Tártaro

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Nota
Esto es una historia corta de Eva , publicada en el antiguo grupo de facebook en tres partes recolectadas aquí

Se dice que esta leyenda es la que le cuentan los nativos de la isla a Rachel y a Chris y de aquí salió la conocida frase
" Todos saben amar, pero pocos saben arder y benditos sean aquellos que aman y arden porque en ellos vivirá la lascivia, la lujuria y el deseo."

Cuenta la leyenda que hace tres mil años una ninfa dio a luz a una pequeña, a un ser mitológico el cual portaba una melena de rizos color sangre y ese día los lobos aullaron, el viento rugió y el mar embraveció anunciando la llegada de la Diosa que el mundo esperaba.
Cuenta la leyenda que su padre la tomo y baño en agua salada y en ese mismo instante el universo definió el color de sus ojos «Lili» Susurran las ninfas parteras.
«Lili» Susurraban las sirenas, hadas y elfos.
Ella es la hija del Dios de la luz y su nacimiento atrajo la atención de las criaturas humanas e inmortales.
Cuenta la leyenda que el Dios de los vampiros dejo caer su espada cuando el llanto de Lili trono en el mundo.
Cuenta la leyenda que el olor que emano de la pequeña fue tan intenso que lo dejo arrodillado en el lodo con un dolor tan fuerte que el universo se congelo y solo él pudo ver como su alma oscura salía suspendida.
Cuenta la leyenda que se vio a sí mismo en el aire rodeado de luz, vio como una mujer con cabello de fuego se ligaba a él uniéndose para siempre y la odio por ello, porque su quiebre había llegado y con ella ya no sería invencible.
Daven el Dios de los lobos aulló como nunca corriendo al castillo cristal llevándose a su manada con él mientras los semidioses del inframundo se retorcían de dolor en el piso «Lili los estaba marcando a todos»
Una unión de Dioses, de almas inmortales las cuales en cierto tiempo tendrían que juntarse para siempre, ella bebería de él y él de ella y juntos serian el equilibrio que necesitaba el universo.
Los dientes de Axel salieron y sus alas se desplegaron impactando a todas las criaturas que quedaban, el Dios estaba débil, el descendiente de Hades tenía que hacer acopio a la profecía o moriría en las próximas horas.
Cuenta la leyenda que los cristales del castillo se rompieron cuando Axel aterrizo en el sendero de piedra y la madera rechino cuando la puerta se abrió sola, ella, su otra mitad yacía en una cuna y los líderes de las criaturas sobrenaturales estaban en el castillo apreciando su belleza.
Todos inclinaron cuando el Dios del inframundo pasó absorbiendo las llamas de los candelabros en tanto sus pies dejaban cenizas en el suelo de cristal.
Le dolía el lado izquierdo de la costilla, sin embargo, camino erguido hasta llegar a la cuna.
Axel dijo el Dios de la luz Las estrellas hablaron.
El Dios extendió una copa con la sangre de su hija, el Dios del inframundo era el único que odiaba la profecía porque sabía que la mitad de su alma estaba ligada a Lili y que cuando se unieran sería más fuerte, pero que ella también tendría ese mismo poder y si a ella le pasaba algo ya no sería tan poderoso.
La sed lo estaba matando, se sentía seco, carrasposo y le costaba mantenerse en pie. Tenía que hacerlo o moriría, el universo y las estrellas no querían que la guerra continuara por ende lo ligaron a los seres que quería aniquilar.
Los colmillos le volvieron a brotar y se aferró a la copa bebiendo la sangre e inmediatamente sintió el alivio, la paz y el poder que le tomaba el torrente. La pequeña lloró y él se acercó clavando sus ojos oscuros en ella. El cabello le brillaba, pero no quiso distraerse con su belleza, solo tomo su muñeca inyectando el veneno de vampiro.
Ya era de él y él de ella, ahora solo quedaba esperar que creciera y se desarrollara antes de llevarla a vivir al inframundo, «Gran cosa» Se dijo Axel, casarse con la mujer que odiara siempre.
Gritó al momento de sacarle los colmillos y el Dios de la luz sonrió encantado al confirmar lo que acaba de pasar.
La guerra llego a su fin anuncio Axel ha bebido de la sangre de mi hija y el mundo sabe lo que eso se supone.
El Dios de los vampiros se limpió la sangre con el dorso de la mano y volvió a extender sus alas, no la quería y cada maldito día sería una tortura, pero tenía que ser así, aquella niña de cabello rojo seria su esposa en unos años.
Las alas negras movieron las cortinas cuando el Dios voló de vuelta al tártaro.
Cuenta la leyenda que Lili creció sana y feliz, su madre era una ninfa, su padre era un Dios y todas las criaturas de la tierra la cuidaban.
Cuenta la leyenda que se enamoró a temprana edad y aunque las estrellas querían otra cosa ella espiaba al Dios de los lobos, a ese guerrero con trenza larga y cabello castaño.
Cuenta la leyenda que a los diecisiete lo deseó en silencio, que lo vio aparearse con las mujeres lobas de su clan y que quedó prendada de sus ojos miel con tintes amarillos.
Cuenta la leyenda que temía a la marca de colmillos que le adornaba la muñeca, así como tenía miedo de crecer.
Cuenta la leyenda que varias veces le rogó a las estrellas y a su padre que rompieran el vínculo con el Dios del inframundo, pero nunca nadie la escuchó y ella sufría en silencio por Daven, por aquel lobo que en las noches oscuras le aullaba a la luna llena.
Él le decía su excelencia, ella no quería que la llamara así, quería que se prendara de ella como los lobos lo hacen, que la escogiera como su pareja y se la llevara lejos de la oscuridad que se aproximaba.
Cuenta la leyenda que Daven cargaba un peso sobre sus hombros, era un Dios de la guerra enamorado de una Diosa predestinada al Dios del inframundo.
Cuenta la leyenda que la amó de tal manera que se flagelaba para distraer su mente, pero su atención siempre estuvo en ella. Se había prendando cuando la diosa tenía cinco años y sabía que ella lo amaba, pero su amor era prohibido y lo único que podía ser era su guardián.
Cuenta la leyenda que cuando la luna tapó el sol a medio día, el mundo lloro, que Lili se encerró y que los hadas anunciaron lo que el universo esperaba.
La Diosa de la luz cumplía dieciocho, la cohorte se reunió y Lili tuvo que salir y cuando lo hizo todas las criaturas callaron.
Todos callaron cuando sus colmillos brotaron, cuando se volvió más alta, más bella y más caderona, nadie dijo nada cuando la magia la envolvió reforzando su esplendor y ella fue la única que lloro al momento de ver a Daven arrodillada con su espada frente a ella.
Al lobo, el hombre que amaba yacía frente a ella con la trenza a un lado.
El tártaro la espera, su majestad dijo Daven y ella le peso amarlo en silencio por tantos años.

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