturas del segundo semestre. Nat se había encargado de hablar con todos y cada uno de los profesores de la pelirroja y Aubrey le había pasado todos los apuntes que habían dado a Yelena.

-Amor... -dijo Natasha entrando en la habitación donde se encontraba Wanda, sentada en la cama, viendo una sitcom.

-Nat... -dijo sin apartar la vista de la tele incluso cuando Nat se sentó a su lado. 

-Wanda no... no pretendo saber lo que sientes... pero me gustaría saberlo... quizás contarmelo pueda reconfortarte. -Natasha acarició lentamente la espalda de Wanda dejando un beso en su hombro.

-¿Qué te hace pensar que hablar de ello me reconfortará? -preguntó la menor mirando por fin a Natasha. Lo que ésta esperaba encontrar en los ojos de Wanda, no lo hizo, solo vio sus ojos verdes vacíos, sin brillo, como sin vida. -Lo único que me reconfortaría seria verlo otra vez -dijo de una manera un poco brusca.

Natasha suspiró. Sabía que no lo hacia a propósito, era el dolor lo que hablaba por ella, pero llevaba ya dos meses intentando ayudar a Wanda y no veía la mejoría en ningún momento. Bajó un poco la cabeza y a pesar de como se sentía, intentó sonreír un poco a Wanda. Ésta pareció darse cuenta de su manera de expresarse con Nat y suspiró.

-Lo siento. -dijo de una vez Wanda. -Estoy muy cansada. -sonrió de forma irónica mientras los ojos se le llenaban de lágrimas y apartando su vista de la cara de Natasha fijándose en la pared de la habitación. Se mordió el labio inferior y suspiró. -Es como una ola que me pasa por encima una y otra vez... -se frotó la barbilla con la mano. -me derriba y... -hacia pausas mientras hablaba. -cuando intento levantarme viene otra vez a por mi y no puedo... acabar ahogándome. -Natasha agarró la mano de Wanda. 

-No.

-Sí. -rió amargamente Wanda.

-No lo hará. -dijo Natasha firmemente.

-¿Cómo lo sabes?

-Bueno. -empezó Natasha. -por que no puede ser todo tristeza, ¿no? -Suspiró. -Si yo perdiera a Yelena, me moriría, no puedo opinar mucho porque creer lo que sentiría y sentirlo están a kilómetros de diferencia... Pero que es la pena... -Natasha agarró la cara de Wanda e hizo que la mirara. -sino amor perseverante. Amor por Pietro

Ambas se quedaron en silencio. Wanda analizaba en su mente las palabras de Natasha mientras que ésta suspiraba sabiendo que nada que hiciera y dijera podía ayudar a Wanda a superar a Pietro. 

-Será mejor que me vaya. -dijo Natasha levantándose. -Tu quieres estar sola y...

-¡No! -Wanda la interrumpió. -No te vayas, quédate conmigo, por favor, no me dejes sola. Tú no. -Natasha miró a Wanda y la vio inundada en lágrimas.

-Sí me das un segundo, vuelvo. -Dijo Natasha limpiando las lágrimas de Wanda y ésta asintió.

Natasha salió de la habitación y Wanda se quedó ahí, inmovil, llorando en silencio. Pocos minutos después llegó la mayor y Wanda vio como llegaba con Oliver dentro de la cuna que estaba arrastrando hasta que la puso junto a la cama de Wanda.