La Mirada Bermellón
El crepitar de unas llamas despertó a Naruto de su intranquilo sopor. Al principio creyó encontrarse de regreso en la gruta donde Sasuke le había auxiliado, pero rápidamente dedujo por el olor a humedad y musgo que seguía refugiado en la caverna tras su accidentada huida.
Aturdido, entreabrió los párpados que le pesaban como plomo solo para volverlos a cerrar cegado por la intensa claridad anaranjada. Parpadeó confuso hasta que sus ojos lagrimeantes lograron enfocar la fuente de luz: un reconfortante fuego crepitaba alegremente a escasos metros iluminando parte del angosto habitáculo rocoso.
Incorporándose perezosamente sobre el camastro de pieles donde yacía, reconoció la conocida silueta recortada frente a las llamas avivando los tizones con un largo cuchillo de monte. La cabellera más negra que la noche caía enmarcando un perfil de facciones afiladas que el resplandor dorado teñía de matices cobrizos.
—¿Sasuke...? —graznó con un hilo de voz ronca debido a la garganta reseca. Tosió un par de veces carraspeando sonoramente para aclarársela.
Al oír su nombre, el aludido volteó sobresaltado como si hubiese sido arrancado bruscamente de sus cavilaciones. Sus orbes refulgieron con un destello carmesí intenso a la par que una sonrisa de genuino alivio iluminaba las angulosas facciones habitualmente ceñudas.
—Has despertado... Gracias al cielo —murmuró visiblemente emocionado mientras se acercaba al camastro para arrodillarse junto a él.
Con extremada delicadeza posó el dorso de la mano sobre la frente de Naruto constatando complacido que su temperatura se había normalizado. Acto seguido tomó una de las rugosas manos del rubio entre las suyas y se la llevó al rostro, acariciando su mejilla contra los nudillos en un arrebato de ternura contenida.
Naruto despertó sobresaltado, con el corazón aún golpeándole el pecho por el dolor. Se incorporó jadeante, pasándose una mano por el rostro empapado en sudor frío. Le costó unos segundos ubicarse antes de caer en la cuenta de que seguía cautivo en los aposentos que su captor le había asignado. La luz mortecina del amanecer se filtraba tímidamente entre los pesados cortinajes de terciopelo granate.
Debía idear cuanto antes un plan para escapar de allí, o terminaría por enloquecer. Pero en su deplorable estado actual poco podía hacer para burlar la seguridad de ese maldito clan de sanguijuelas. Necesitaba recuperar fuerzas y trazar una estrategia bien meditada si pretendía tener alguna posibilidad...
El inconfundible sonido de una llave girando en la cerradura le puso súbitamente en alerta. Con el corazón acelerado, contempló cómo la conocida silueta se recortaba en el quicio entornando aquellos inquietantes ojos rasgados que tanto le repugnaban.
-Vaya, ya despierto ¿eh? Bien, porque tengo un día muy completo planeado para nosotros dos –anunció Shisui con retintín.
Sin esperar réplica, el vampiro avanzó resueltamente hacia la cama y arrancó las mantas de un tirón, tomando de improviso uno de los tobillos de Naruto y arrastrándole sin miramientos fuera del lecho. Este intentó oponer resistencia, pero aún débil como estaba no tuvo ninguna posibilidad.
-¡Suéltame, maldita sanguijuela! ¿Qué demonios estás haciendo? –aulló furioso debatiéndose por zafarse de tan denigrante situación.
-Preparándote para la ceremonia de esta noche, por supuesto –repuso Shisui sin alterar su imperturbable expresión-. Como mi protegido deberás acompañarme al gran baile anual de bienvenida del otoño. Quiero presentarte al resto del clan...
Ignorando los insultos y amenazas que Naruto no cesaba de proferir, Shisui siguió arrastrándole sin miramientos hasta el cuarto de baño anexo, donde un enorme jacuzzi de mármol negro humeaba desprendiendo suaves volutas de vapor aromatizado.
ESTÁS LEYENDO
Colmillos de plata; SasuNaru
Fanfiction"Existen amores que nos destrozan el alma y aun así no podemos vivir sin ellos" Naruto es un híbrido mitad humano, mitad vampiro que vive ocultándose tanto de los de su especie como de los humanos. Cuando se encuentra al borde de la muerte, es resca...