Capítulo 22

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Me despierto sola en la enorme cama.

El lado donde dormía Jennie ya está frío, señal de que hace bastante rato que se ha levantado de la cama.

Me doy una ducha rápida y me visto antes de salir a buscarla, sin éxito.

Junto a la cafetera encuentro un sobre con mi nombre.

Un sobre que será la única cosa detonante de mi desgracia.
    
Para : Lisa

“Lo siento mucho, Lisa. Lo he intentado, te juro que lo he intentado de todas las maneras posibles, pero soy incapaz de pertenecer a tu mundo. No soy una sumisa, ni puedo llegar a serlo por mucho que me esfuerce. Te quiero, te quiero muchísimo, pero no puedo estar con una chica que tiene que atarme de pies y manos para sentir placer. Yo soy la chica de anoche, una chica que acaricia a su pareja y le proporciona placer, no soy la chica a quien atas a un columpio y puedes divertirte con tus juegos. Espero que encuentres a alguien que consiga hacerte feliz Lisa.

Sigue con tu vida, Lisa, que yo seguiré con la mía".
Atentamente
Jennie Kim.
    
Arrugo la carta y la lanzo lo más lejos que puedo.

Estoy furiosa, jodida y frustrada.
¿De qué rayos está hablando?
¿En serio cree que me he comportado como su ama?
¿En serio ha creído ella que las cuatro pinceladas de juegos que hemos puesto en práctica las dos es lo que realmente hago con una sumisa cualquiera?

Salgo del apartamento dispuesta a decir la última palabra.

Esto no se va a quedar así.

No entiendo a qué rayos viene esto, pero desde luego la explicación Jennie me la va a dar cara a cara.

Al llegar al hospital me encuentro con una catástrofe: Un accidente múltiple en la autopista con cientos de heridos.

Me paso la mayor parte del día en el área del accidente, intentando salvar a cuantas personas pueda.

Pero mi cabeza no deja de pensar en Jennie. No entiendo su comportamiento, no entiendo por qué me deja de esa manera.

¿Y qué fue lo de anoche, hacer el amor en forma de despedida?

A las seis de la tarde llego sola a su despacho, pero su secretaria me avisa de que ella se ha ido de vacaciones.

¿Vacaciones?
¡Vamos como puede ser posible!
¿Y por qué no sabía nada de eso?

Al salir del trabajo del hospital me acerco a su casa, pero no la encuentro en ninguna parte.

¿Dónde demonios está esta esa gatita chiquilla?

La llamo un millón de veces, y no obtengo respuesta.

Doy un puñetazo en el volante frustrada. ¿Por qué mi vida se ha ido a la mierda?

Conduzco sola y triste sin rumbo fijo, miro la carretera sin verla, y casi sin darme cuenta me encuentro en la puerta del club.

Sí, definitivamente es el mejor sito para mí en este momento.

Rosé y Jisoo están sentadas juntas en la barra, como dos auténticas tortolitas enamoradas.

Rosé sonríe al verme, pero su sonrisa muere en sus labios al ver mi cara.

—¡Lisa! ¿Estás bien? Vaya que cara traes —dice.

—Ponme un whisky doble.

—Ey, Lisa. ¿Qué ocurre? —pregunta mi mejor amiga Jisoo.

—Me ha dejado sola sin vida. Jennie ha cortado conmigo dejándome una estúpida carta en el salón de su apartamento.

—Espera, ¿Qué? —la cara de sorpresa de Rosé es para reírse— ¡Si ella está loquita por ti!

—Eso creía yo Rosie… Pero no era así. Me ha dejado porque según ella, no puede estar con alguien que solo se excita viéndola atada. ¡Y una mentira! Jamás… jamás la traté como a una sumisa. ¡La amo con mi corazón, maldita sea! La quiero y ahora….

—Tranquila, Lisa. ¿Por qué no hablas con ella?

—Se ha ido. No logro encontrarla. En el trabajo me han dicho que está de vacaciones, pero no aparece por su casa y no me coge el teléfono.

—¿Quieres que la llame yo? —se ofrece Rosé.

—No va a contestarte. Sé que no va a cogerte el teléfono. No sé qué está pasando, pero desde luego no me ha dejado por los motivos que decía en esa estúpida carta.

Rosé intenta llamarla, pero salta el contestador.

Tras un suspiro, mi amiga me sirve un whisky y deja la botella encima de la barra.

Sabe que la voy a necesitar.

Jisoo permanece a mi lado sentada, pero no dice nada.

Ambas me conocen lo suficiente como para saber que en este momento lo único que necesito es estar sola.

Agarro la botella y me voy a una de las salas, a aquella en la que le hice el amor a Jennie.

Camino por ella recordando cada detalle de aquella noche.

Su curiosidad, su sonrisa traviesa, sus nervios… su impaciencia.

La ira me recorre por entera y no consigo ver nada….

De pronto siento que Jisoo y Rosé me sostienen por ambos brazos.

La sala está completamente destrozada.

Las sábanas están rasgadas, los juguetes esparcidos por el suelo, la cruz está volcada… el columpio hecho jirones.

Las lágrimas comienzan a rodar sin control por mi cara, pero las aparto con furia cuando mis amigas me sueltan.

Estoy completamente borracha.

Veo doble.

Intento caminar hasta la puerta, pero me voy para los lados.

Jisoo me quita las llaves de la mano y me ayuda a andar cogiéndome del brazo.

—Vamos, Lisa. Te llevaré a casa. Necesitas dormir ahora y descansar.

Río y río a carcajadas ante la ocurrencia de mi mejor amiga.

No necesito dormir. Lo que necesito es a Jennie… abrazándome en mi cama.

Cuando llegamos a mi casa, Jisoo me ayuda a quitarme la ropa y me mete bajo el grifo de agua fría.

La nube de alcohol se despeja un poco, lo suficiente para poder meterme sola en la cama.

Me quedo sola mirando al techo, ni siquiera me despido de Jisoo.

Ahora ya solo me queda esperar estar dormida.

Y solo espero que esta jodida pesadilla termine de una vez por todas...

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Gracias por leer ✨

Al Límite de la Seducción (Adaptación Jenlisa G!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora