sweet heart, you look a little tired ; chanbaek

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✽｡hurt comfort | 5944 p.
✽｡ La familia de Chanyeol ha liderado su vida y ha tenido el mando de sus decisiones desde siempre. Una noche, decide escaparse de casa sin saber que el odioso Baekhyun lo encontraría... sea para arrastrarlo de vuelta o para llevarlo más lejos de casa, no lo sabe.

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El frío se cierne sobre su ajustada camisa debido a que no trae ningún abrigo encima. Tal vez no había sido una decisión inteligente el escapar de casa a altas horas de la noche, pero se había creado una disputa en la sala con su madre y, como dialogar de nada servía, no encontró opción más viable que correr tan lejos como pudiera.

Sus días siempre han estado llenos de actividades a realizar y disciplinas en las que desarrollarse, así que era justo que algún día Chanyeol se viera llorando del estrés porque simplemente no daba para más. Por ese motivo, minutos atrás había desperdigado las partituras por el aire, sintiéndose presa de una crisis. Su madre había llegado a preguntar qué le sucedía, que si acaso se había vuelto loco, usando ese endemoniado tono de primacía como si no supiera que ella era la razón de su sobresaturación.

Fue entonces que Chanyeol corrió fuera de casa en un arrebato de rebeldía, creyendo nunca más volver. Tal vez viva de ahora en adelante en los clubes nocturnos, cantando sus propias canciones que nunca sus padres se empeñaron en contemplar. Tal vez se convierta en un modelo de los barrios bajos al que soliciten por sus exquisitas proporciones anatómicas. Tal vez viva su vida por primera vez, incluso si hacen falta las comodidades. Después de todo, los grandes artistas a los que admira se caracterizaron por una excéntrica vida bohemia, naturalmente empobrecida.

Solo que la realidad difiere de sus anteriores aspiraciones. Ahora, bajo la negrura de una noche taciturna, deja de parecerle una decisión sólida la de huir de casa para siempre, aunque por otra parte no se siente capaz de volver, no todavía. Necesita fuertemente un momento a solas, pero ese pensamiento se ve debilitado cuando ve el auto de Baekhyun detenerse junto a él.

Chanyeol no sabe a qué dirección mirar, o si debería simplemente proseguir su caminata sin destino. Siente una mirada analizar su estado de arriba abajo antes de que el tipo le cuestione con voz queda:

—¿Una mala noche?

—No es de tu incumbencia. —Chanyeol gruñe y hace el ademán de seguir su camino, pero las palabras atropelladas de Baekhyun pidiendo que no se vaya le hacen detenerse.

—¡Espera! Sube, te llevaré a dar un paseo.

Suena ligeramente forzado como acostumbra a ser con él. Desafortunadamente, no quiere compañía. No necesita de más personas que se afanen en recordarle lo que nunca alcanzará a ser, tal como hizo su madre momentos atrás.

Sin saber cómo negarse, Chanyeol decide ignorar su instrucción y continúa caminando con las manos guardadas en los bolsillos, sin imaginarse nunca que Baekhyun derraparía el coche sobre la acera y se pondría en su camino, bajaría la ventanilla y le invitaría a subir nuevamente.

—Vamos. Prometo que no tardaremos.

—Me llevarás con mis padres ¿no es cierto? —reprocha duramente, porque sabe que Baekhyun no es más que un perrito faldero que solo haría cosas en favor de ellos. Sin embargo, nunca se esperó ver al tipo dedicarle una sonrisa divertida.

—No, Yeol. Voy a robarte toda esta noche.

Se relame los labios para compensar su boca seca. Casi quiere reclamarle «¿no dijiste que no tardaríamos?», pero está enfrascado en su loción impregnada al interior del auto al momento de entrar y las palabras se atoran en su garganta. Puede saborear el aroma fresco a durazno en su paladar, el mismo que le ve untar en su cuello cada mañana con suaves palmadas frente al espejo, porque el maldito chico se aloja en su vivienda y Chanyeol nunca puede apartar la mirada cada que pasa a lado de su dormitorio y descubre la puerta entreabierta.