Pociones, una asignatura... ¿Peligrosa?

Flagranti amore

Dentro de la Torre de premios anuales, una castaña con el pelo rizado se debatía entre bajar a desayunar al gran comedor o utilizar la cocina privada de su torre mientras veía su reflejo en el espejo del baño. Había pasado una noche horrible, casi no había dormido buscando en diversos libros alguna cura para el problema de sus padres, lo cual había sido inútil. No había encontrado absolutamente nada, y como resultado de su "grandísima" noche tenía el pelo mucho más alborotado de lo normal, unas ojeras que se podían ver a gran distancia y por si fuera poco el hecho de madrugar le había afectado a su humor negativamente, estaba cansada e irritada. Después de observarse a si misma, decidió que lo mejor sería no bajar a desayunar con sus amigos, por el contrario, la idea de quedarse en su Torre y prepararse su propia comida no le resultaba del todo desagradable.

Una vez en la cocina y después de valorar qué podía hacer con los ingredientes que tenía, se decantó por un clásico; prepararía unas tortitas con chocolate y lo acompañaría con un poco de fruta picada con miel. Y por supuesto algo que no podría faltar, café. Acto seguido, con una floritura de su varita hizo aparecer su teléfono móvil y un altavoz para poner música y estar a gusto. Decidió hacerse un moño para estar cómoda y empezó a cocinar al son de la música.

Pov * Draco Malfoy*

Estaba en mi habitación tranquilamente pero el delicioso olor de la comida hizo que me despertará y que mis tripas rugieran. Estaba un poco desorientado ya que para las horas que eran, normalmente Granger ya estaba en el Gran Comedor, así que no sabía qué estaba ocurriendo ni mucho menos quién había conseguido entrar a la torre. Movido por la curiosidad y el hambre que tenía decidí bajar para ver qué estaba sucediendo. A medida que iba bajando las escaleras el olor de la comida se hacía más notorio al igual que la música que salía de la cocina.

Decidí abrir la puerta de forma silenciosa y sigilosa, para que quién fuera que estuviera ahí dentro no me escuchará llegar y así poder atacarlo fácilmente. Sin embargo, lo que vi cuando abrí la puerta me dejó totalmente congelado, me había quedado en shock. Granger de espaldas a mí, con un moño desordenado, estaba bailando de forma bastante sugerente mientras cocinaba. De vez en cuando cantaba algún trozo de la canción que estaba sonando en ese momento. 

No pude evitar tragar saliva y recorrer todo su cuerpo con la mirada, tenía un increíble vestido negro muy corto con la espalda al descubierto el cual hacía que su figura resaltará. Pero eso no era lo mejor, no. Tenía la espalda totalmente desnuda, lo cual me indicaba que, en ese momento, ella no llevaba puesto ningún braiser o sostén. Adicionalmente a ello, ver el movimiento que hacían sus caderas y su magnifico culo cuando éste se balanceaba al subir y bajar hacía que no pudiera apartar la vista de ella. Estaba totalmente embobado con las vistas, prueba de ello, era la gran erección que tenía en ese instante. Era demasiado temprano, pero ver a Granger con ese diminuto y sugerente vestido moviendo su culo de esa forma hacía que a mi mente le llegarán un montón de imágenes de ella desnuda moviéndose de esa forma mientras le daba bien duro. Pero una en especial me había creado una nueva fantasía sexual con ella, deseaba con todo mi ser realizarla en ese instante. Abalanzarme sobre ella y devorar a una Granger muy excitada cubierta de miel o quizá de chocolate, la encimera de la cocina o la mesa que había en aquella habitación serviría para sustituir la cama. De normal, por las mañanas no me apetecía hacer mucho ejercicio, pero sin duda, no me negaría a ese tipo de "ejercicio". Había perdido la noción del tiempo, ni siquiera me acordaba de que tenía hambre, pero por desgracia mis tripas sonaron reclamando comida lo cual hizo que Hermione dejará de bailar y se girará para verme con los ojos muy abiertos y con una cara un tanto graciosa porque podía ver en ella claramente la vergüenza y la sorpresa por ser descubierta.