Escúchame (chicaxchica)

Cap 1 "Primer día de primavera"

Día 03 de marzo
Corea del Sur
08:20 a.m

"Bip, bip, bip"

—Mmm —Estiró mi brazo aún con los ojos cerrados y aprieto el primer botón que halla mi dedo en el borde de mi celular. Eso provocará que se repita en diez minutos más.

Giro bajo el edredón un par de veces antes de oír pequeños golpes en la puerta de mi habitación, estos se detienen y entra Ha-Neul.

—Le recuerdo que la reunión es a las nueve.

—Ya lo sé —Gruño mientras restriego mi cara con mis palmas.

—Son las 8:20 —Dijo mientras volvía su mirada al fino reloj de pulsera en su muñeca. —8:23 para ser exactos.

Me senté de forma brusca para mirar mi celular, el cual confirmaba lo anteriormente dicho.

—Estaba segura de que eran las 6:30 —Solté mientras me levantaba, tomaba mi ropa para el día de hoy y entraba al baño.

—Si fuese así no estaría en su casa —Me miró con una pizca de reproche mientras cerraba la puerta del baño frente a su cara.

***

—¿Qué tenemos para hoy? —Pregunté cuando terminaba de preparar unas tostadas con jamón y queso en la sandwichera.

—Debe asistir a la presentación de proyectos para agosto que terminará al rededor de las 12, tiene una cita para almorzar con la señorita Pak y tiene la tarde libre para avanzar los preparativos de la fiesta del señor Joshua —Dictaba mientras miraba la pantalla de su tableta.

—Te recuerdo por milésima vez que puedes hablarme informalmente cómo yo lo hago contigo —Me quejé a la vez que tomaba un sorbo de té negro.

—Le recuerdo por milésima vez que eso no sucederá —Respondió y se inclinó unos 15 grados hacia mi, algo típico de su cultura. Tomó su taza de café, que hacía juego con la mía, y bebió de ella con absoluta calma.

—Tu café no es más que un reflejo de tu amargura —Me di la vuelta y comencé a caminar rápidamente a la salida.— ¿Qué esperas? No tenemos todo el día.

***

—¿Qué tal el trabajo Ale? —Preguntó Pak Eun-Yeong.

—Aburrido, como siempre —Dije con la mirada enfocada en el menú, que para mi suerte, tenía los nombres repetidos en inglés. —¿Qué hay de ti? ¿Algo que contar?

—Bueno, hace días que quería hablarte de esto, pero ya que nos íbamos a ver, preferí contártelo cuando nos reuniéramos —Noté la emoción de su voz y eso mismo me hizo volver a mirarla. —Hay un lugar al que quiero que vayas.

—Mientras no sea un sitio para buscarme pareja, está bien —Sonreí, sin embargo, mi sonrisa desapareció al ver como su rostro mostraba nerviosismo.

Eun-Yeong solía buscarme citas cada vez que salíamos o que me invitaba a su hogar, siempre decía que no podía entender como una persona bisexual podía estar soltera teniendo tantas opciones.

—Oh, vamos. A este pasó nunca te casarás, ya tienes 28, tu juventud acabará y ya no podrás tener hijos —Exclamó con horror.

—¡¿Quién dijo que quiero casarme?! Además, los niños me aterran —Bufé y volví a mirar mi menú. —Odio la comida Coreana... Pensándolo bien ¿Te imaginas? Me obligas a ir a una cita y me termina llevando a un restaurante, solamente para que me sienta obliga a decirle "¿Sabes que? Odio su comida, vayamos a un McDonald's"

—Si la odias tanto ¿Por qué vives aquí?

—Porque los asiáticos tienen tecnología, dinero y cultura. No me voy a China porque, bueno, nadie quisiera estar ahí. Japón tampoco porque el concepto de Isla no me agrada. Y definitivamente no iría a Corea del norte, ni siquiera de vacaciones, es la nueva Rusia o ¿Es Rusia la nueva Corea del norte?

—Entonces, después de considerarlo seriamente ¿Decidiste que mi país era el menos desagradable?

—Si, algo así.

—Nunca digas eso frente a alguien de aquí o como mínimo dilo en tu idioma natal, de todas formas nadie lo entenderá.

—¿Sabes que? Tal vez, si vuelvo a tener otra cita, lo mejor será fingir que no entiendo el Coreano. Eso me salvará de soportar a gente insufrible.

—Ya basta, tú vendrás conmigo y te conseguiré a alguien ¡Mesero! Vamos a ordenar.