─¡Mamáaaaaa! ¡Tuve el mejor comienzo de clases de mi vida!─ le conté una vez llegué a casa.
─¿Qué pasó que estás tan contenta?─ preguntó con asombro.
─De todo, literalmente. Te lo contaré cuando almuerce.
─Bueno, me parece bien. Anda a cambiarte que en cinco comemos.
─Okis─ fui a mi cuarto a ponerme cómoda. Me puse una camiseta blanca con las mangas lilas, por los codos, unos pantalones pesqueros de color celeste, pero tirando a gris, y mis zapatos negros. Es uno de mis outfits favoritos.
Cuando fui al comedor, me encontré con una de las mejores sorpresas de mi vida:
Había un plato de sorrentinos en la mesa, una de mis comidas favoritas, que con suerte comemos tres veces al año.
─Pero...
─Para alegrar tu primer día de clases─ mamá me guiña el ojo.
─¡Aaaaa! ¡Te amo vida!─ exclamo. Mis padres se ríen.
─Buen provecho. Que lo disfrutes─ mamá me besa la coronilla.
Los cuatro comemos juntos, y como era de esperarse, yo me acabé todo el plato en tan sólo unos cinco minutos (generalmente demoro entre quince y veinte minutos en comer toda la comida. Lo sé, soy lenta, jaja). Los sorrentinos eran de jamón y queso, con salsa Carusso, y trozos de jamón. Una delicia.
─El colegio es enorme, tiene las mejores instalaciones que he visto en mi vida, y la gente es muy buena, ¿pueden creer que en el primer día de clases hice seis amigos?
─¡Opaaa!─ dijo mi papá.
─¡Pero qué bien!─ celebró mamá.
─Realmente te hizo bien irte del Kataoka, ¿eh?─ me preguntó Kansai.
─Ay, sí, es otro mundo.
─Aaah, yo extraño ir con mi niña al colegio─ habló mamá con melancolía.
─Ay, mamá, ya estoy grande para que me andes llamando "mi niña"─ le dije, roja de la vergüenza.
En resumen le conté todo lo que pasó hoy, y todos quedaron contentos. Yo también.
Y de postre mamá hizo un budín de pan, que siempre le quedan muy bien.
Dios, fue uno de los mejores almuerzos de mi vida, además no me lo esperaba, y eso le da mucha más gracia todavía.
Este día fue una maravilla.
Tuve dos horas de Lenguaje japonés, y ahora estamos haciendo la merienda compartida en una de las mesas del patio. No saben toda la comida que conseguimos, de papas fritas hasta una torta.
Todo el mundo nos mira raro, jaja, pero no nos importa.
─Tenemos que hacer esto más seguido─ dice Izawa.
─Es verdad, es muy divertido, y no tenemos que esperar a hacer un viaje o a que sea fin de año para hacer una merienda compartida con toda la clase─ ríe Taki.
─Ay Taki, tú solamente vas a los viajes de fin de año a comerte todo nada más─ se ríe Takasugi.
─¡Mentira! ¡Yo voy para pasarla lindo...! Comiendo.
─Jajaja, obviamente.
─Igual, es lindo hacer las meriendas compartidas con la clase, ¿eh?─ interviene Uxue─Es lindo para compartir nuestras experiencias mientras probamos la comida de los demás. Yo siempre trataba de cocinar una torta de chocolate rica para llevar... Qué buenos tiempos.
─Yo no sé cocinar─ río avergonzada─. De milagro sé usar el microondas.
─Descuida, me pasa lo mismo─ dice Ukume─. Bah, sé hacer torta de chocolate y usar la sartén para hacer hamburguesas, papitas y huevos fritos, pero hasta ahí.
─Nosotros aprendimos a cocinar apenas hace tres años─ habla Kisugi─, no es tan complicado, podemos enseñarte un día si quieres.
─Lo agradecería mucho─ sonrío.
─Kisugi es un amor, Abi, ¿te das cuenta?─ me pregunta Uxue.
─Jeje, sí.
─Tú también eres una gran amiga, Uxue.
─Sí es. Me hizo conocer a los mejores amigos de toda mi vida─ digo, al borde de la emoción.
─Oooh, no llore bebu─ Ukume me abraza, y los demás se suman al abrazo. Es la primera vez en años que hago un abrazo grupal, literalmente. Creo que el último fue cuando estaba en primaria, ¿se pueden imaginar? Obviamente olvidé lo que se sentía esto.
─No se emocione─ Izawa me da unas palmaditas en la espalda.
─Realmente me alegra haberlos conocido, chicos.
─Igualmente─ dice Takasugi─. De todas formas, agradece que no nos conociste en la primaria.
─¿Por?
─Porque éramos arrogantes─ responde Taki.
─¿Cómo que arrogantes?
─Nos creíamos el mejor equipo de la región por haber ganado el Torneo Nacional una vez, y por ende nos burlábamos de los demás─ me explica Izawa.
─Oh...
─Pero desde que jugamos junto con el equipo de la secundaria Nankatsu hace seis años, hemos cambiado, y ahora ya no nos burlamos de nadie─ me dice Kisugi─, porque entendimos que no somos los mejores, y que esa actitud no es digna de un jugador de fútbol.
─Al menos reconocieron que no fueron las mejores personas, no como mis compañeros del Kataoka...
─Bueno, ya, ya se terminaron esos días, Abi. Ahora estás en el Shutetsu, y no vas a sufrir más─ Ukume me acaricia la cabeza como si fuese un perro, jaja.
─Mañana vamos a jugar algún juego que encontremos en la biblioteca, ¿te parece?─ me pregunta Uxue.
Yo asiento con la cabeza.
─Síp, amigos─ digo, sonriente.
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𝗘𝗠𝗣𝗘𝗭𝗔𝗥 𝗗𝗘 𝗖𝗘𝗥𝗢 ❱ Capitán Tsubasa ✔
Фанфик- 𝕮𝖔𝖓 𝖊𝖑 𝖈𝖔𝖗𝖗𝖊𝖗 𝖉𝖊 𝖑𝖔𝖘 𝖆𝖓̃𝖔𝖘, 𝖒𝖊 𝖍𝖊 𝖉𝖆𝖉𝖔 𝖈𝖚𝖊𝖓𝖙𝖆 𝖉𝖊 𝖖𝖚𝖊 𝖑𝖔𝖘 𝖒𝖆𝖑𝖔𝖘 𝖒𝖔𝖒𝖊𝖓𝖙𝖔𝖘 𝖖𝖚𝖊 𝖍𝖊 𝖕𝖆𝖘𝖆𝖉𝖔, 𝖑𝖔𝖘 𝖊𝖗𝖗𝖔𝖗𝖊𝖘 𝖖𝖚𝖊 𝖍𝖊 𝖈𝖔𝖒𝖊𝖙𝖎𝖉𝖔, 𝖈𝖆𝖉𝖆 𝖑𝖆́𝖌𝖗𝖎𝖒𝖆, 𝖈𝖆𝖉𝖆 𝖌𝖗𝖎�...