Yo estuve un rato meditando lo que me contó Uxue. Me pareció muy triste, y más porque ella es una persona muy amable y considerada. Mientras los del Kataoka vivían muy cómodos siendo unas mugres, la gente buena como Uxue tiene que sufrir. Ahora estoy en duda de si realmente es mejor ser buena persona o no...
Okey no, no voy a cambiar mi forma de ser. Me da no sé qué tratar mal a alguien que apenas conozco por la mínima boludez o error que cometa, o peor a un amigo, aunque soy perfectamente capaz de gritarle un insulto a un tarado que se lo merezca, las ganas no me faltan, ¿eh? Claro que en el Kataoka si abría la boca se enteraba hasta la policía estatal, jaja. Sin embargo ahora me siento en una libertad absoluta de poder defenderme sin que nadie se entere. No saben lo hermosa que es esa sensación...
Tenía pensado regalarle a los chicos una manualidad como símbolo de amistad. Tengo unos cuántos portalápices que yo misma hice con latas de papas fritas o arvejas.
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Enserio amo hacer estas manualidades, jaja.
Mañana se va Kansai, y por ende voy a faltar al colegio porque su avión despega a las diez de la mañana, y tenemos que estar allá un rato antes para preparar el equipaje y todo eso. Papá va a alquilar un auto esta tarde para ir al aeropuerto. ¡Qué emoción poder subirme a un auto luego de no sé cuántos meses! Ya quiero que sea mañana...
Ahora estoy con los chicos jugando al UNO, ya que el profesor de Matemáticas estará ausente una semana debido a licencia médica, y como no pudieron encontrar un suplente, nos dieron dos horas libres, e Izawa trajo el UNO para que juguemos.
─¡Uno!─ dice Taki.
Takasugi tira un dos azul, Ukume un cuatro azul, Uxue un siete azul, yo un uno azul, Izawa un uno rojo...
─Te diría gracias por cambiarme el color, Izawa, aunque en realidad a mí me sirve cualquier carta porque...─ tira un más cuatro...
¡La cara de Taki es tan graciosa! Todos nos reímos.
─¡Hijo de puta!─ grita.
─Buen juego, chicos─ dice Uxue.
─La verdad que sí. Este juego es divertido─ hablo.
─Aunque yo no puedo creer que mi amigo de toda la vida me traicionara─ dice Taki, muy indignado.
─Nah, es solamente un tonto juego de cartas, tú sigues siendo mi mejor amigo─ le da un abrazo.
─¡Yaooooi!─ exclama Ukume con ojitos de estrellas.
─Nonono, yo ser hetero─ dicen los dos, señalándose a sí mismos con el pulgar.
Nos tentamos mal con sus palabras, jaja. Aunque en parte me alegró porque significa que tengo una oportunidad con Kisugi...
¡Digo... qué bien que sea hetero, ¿no creen?! Jaja.
─Chicos, tengo una gran idea─ dice Ukume─: Abi, como habías dicho que somos tus primeros amigos en años, ¿qué tal si te hacemos un cuaderno de amigos?
─¿Cómo que un cuaderno de amigos?
─Claro, una pequeña libretita en la que anotarás el nombre de tus amigos, o también experiencias buenas que hayas pasado con ellos, es más, podemos anotar nosotros nuestros propios nombres, con nuestra propia caligrafía, ¿te parece?
─De hecho... suena como una gran idea─ opino mostrando una gran sonrisa.
─Si quieres cuando salgamos del colegio vamos a la papelería que está a una cuadra y compramos una pequeña libreta.
─Okiiis.
─Y el lunes cuando vuelvas al colegio lo decoramos entre todos─ dice Takasugi.
─Sólo trata de no ensuciar el salón─ se ríe Izawa.
─¡Cállate!
Ya en la salida, Ukume y yo fuimos a la papelería. Uxue tenía club de Física y los chicos entrenamiento de fútbol, entonces somos nosotras dos.
─Realmente tuviste una gran idea con lo del cuaderno de amigos─ le digo.
─El lunes lo decoramos y ponemos nuestros nombres─ me guiña.
─Por cierto, ahora me acordé de que tú ibas al colegio más caro de Tokio, ¿cómo era allá?
─Pues... era un colegio muy lindo, tenía un tanque de peces en medio del patio, jaja. En arquitectura era un colegio muy lindo, aunque la gente no me caía muy bien...
─¿Muy arrogantes?
─Sí, mucho. Luego les pedí a mis padres si me podía cambiar de colegio, el más caro detrás del Utsuromiya era el Toho. Pues lo pagamos y yo estudié primero de prepa únicamente en ese lugar. Fue una bonita experiencia, hasta tuve la oportunidad de conocer al equipo Toho, y a su capitán Kojiro Hyuga. Era muy guapo─ se ruborizó apenas.
─Jaja, me imagino.
─Pero hubo algo que me marcó de por vida, y fue la muerte de mi gato Kuro, que murió de viejito, a los dieciséis años.
─¡¿Dieciséis años?! Tuvo una vida muy larga...
─Prácticamente ha estado en casa desde que yo nací, y me acompañó durante toda la vida, por eso su muerte me marcó, por más que haya vivido hasta el límite de edad de un gato. Ahora estoy un poco mejor, pero aún lo extraño.
─Es totalmente entendible, yo también estaría igual.
─Y eso no es todo, papá fue despedido de su trabajo, y ya no podíamos seguir pagando el Toho, por lo que tuve que cambiarme al Shutetsu que era más barato. Ahí los conocí a todos, y mi amor por Izawa me motivó y me hizo olvidar mi tristeza por Kuro.
─Wow... Qué triste historia...
─Pero ya estoy bien, enserio. Este es el mejor colegio en el que he estado, porque de no ser por ustedes, yo no sonreiría.
Mis ojos se cristalizaron al escuchar esas palabras.
