Capítulo 8

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El teléfono interrumpe el recorrido de mi lengua por el ombligo de Jennie varias horas más tarde.

Maldigo al descubrir en la pantalla que se trata de una llamada de mi hermana.

¿Es que tiene que ser siempre tan oportuna?

Descuelgo sin muchas ganas antes de darle un beso en los labios a Jennie.

—Eres una hermana muy pesada, ¿Lo sabías? —le digo a Solar saliendo de mi habitación.

—Yo también te quiero hermanita. Te necesito de urgencia, Lisa.

—¿Qué ocurre? —pregunto con un suspiro.

—Mi hija se ha puesto enferma, y yo he quedado esta noche con una amiga. ¿Puedes quedarte con los niños? Por favor hermanita….

—Solar, es que no estoy sola.

—Mucho mejor, si está Jisoo, con tu mejor amiga, la noche se pasará más rápida mientras me esperas. Sabes que no te pediría eso, pero ya no me da tiempo de posponer la cita.

—No es Jisoo, Solar. Es alguien más.

—¿Otra chica? ¿Tienes una cita? ¡Dios, perdóname, Lisa! No quería aguarte la fiesta… ¿Quién es? ¿La conozco?

—Sí, es Jennie Kim.

—¿La Jennie, la chica que te estaba investigando? ¿Esa Jennie?

—La misma.

—¡¿Pero te has vuelto loca?! ¿Y si algo sale mal entre las dos? ¿Y si la relación no funciona? ¡Esa chica tiene el poder de ponerte de patitas en la calle Lisa!

—Cálmate, hermanita. Ella no lo hará.

—¿Y cómo puedes estar tan segura?

—Porque confío en ella. Fin de la conversación. Hablaré con Jennie y pospondré mi cita. Estaré allí en una hora más o menos.

Vuelvo a la habitación derrotada.

Las dos estábamos a punto de juntar nuestros cuerpos, y en vez de eso tengo que vigilar que los hijos de mi hermana no se levanten de la cama.

Jennie me mira con una ceja arqueada, y me siento junto a ella con un suspiro.

—¿Qué ocurre Lisa? —pregunta.

—Ha surgido un problema, gatita. Tengo que ir a quedarme con mis sobrinos. Mi hermana tiene una cita, y me ha rogado que le haga ese favor.

La miro a sus ojos gatunos un segundo, y veo en ellos una vulnerabilidad inmensa.

Las lágrimas brillan luchando por derramarse, y yo me siento una jodida idiota.

—¿Te importa que traslademos la fiesta a su casa? —Le digo a Jennie sin pensar.

—No creo que a tu hermana le haga demasiada gracia verme aparecer por allí después de haber estado investigándote.

—Mi hermana sabe que debe permanecer con la boca callada en lo que a mi vida personal se refiere. No dirá nada.

—Pero eso no quita que me desprecie.

—Princesa Nini….... no puede despreciarte porque no te conoce.
Mi hermana no es de esa clase de personas. Puede que te haga una advertencia pero nada más.

—Está bien Lili … te acompañaré.

Aquel apodo nunca nadie me había llamado así… estoy nerviosa.

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No sé por qué demonios se me ha ocurrido arrastrar a Jennie a esta estupidez, pero aquí estamos las dos juntas aparcadas en la puerta de mi hermana sin atreverme a salir del carro.

Al Límite de la Seducción (Adaptación Jenlisa G!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora