Capitulo 8

588 74 14
                                    

Narra Akko

Van un par de días que traje a Diana con la bruja Lukić, aunque no le gusta que le diga bruja...por ahora he echo sus pedidos, salgo a buscar plantas que necesita, agua y demás, aún no sé cuándo desperté Diana, pero haré lo que pueda con tal de ayudarla.

Narrador omnisciente

Akko cargaba una hiervas y cubeta de agua, entrando a la cabaña, viendo a la mayor preparar algo.

Akko: Aquí está lo que me ordeno.

Lukić: Bien, me alegra haber encontrado algo que tú pudieras hacer, con esos brazos debiluchos de espagueti me sorprenda que puedas cargar la cubeta de agua.

Akko: ¡Oiga!

Lukić: Cómo sea, si ya terminaste, vé a limpiar la entrada.

Akko: Ya lo hice.

Lukić: Mmm, has sido más rápida con las tareas que te proporciono, bien, vé con Diana, en un momento te alcanzo.

Akko: Si.

Narra Akko

Siempre que terminaba mis tareas de la mañana y tarde, me quedaba con Diana, cuidando que estuviera bien, verla dormir es relajante, pero....también preocupante...¿Y si...no despierta? ¿Qué debería hacer?

Lo único que puedo hacer es ayudar a la bruja Lukić y ser paciente, pero es frustrante.

Lukić: ¿Lamentándote?

Akko: ¿Uh?...

Lukić: Hasta éste punto deberías saber que ella es fuerte y despertará tarde o temprano.

Akko: Sé que es fuerte, pero aún así... No puedo evitar preocuparme...

Lukić: Mmm..

Narrador omnisciente

La mayor se sentó, tomando el plato con el líquido medicinal preparado.

Akko: Eso es...

La bruja se lo tomó de un sorbo con una gran sonrisa satisfecha.

Akko: .....

Lukić: ¿Qué?

Akko: ¡¿Qué fue eso?!

Lukić: No grites, no estoy sorda.

Akko: ¡Yo le sé que eso era para Diana! ¡Se tarda horas prestando esa cosa!

Lukić: Ésto me ayuda a conservarme.

Akko: ¿En qué sentido?... No creo que eso le esté sirviendo... Aún así, ¡¿He estado haciendo todo, solo aora que usted no ayude a Diana?¡

Lukić: Nunca dije que no la estaba ayudando, que imprudente saliste, observa bien mocosa.

La castaña volteó a Diana, quién tenía un tipo de ungüento en las heridas.

Lukić: Eso también lo preparé con la hierbas medicinales que has traído, se qué no son fáciles de conseguir.

Akko: No, no lo son, me pelee con una ardilla por unas...

Lukić: ¿Cuándo llegaste toda arañada y con pequeñas mordidas?

Akko: Si...

Lukić: Ya veo, en si, éste ungüento ayudará a apresurar la curación que ella posee, estará bien.

Akko: Eso espero.

Lukić: Bien, hora de descansar, éste cuerpo ya no es tan joven como antes.

Se levantó crujiendo sus huesos, caminando a la salida, siendo seguida por la vista de la oji rubí.

"Mí guardiana"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora