Engreído Anónimo:
Hace algunas noches he tenido diferentes sueños en el que mi alma por así decirlo se desprende de mi cuerpo y soy capaz de verme a mi mismo, cada noche me pasa lo mismo y la verdad no le encuentro una explicación pero la idea no me desagrada, he hecho varias pruebas para comprobar si es sueño como mover algunas cosas fuera de mi forma física y al otro día amanecen efectivamente en otro lugar, pensé que era sonámbulo, pero también instalé una cámara en mi cuarto y el toda la noche mi cuerpo sigue dormido, no he llegado a ninguna conclusión y aún si tuviera amigos no lo comentaría pues nadie me creería, opté por aprender a controlar esto y cada noche camino por las calles sin rumbo notando como soy invisible a los ojos de cualquiera, es extrañamente increíble, en este momento me encuentro vagando por las calles de mi solo vecindario, iba caminando por el medio de la calle sin cuidado alguno, algunos carros pasaban por en medio de mi sin algún problema, solo sentía un leve cosquilleo cuando esto pasaba, miles de teorías sobre que me estaba pasando rondaba por mi mente,¿estaba loco? ¿Moría mientras dormía? ¿Tengo alguna especie de poder o algo así?. Todas estas interrogantes fueron interrumpidas por una figura familiar que venía hacia mi, era Carlos el chico que me molestaba en la escuela y por lo tanto le tenía mucho odio, ese día con esa chica aparenté estar bien porque me desagrada que sientan lástima por mi, pero la verdad estoy cansado del constante acoso en la escuela, que van desde calzones chinos, hasta mi cabeza en el hinodoro, mi dignidad estaba más enterrada que mi perro Max.
El maldito venía muy irritado hacia mi, quise golpearlo como nunca.
¿Podré golpearlo sin mi cuerpo físico?
Solo había una forma de saberlo...
Por mi mente llegaron los tantos acosos en todos estos años y mis ganas de golpearlo hasta verlo sangrar eran infinitas, dí un paso hacia el y mi puño fué directo a su pecho, solo que este atravesó del otro lado y Carlos siguió caminando sin dolor alguno yo lo seguí y me posicioné en el frente quise detenerlo con mis manos pero el siguió su camino y algo inesperado pasó, al momento en que su cuerpo entró en contacto con mi alma estas dos se alinearon, en forma que Carlos se detuvo yo me miré las manos y no eran las mías, eran las de el, me rocé mi cabello y ya no era liso, sino que caía en rulos como el de el, me paralicé y no me sentía el mismo es como si hubiera despertado pero en otro cuerpo, acabo de... Poseer el cuerpo de Carlos? Al parecer si, caminé y efectivamente era yo controlando su cuerpo, en un retrovisor de un carro estacionado ví mi reflejo, o bueno su reflejo, era un chico alto con rulos castaños, mismo ojos grises y desgraciadamente guapo.
Al menos conformo mis ojos grises.
Estaba totalmente aterrado esto alteraba las leyes de la física y cualquier teoría normal de la mente humana, nadie me iba a creer esto, pero estaba pasando. Un ruido o más bien un grito me sacó de mis pensamientos postergandolos para más tarde.
— Ey tú, si gilipollas, ven aquí —. Una voz ronca llamó. Yo miré hacia todos lados pero no lograba ver nada debido a la oscuridad del callejón. La figura se dejó ver momentos después y era un chico con navaja en mano, al parecer quiere robarme, o robarnos, bueno como sea, tenía que salir de esta situación, levanté mis manos al aire mostrando que no quería problemas.
— No soy policía idiota, ¿por qué levantas las manos cuando me acerco hacia ti? — preguntó cansado el chico al parecer estaba drogado y buscaba problemas. Pensé en correr pero otros brazos me sujetaron desde atrás inmovilizandome el primer chico se acercó y me pateó en el abdomen yo caí al suelo y me faltaba el aire, el chico sujetó mi cabello y posó su navaja en mi cuello.
— Ahora serás un niño bueno y me darás todo lo que traes contigo ok?
Yo no podía responder me faltaba el aire y el dolor era insoportable.
— Te dejé sin aire no sin lengua, habla ya.
El poco a poco iba apretando su navaja en mi cuello y este empezaba a sangrar, todo aparentaba que iba a morir en el cuerpo de mi peor enemigo, pero no podía permitirlo, no podía morir sin vengarme, el otro chico me revisaba los bolsillos consiguiendo un celular.
— Mira lo que tenemos aquí, un celular de alta tecnología, quizás es el huevo de la gallina de oro.
Comentó uno.
— Podrías decirme tu dirección niño de mamá y papá.
Se burló el que sostenía la navaja.
Un ruido los alertó y se descuidaron era mi momento de correr, pero no lo hice, pensé en algo mejor, me levanté un poco adolorido y lo golpee, uno de ellos al ver que alguien se acercaba (que yo no noté) se fué dejando solo al que tenía la navaja, forcejeamos y sin querer la navaja atravesó un abdomen, su abdomen, el posó su mano en la herida que ya sangraba con ese color carmesí, el calló al suelo y mis manos manchadas de sangre me causaron satisfacción, fué algo excitante para mi, quería más de esto, por un momento sentí ganas de apuñalarlo hasta que su cuerpo no tenga vida y suplique por ella. Sentí deseo de matarlo, alguien impidió mis intenciones... Era una chica rubia de ojos grises que me miraba aterrada y a la vez sus ojos brillaban viendo el cuerpo del chico en el suelo agonizando.
Miró mis manos llenas de sangre y dijo:
— No diré nada, solo no me hagas daño.
Pidió.
— No pensaba hacerlo.
Aseguré.
— ¿fué en defensa propia?
Asentí ante su pregunta. Ella me extendió un pañuelo para secarme las manos y yo lo acepté, la adrenalina todavía corría por todo mi cuerpo, ella solo me observó en todo instante y me acompañó en todo momento en silencio, llamamos a emergencia y huimos del lugar.
— ¿cómo te llamas?
Pregunté mientras caminábamos por las desoladas calles. Ella se lo pensó un momento antes de contestar.
— Es muy pronto para saberlo.
Yo me encogí de hombros y seguí mirando hacia delante.
— ¿Y tú?
Me preguntó.
— Es muy pronto para saberlo.
Le devolví su respuesta en su contra y luego nos miramos, sus ojos grises eran especiales y parecían conocidos, como si ya conociera esa mirada pero no sabría de donde.
— Tengo derecho a saberlo te he visto herir a alguien.
— Fué en defensa propia.
Ataqué.
— ¿No me dirás?
Preguntó deteniendo el paso.
— Quizás mañana, cuando la luna salga y los demonios salgan a buscar su infierno —.
Acaba de proponer una cita con esa extraña... Y así fué como comenzó el caos que acabó con nuestras vidas...
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Almas Conocidas
FantasyDos personas común y corrientes cuya vida miserable y aburrida, para ellos definido como infierno, tratan de sobrevivir a diario en su escuela. Pero por las noches mientras duermen sus almas viajan de un lado a otro en busca de su alma gemela y la e...