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P.O.V. Wanda.

Era 24 de diciembre. Estaba en el despacho de Nat estudiando para los exámenes finales que los teníamos a mediados de enero aunque mi mente no estaba muy centrada. Mi mente está con Pietro. 

¡Ay mi Pietro! Me había dejado un vacío enorme en el corazón, no somos conscientes de lo bella, mágica y efímera que es la vida. Un día estás aquí y al día siguiente no. Hay veces que sueño que Pietro está aquí con nosotros. Ojalá poder volver el tiempo atrás y poder cambiar las cosas y habernos ido de esa casa cuando debimos hacerlo. Echo tanto de menos nuestras charlas interminables en la madrugada cuando no podíamos dormir. Era mi hermano, mi amigo, mi confidente, mi refugio. Pietro era mi vida. Es que sin él, nada es lo mismo, se ha llevado un pedazo de mi alma. 

El doctor llama a Natasha día sí y día también para que reconsideré el hecho de mantenerlo con vida y por un momento estoy incluso replanteándomelo. Natasha no me presiona ni nada.

Madre, Natasha. Es un ángel, me esta cuidando de todas las maneras que puede y más. Me está dejando quedarme en su casa, está pagando los gastos médicos de Pietro. Es que vaya regalo de navidad. Bueno, regalo de navidad el que tenia para ella. Iba a flipar. Lo había comprado con los últimos ahorros de mi tarjeta de crédito.

Dejo los apuntes porque no hay manera de concentrarme. Me fijó en todas las fotos que tiene Nat en su despacho y una de ellas llama mi atención. 

-Esa foto nos la hizo Clint -levanté la cabeza y vi a Nat entrando por la puerta con una bandeja con una taza, seguramente de chocolate caliente, y un plano relleno de croissants

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-Esa foto nos la hizo Clint -levanté la cabeza y vi a Nat entrando por la puerta con una bandeja con una taza, seguramente de chocolate caliente, y un plano relleno de croissants. -Habíamos ido a una barbacoa a la casa de Clint que vive literalmente en el campo.

-Salís preciosas. -dejó la bandeja sobre la mesa del escritorio y me besó. -¿Y esto? -señalé la bandeja.

-Para darle azúcar a tu cerebro. -me besó la cabeza.

-Mi cerebro está totalmente off. -puse las manos sobre el escritorio y dejé caer mi cabeza encima de ellas.

-Pues mira. -me acarició la cabeza. -¿Qué te parece si te comes esto y luego nos preparamos, vamos a ver a Pietro y venimos a preparar la cena de Nochebuena? -Natasha salvándome la vida un día más.

-Por favor.

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Acababa de salir de la habitación de Pietro, Nat me había convencido para decorarle la habitación con cosas de navidad pero las enfermeras no nos dejaron. Así que le puse una diadema con cuernos de reno. Era nuestra primera navidad separados y él también merecía celebrarlo.

Esa noche, cenaríamos Yelena, Steve, Clint, Laura, Carol, Tony, Nat y yo. Kate se uniría después de la cena, ya que sus padres la habían obligado a cenar con nosotros. Estaba bastante nerviosa, porque Nat quería presentarme a sus amigos, pero claro, cómo iba a presentarme, si no éramos nada. Bueno, prometidas a los ojos de los médicos.

The Day I Met You ~Wandanat.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora