Capítulo 3

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El sonido de mi teléfono interrumpe el silencio de mi consulta.

Llevo tranquila sola un buen rato inspeccionando varias radiografías de un paciente, y aún no he conseguido averiguar cómo afrontar su tumor.

-Ey, Manoban... estás demasiado perdida -es la voz de Jisoo a través del teléfono, mi mejor amiga muy inteligente en su área de trabajo pero es la idiota integral más grande de todo el mundo, no sabe aceptar sus sentimientos y hace daño a la persona que más quiere.

-Tengo mucho trabajo, Jisoo. De hecho, estoy muy ocupada en la consulta.

-¿Esta noche trabajas?

Cada vez que ella me hace esa pregunta termino siendo arrastrada a algún bar de mala muerte a la caza de alguna chica para Jisoo.

-No.... No tengo trabajo esta noche, pero que no se te pase por la cabeza que voy a ir contigo a algúna fiesta privada.

-¿Pero por qué, No? Me han contado que en el club hay una reunión de modelos, Lisa. ¿Imaginas lo que podríamos divertirnos allí las dos?

-No tengo ganas de juegos, por ahora. Estoy jodida en el trabajo y lo último que necesito es una noche de locura.

-Espera, ¿Qué? ¡Joder, Lisa! ¡Soy tu abogada! ¿No crees que este tipo de cosas tendrías que contármelas?

-Jisoo... es solo un caso que no sé cómo afrontar, no seas dramática.

-¿Entonces qué me dices, Lisa? Un par de copas y si no encuentras a ninguna chica con la que jugar te vuelves a casa. Palabra de Kim Jisoo.

-¿Tengo que recordarte que estoy conociendo ya a alguien?

-Pues llámala, y concreta la salida.

-Está bien... nos vemos esta noche, pesada.

Cuelgo el teléfono con un suspiro.

No tengo ganas de salir, y mucho menos de juegos calientes, pero necesito despejarme un poco o voy a terminar por volverme loca.

Continúo un buen rato intentando buscar mi plan de acción para la consulta del paciente, pero en vistas de que me encuentro en punto sin retorno, y necesito salirme de mi lugar para pensar, voy a la sala de descanso a tomarme un café.

Jennie está allí, sentada en uno de los sofás con las piernas bajo su cuerpo, inspeccionando unos informes.

-Tan trabajadora como siempre, señorita Kim -bromeo-. Nadie que la viese en este momento descubriría que es una aventura que le encanta explorar por si sola nuevos lugares de comida deliciosa.

Jennie sonríe y vuelve a centrarse en los expedientes médicos.

Me acerco y me siento a su lado con mi taza de café en la mano.

-¿Alguna complicación gatita? -pregunto tranquila.

-Eso me temo. He descubierto que el anestesista de las tres negligencias ha desaparecido.

-¿Cómo que ha desaparecido?

-Literalmente. Ha dejado su casa, ha cambiado de teléfono y no consigo localizarlo.

Voy a volverme loca, porque sé que ese hombre tiene parte de culpa, pero si no lo encuentro, ¿Cómo voy a denunciarlo?

-¿De quién se trata? Quizás conozca al anestesista.

-Rick se llama.

-Ni idea.

-Alto, pelo blanco con canas... y gafas de color verde pistacho.

Al Límite de la Seducción (Adaptación Jenlisa G!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora