Primeras consecuencias

234 6 11
                                    

POV *Ginny Weasley* en la enfermería

Había traído con un hechizo a Zabini a la enfermería ya que yo no podía cargar con él, por mucho era más alto y grande que yo, así que eso de traerlo a cuestas iba a ser prácticamente imposible.

En cuanto llegué, me dispuse a buscar a la señora Pomfrey por todo el lugar, para llevarme la sorpresa de que no estaba allí, en ese lugar únicamente estaban un par de compañeros de mi clase que se habían hecho daño durante nuestra clase de vuelo al caer de la escoba y, que, a raíz de su descuido, acabé haciendo de recadera y, asistiendo a una clase que no me tocaba con un curso superior.

Al ver que no hacia otra cosa que convulsionar y sudar en frio a causa de la explosión decidí, guiarlo hasta una camilla, para que reposará. Pensé que lo primero era hacerle bajar la fiebre, por suerte, mamá me enseño algunas cosas básicas, con lo que podía manejar esta situación sin problema.

Lo primero que hice fue quitarle su túnica y su camiseta, dejando así, todo su torso al descubierto y ofreciéndome unas vistas increíbles de sus abdominales bien marcados y su cuerpo – "¡Madre mía, pero qué bueno está!", -no pude evitar pensar ¿¡Pero qué estoy pensando?!, es Zabini. Es un criminal. Aunque..., por otro lado, mirar no es ningún delito...

Después de comérmelo con la mirada, perdón, de "vigilarlo", conjuré un balde de agua fría y saqué mi pañuelo rojo con mis iniciales grabadas en él, no era lo que quería, pero por el momento me haría función de paño. Con la mayor paciencia del mundo empecé a cuidarlo, le ponía el "paño" en la cabeza, tomaba su temperatura periódicamente, incluso opté por hacer un ungüento para ayudarlo. Después de un buen rato, vi como empezaba a mejorar, sus convulsiones no eran tan fuertes, había dejado de sudar en frio y su color de piel volvía a la normalidad. Había perdido mi clase de cuidado de criaturas mágicas, pero al menos, Zabini no tenía fiebre y ya estaba bien.

- "Más te vale recompensármelo, por tu culpa he perdido una clase con Hagrid"- no pude evitar decir.

Pasaron otros cinco minutos, cuando poco a poco fue abriendo los ojos, con lentitud y pesadez, se notaba que no sabía dónde estaba o que había pasado porque su vista no estaba enfocada y se veía algo confuso. Cuando consiguió focalizar la vista de lo primero que se dio cuenta fue de mi improvisado pañuelo, al quitárselo de la frente, se percato de mi presencia, a lo que poco a poco fue girando su cuello hasta que toda su atención estuvo focalizada en mí.

Fin del POV *Ginny*

POV*Blaise Zabini*

Desperté en un lugar que no acababa de reconocer pues no tenía mi vista centrada ni nada, de lo primero que me percaté fue de un pañuelo rojo de seda con las iniciales G.W doradas grabadas en una de sus esquinas. Mediante una falsa tos, me percaté de que había una presencia a mi lado, la cual al focalizar mi vista me pude percatar de que era mi querida pelirroja.

- Weasley... – dije casi suspirando. - ¿Qué ha pasado?, ¿Por qué estoy aquí?, ¿y tú qué haces aquí? - le cuestioné.

- Te desmayaste a causa de la explosión que hubo en pociones. Snape, dio órdenes de cuidar a los alumnos inconscientes y a mí me tocaste tú. – Me contestó mientras cogía el cuenco de agua para ponerlo en una mesita cerca de donde estábamos. Mientras hablaba no podía dejar de pensar en lo guapa e increíble que era. Si antes deseaba estar con ella, ahora se había vuelto una necesidad tan importante como el respirar – No dejabas de temblar a causa de la fiebre, así que, decidí traerte aquí. Sinceramente, me ha costado bastante que te bajará la calentura, además, por tu culpa no he ido a la clase de Hagrid. –. Un momento, ¿¡eso quiere decir que me estuvo cuidando todo este tiempo?!, estaba extasiado ante tal revelación. Si me está cuidando es porque le importo, ¿no?. Debe de ser eso, estoy seguro. Nadie cuidaría con tanto esmero a alguien si no te importará esa persona. No sabía por qué, pero cuanto más la miraba más maravillado estaba con ella.

Pociones, una asignatura... ¿Peligrosa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora