Narrador omnisciente
Diana y Akko caminaban por el inmenso pero tranquilo bosque, estaba algo soleado, por lo que los quejidos de la castaña no se hicieron esperar.
Akko: Estoy muy cansada...
Diana: Vamos, unos cuántos kilómetros más y tal vez encontremos un lugar para descansar.
Akko: Pero ya no puedo.
Se dejó caer al suelo, soltando un largo suspiro, sintiendo la mirada de la contraria.
Akko: ¿Podríamos descansar aunque sea un poco?... No hay mucha prisa.
Diana: Supongo que no habrá problema.
Akko: ¡Si!
Diana: Vé a la sombra y espera ahí, intentaré conseguir agua.
Akko: Voy contigo.
Diana: Pero si hace unos minutos estabas muriéndote del cansancio.
Akko: Ya estoy un poco mejor cómo para poder acompañarte.
Diana: Está bien.
La castaña ya tenía un cierto apego a Diana, por lo que separarse de ella, no era una idea que le gustará, se sentía bien a su lado después de todo.
Caminaron juntas a un río que se encontraba cerca, Diana sacó un pequeño recipiente, llenandolo.
Un ruido las interrumpió de la tranquilidad, al parecer había sido un tipo de quejido, por lo que la ojiazul se puso alerta.
Diana: Espera aquí.
Akko: No, voy contigo.
Diana: No seas terca.
Akko: ¿Y si quiero serlo?
Una pequeña vena se asomaba en la frente de la rubia, soltó un suspiro, sabía que no lograría nada discutiendo con la chica frente a ella.
Diana: Solo quédate atrás de mí.
Akko: Bien.
Se acercaron con precaución, viendo a un chico algo joven intentando reparar su carreta que se había roto por el peso que llevaba.
Al no detectar peligro, Diana decide acercarse al chico.
Diana: ¿Necesitas ayuda?
??: Uh? Si, por favor.
A parte de ser de casi la edad de ambas, era rubio y de tez blanca.
??: Al parecer lleve de más y se terminó rompiendo...
La rubia se acercó para ayudar, Akko vió la escena sin decir nada, solo observando a la distancia.
Pasados unos minutos, Diana logró reparar la carreta sin problema alguno.
??: Wow, muchas gracias... Amm..¿Podrías decirme tú nombre?
Diana: Soy Diana.
??: Un placer, me llamo Thomas.
El chico le sonrió dulcemente a Diana, provocando una ira en el interior de la castaña que presenciaba todo, decidiendo acercarse.
Akko: Bien, ya te ayudó, nos vamos.
Thomas: Les puedo dar comida en forma de gratitud, mi caso no está lejos de aquí.
La palabra "Comida" resonó cómo eco en la cabeza de la nipona, quedando algo pensativa, sin querer caer.
Akko: No hace falta, estamos perfectamente bien nosotras dos.
Resaltando la última palabra, pero el momento fue rápidamente interrumpido por el rugir de su estómago sonó.
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"Mí guardiana"
Fanfiction"Un mundo dónde está escrito tú destino que te hará emprender un viaje y solo podrás confiar de alguien a quién se le fue asignado proteger tú vida" - ¿Confiarás en esa persona Akko? -No es que tenga otra opción...