Dulce Obsesión ; Taennie

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De repente JungKook sonrió abiertamente como si acabara de recordar algo que lo hizo muy feliz.

— Ayer hice el amor con Lisa —confesó sin dejar de sonreír.

— No quería saber eso —protestó JiMin.

—Yo menos —le dije.— ¿Qué pasó con el código de caballerosidad?

— Es que ella ya no es una cualquiera no voy a acostarme con ella una sola vez. Voy a hacerlo muchas veces más nos dijo.

— ¿Por qué eres tan demostrativo? —le pregunté y miré la cara de JiMin.

— Cuando hagas el amor con alguna, te vas a dar cuenta. No es cosa de una sola noche, vas a querer hacerlo todas las noches que sigan —me dijo.

Dirigí inconscientemente mi mirada a Jennie.

No, ya está, con lo de ayer alcanzó, puedo volver a ser como antes... yo no quiero hacerlo de nuevo con ella.

Mentira, si quiero volver a hacerlo... pero no porque nosotros hayamos hecho el... amor, no. Eso no fue aquello... solo porque ella... es increíble.

— ¡Reacciona TaeHyung! —me dijo fuerte Hyung haciendo que saliera de mis pensamientos.— ¿En que estabas pensando? Tenías cara de no y luego de si.

— Estaba pensando en las probabilidades de lo que acabas de decir —le dije.

— ¿Y cuáles son? —me preguntó.

—Son total y completamente nulas —le aseguré.

Entonces JungKook se puso de pie cuando vio como Lalisa se acercaba a nosotros.

— Ya vuelvo —nos avisó y se alejó con ella.

Un celular comenzó a sonar y era el de Hyung, miró la pantalla y se alejó de mí, haciéndome un gesto de espera. Me dejaron solo en la mesa. Miré a la mesa de Jennie y mi prima que hablaban. Rosé le dijo algo indignada.

Me puse de pie y me acerqué a ellas, sentándome justo al frente de Jennie. Ambas me miraron, pero al instante Rosé volvió su vista a su amiga.

— Estas insoportable Jennie —le dijo con tono enojado.

— Si no te gusta, no me hables —le contestó ella.

— ¿Pasa algo? —pregunté. Mi prima me miró.

— No lo sé, esta intratable... no le puedes hablar mucho porque se irrita, para mí que está en sus días.

— No —le contesté muy seguro. Jennie me miró con advertencia.

— ¿Cómo lo sabes? —me preguntó la castaña.

— Solo está así porque vio una película cómica por la noche... —contesté con sarcasmos sin dejar de verla a los ojos.— Al parecer le gusto mucho mientras duró, pero luego la irritó.

— Pues creo que tú también la has visto —me dijo ella.

— ¿De qué hablan? —preguntó mi prima confundida.

Mi mirada seguía fija en Jennie, al igual que la de ella en la mía. Era como si me estuviera desafiando a hablar.

— La diferencia es que yo no me arrepiento de haberla visto, es más me encantó, pero creo que la clasificación que le dieron no fue la apropiada —le dije.

— Yo creo que te asusto un poco ¿No te fuiste corriendo?

— ¿Acaso querías que me quedara a terminar de verla? Creo haber escuchado que ya era muy tarde...