Cap 4 "No lo parece, pero todo suele salirme bien"

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Día 18 de marzo
Corea del Sur
15:22 p.m.

Era viernes y estaba de pie sobre una mesa alta, llevaba un atornillador en mi mano derecha mientras la izquierda sostenía la base de la lampara. Eran livianas y elegantes, perfectas para una fiesta de bodas. Aunque esta tenía todo menos boda.

Mis viejos amigos aborrecían lo convencional y la religión, aún así, querían darse anillos, promesas y tener público al mismo tiempo. Por lo que, con una simple llamada, una reunión y muchos tragos, decidí ofrecerles mi ayuda para ser la organizadora, aunque lo único que terminé organizando fue la decoración. Joshua, quien tuvo la idea de esto fue quien organizo y tomó la elección de las cosas más importantes y sentimentales, por otro lado, kimberly sólo se sentó y nos dejó dar rienda suelta.

Ellos eran mis únicos amigos de Estados Unidos que vivían en Corea al día de hoy, lo mejor era que estaban en Seúl, lo que significaba que siempre tenía tiempo para verlos.

—Treinta —Conté en voz alta.

—Todavía faltan dos —Ha-Neul estaba sentada a dos mesas de mi—. Aún hay que sacarlas de sus cajas. Sabe que me encantaría ayudarla, pero ya que no lo desea así....

Me senté en la mesa mientras tomaba un respiro, ya llevaba más de dos horas en esto. Ha-Neul llegó junto conmigo, sin embargo, sólo se había sentado a trabajar mientras yo hacía lo mío.

Quité la vista de mis piernas y la observé. Siempre vestía formal y correctamente, pero en días como este, donde ninguna iba a la oficina o a reuniones ya programadas, vestía más naturalmente, más cómoda.
Llevaba un pantalón deportivo recto de color café claro, unas zapatillas bajas y una camiseta a la medida, estas dos últimas de color blanco.
Miraba la pantalla de su computadora e iba dando pequeños vistazos al celular cada tanto. Ella volteo y me encontró mirándola, sonrió malvada.

—¿Se ha cansado ya? ¿Dejará de ser tan terca? —Dijo con burla.

—Eres mala —Solté sin más.

—No soy mala. Usted es terca, le he dicho que debió llamar a alguien para hacerlo, por lo menos para ayudarle, pero se ha negado rotundamente —Parecía querer seguir reclamando, pero guardo silencio. Se levantó y salió del lugar.

Recosté mi espalda en la mesa llena de aserrín, no me importaba ensuciarme, sólo llevaba jeans celestes (ajustados), unas Converse rojas y una camiseta negra de mangas largas que no poseía estampado.

Escuché nuevamente unos pasos, era Ha-Neul quien llevaba una Coca-Cola y un agua mineral. Me tendió la bebida.

—Vamos, tómela y descanse un poco. Si no es mucho pedir, siéntese. En una silla —Recalcó.

Sólo le hice caso, me levanté, me senté junto a ella y abrí la bebida.

—¿Mucho trabajo? —Pregunté mientras daba el segundo sorbo.

—No, tiene suerte —Se apoyó en el respaldo y me miró nuevamente.

***

—¿Si? —Ni siquiera vi quien era la persona que me había llamado.

—Soy Eun-Ji

Claro, la abogada.

—Hola ¿Cómo estás? ¿Hay algo que pueda hacer por ti? —Dije por mera costumbre.

—Am... No realmente. Quería comentarte que este domingo no podremos vernos. Surgió un inconveniente en el trabajo y creo que ya no tendré libre el fin de semana.

—Ya... —Me estaba preguntando si era realmente así o sólo era una excusa. Pero fue ella quien interrumpió mis pensamientos.

—Todo esto es culpa del asqueroso hospital —Replicó molesta.

—No entiendo.

—La coartada de uno de mis clientes se halla en las cámaras del hospital ****, fui a pedirlas, pero me negaron la petición por completo. Dicen que es por la privacidad de los pacientes, pero eso es sólo por el dinero que mueven. Son unos desgraciados —Decía mientras parecía que llegaría a la cólera.

—¿Y los papeles? Si tu cliente fue, debería haber registros ¿no?

—Él no era un paciente. Sólo iba de visita.

—Comprendo ¿Y fue hace mucho? —Mientras preguntaba me hallaba anotando el nombre del hospital en un post-it.

—No, fue el 12 de Julio. Me parece imposible que no tengan las grabaciones de ese día. Cada vez que me dirijo con alguien, esta, me envía a otra persona, siempre con distintas excusas... —Suspiró—. Hablemos en otro momento ¿Sí? Hoy estaré hasta la madrugada si es que no me doy prisa con estos informes.

—Claro, no te preocupes. Nos veremos después.

—Bien. Entonces nos vemos.

Colgó la llamada y dirigí mi vista a Ha-Neul que no había parado de mirarme.

—¿El señor Choi era el dueño del hospital ****?

—Así es —Me miró interrogante— ¿Qué planea?

—Llámalo, tengo un favor que pedirle.

***

Eran las ocho de la noche y me dirigía a las oficinas de la chica pixie.
Toqué la puerta suavemente y entre cuando oí "Adelante". Dentro de ella estaban; La chica pixie (Eun-Ji), su asistente (Jeon Soo) y un hombre que había visto en el juicio, que probablemente, también trabajaba con ella.

—¿Qué haces aquí? —Preguntó la abogada. Se veía completamente incómoda ante mi visita.

—Creí que necesitarías motivación —Le respondí mientras levantaba la bolsa que llevaba en mi mano—. Es sushi —Aclaré mientras lo dejaba en la mesa.

—¿Lo dices enserió? —Preguntó Jeon Soo, se veía emocionada. A decir verdad, era la única que parecía estar feliz ante mi presencia.

Cuando volteé hacia Eun-Ji vi la incredulidad inundando todo su rostro.

—Gracias —Dijo de forma ronca, parecía descompuesta.

Me acerqué a ella y le tendí una memoria USB.

—¿Qué es esto? —Podía notar su enojo, no importaba cuan feliz se intentase mostrar.

No la entendía.

—La grabación.

—¿Disculpa?

—La sala de espera del hospital ****, el 12 de Julio. Ahí están las 24 horas de ese día.

—¿Cómo lo conseguiste? —La alegría de Jeon Soo salía de sus poros. Parecía a punto de estallar—. Eres la mejor Ale ¿Te puedo llamar así? ¿Realmente no te molesta?

—No lo hace —Le sonreí.

Miré nuevamente a la chica pixie, esta parecía petrificada. Dejé la memoria en su escritorio ya que me había dejado con la mano tendida.

—Debo irme ya. Que tengan una buena noche.

Salí antes de esperar algún tipo de respuesta, entre al auto y Ha-Neul me miró detenidamente.

—¿Por qué está enfadada?

—No estoy enfadada —Solté con prisa.

Encendí el motor y puse en marcha el auto.

—¡Conduzca más lento! —Gritó alarmada.

Escúchame (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora