Al día siguiente, por la mañana, decidimos ir a ver al padre de Luna.
-¿Cuándo piensas confesarle a nuestro querido zanahorio que estás loquita por él? -le pregunté en un susurro a Herms, quien no dejaba de mirar a Ron.
Íbamos por un prado y estábamos algo apartadas de los chicos, ya que Ron iba unos metros por delante y Harry detrás.
-¿Tú me has visto cara de loca?
-Pues ahora que lo dices... -me dio un golpecito en el brazo y reí- Él siente lo mismo, hazme caso. Igual que tú sabías que Harry y yo sentíamos lo mismo antes incluso que nosotros mismos, yo sé que Ron y tú igual.
-¿Has oído eso?
-No, ¿el qué? -le pregunté con curiosidad.
-Me llaman, tengo que irme -me contestó caminando más rápido para alejarse de mí.
¿El viento? -le pregunté en un tono normal para que me escuchase.
-¡Sí! -negué divertida.
Ni siquiera hacía viento.
-¿Qué pasa con el viento? -me preguntó Harry poniéndose a mi lado.
-Nada, que Herms se levantó graciosa hoy -dije como respuesta agarrándole de la mano.
-¿Sigue enfadada con Ron?
-¿Cuándo no lo está? -bromeé y soltó una pequeña risa.
-Que sepas que, en cuanto volvamos a acampar, te tendré para mí solito todo el día -me comunicó unos segundos más tarde-. Ayer Hermione te acaparó todo el día, ni siquiera te sentí llegar a la cama -se quejó.
-Pero si me abrazaste y hasta diste las buenas noches -dije confusa por eso último.
-¿Enserio?
-Ajá.
-No lo recuerdo. Bueno, no importa, -continuó rápido- aún así te retendré todo el día.
-Yo tampoco tenía intención de despegarme de tu lado, pero vale -le dije divertida y sonrió satisfecho.
Unos minutos después, llegamos a nuestro destino.
-¿Quiénes sois? -nos preguntó el señor Lovegood al abrir la puerta.
-Señor Lovegood, hola -le saludó Harry acercándose un poco más para que le viera-. Soy Harry Potter, Luna nos presentó en la boda de Bill y Fleur. ¿Le importa que pasemos?
El señor Lovegood se hizo a un lado para que pudiéramos entrar y nos sirvió unas tazas de té cuando nos guió a su salón.
-¿En qué puedo ayudarle? -le preguntó a mi novio.
-Queremos averiguar qué es un símbolo que llevaba en el cuello el día de la boda.
-¿Este? -le preguntó enseñándole el que llevaba puesto.
-Sí -confirmó.
-Es el símbolo de las reliquias de la muerte.
-¿Las qué? -le preguntamos los cuatro confundidos.
-Las reliquias de la muerte -nos repitió-. ¿Conocéis la fábula de los tres hermanos?
-Sí/No -contestamos a la vez. El único que dijo que no fue Harry.
-Nosotras la tenemos aquí -dijo Herms sacando el libro de Los cuentos de Beedle el Bardo del bolso para, seguidamente, leerla.
Resumidamente, como bien dice el nombre, la fábula es sobre 3 hermanos, quienes vencieron a la muerte al hacer uso de sus habilidades mágicas para poder cruzar sin peligro un peligroso río, tras lo cual se les apareció la muerte, esta les ofreció una recompensa por haberla vencido: el mayor quiso la varita mágica más poderosa que existiese; el mediano, poder traer devuelta a la vida a los muertos; y, el pequeño, algo que le sirviese para marcharse sin ser visto, por lo que le dio una capa invisible. Los dos mayores no tardaron en morir; sin embargo, el pequeño llegó a ser muy mayor.
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Un nuevo lugar al que llamar hogar VII (7) (Harry Potter y tú)
FanfictionLa búsqueda de los horrocruxes debe comenzar lo antes posible, pero antes hay que asegurarse de que Harry llega a la Madriguera sano y salvo. El cuarteto de amigos deberá permanecer unido más que nunca, pero no va a ser tarea fácil cuando diversos o...