Narra Mónica:
Nuestros planes cambiaron rápidamente, por seguridad era mejor pasar esta noche en casa de Vanesa. Cuando hable con mi madre me dio la noticia que, afirmativo si les gustaría ir a pasar Año Nuevo en Málaga, al terminar la llamada fui a buscar a Vanesa para comentarle la decisión de mi madre, ambas nos pusimos muy felices por dar otro paso en nuestra relación la cual es hacer que nuestros padres se conozcan entre sí.
Vanesa:
Se que mis padres estarán muy contentos de conocer a los tuyos.
Monica:
Los míos también., créeme...
Tendremos que hacer un cena muy especial y única.
Vanesa:
Por eso no te preocupes, nos vamos a lucir.
Mónica:
Vamos a la habitación, te noto muy cansada.
¿Te gustaría que te arregle el jacuzzi con agua caliente con un toque de relajante de jazmín?.
Vanesa:
Eso suena muy bien, pero con la condición de que entres conmigo, tengo gansas de estar como chicles.... Pegadas.
Mónica:
Acepto, mientras vete desvistiendo, que ya me urge verte esas curvas de tu cuerpo.
Vanesa:
Yo quería que usted hiciera eso por mi...
Mónica:
No se diga más, anda vamos a la habitación que tarde se nos hace.
Narra Vanesa:
Después de un día muy agobiante y estresante logramos dejar atrás los problemas y centrarnos en nosotras, Mónica tuvo la maravillosa idea de tomar un buen baño relajante en el jacuzzi, entramos a la habitación descalzas con una guerra de caricias y besos, Mónica me dejo recostada en la cama y semidesnuda mientras ella se encargaba de llenar el jacuzzi, tome mi celular y me puse a ver mis redes sociales y realice una publicación en Instagram, la foto era una copa de vino tinto, en lo personal era muy especial esa fotografía porque tenía marcados los labios de Mónica, en un par de segundo se revolucionaron mis redes.
Baje rápidamente a la cocina sin que Mónica se diera cuenta, tome del refrigerador unas fresas y chocolate líquido, esta noche jugaremos a la comidita.
Mónica:
Hey Vane ¿donde andabas? Me descuido un par de minutos y te me escapas.
Vanesa:
Solo fui a la cocina, mira lo que he traído, ¿te atreverías a jugar conmigo?...
Mónica:
Uy, cuidado que yo voy a donde sea mientras haya chocolate... y... ¿se pude saber cómo se juega?
Vanesa:
Ya lo verás guapita, anda que la noche es larga y nos espera un baño delicioso.
Narra Mónica:
La música instrumental de fondo, la luz tenue y nuestros cuerpos bailando al compás de nuestros besos, estar abrazada de Vanesa era lo mejor, sentía seguridad entre sus brazos, mi cara siempre buscaba el hueco de su cuello ahí soy feliz. Poco a poco fuimos caminado a la tina del jacuzzi, la primera en meterse fue Vane, veía en su ojos esa sensación de tranquilidad y relajación, segundo después entre yo, quedando mi espalda recargada entre su pechos, su barbilla reposaba en mi hombro. La comodidad que teníamos era perfecta, el burbujeo y el olor a jazmín fueron el estimulante perfecto que nos hizo llegar a la relajación .
Por debajo de agua sentí como mi Vane jugaba con mi abdomen y con mis pechos.
Vanesa:
Gracias por este momento, esto no lo cambio por nada.
Mónica:
¿Segura? ¿ni siquiera por una cena perfecta, en tu restaurante favorito?.
Vanesa:
Créeme que no, así quiero pasar más tiempo contigo.
Mónica:
Ojalá Dios nos de larga vida hasta llegar hacernos viejitas y seguir agarrando tu mano, tu cuerpo y hacerte gozar de felicidad, eres de lo mejor que ha pasado en la vida.
Vanesa:
Yo también quiero que estés en mi camino, que me sigas inspirado a ser mejor de lo que ya soy, que sigamos teniendo esa conexión de almas viejas que sobreponen al amor el por encima de todo. Te amo Carrillo.
Mónica:
Te amo demasiado vida mía.
Pero creo que ya se llegó la hora de jugar a la "comidita" vamos a la cama.
Vanesa:
Creo que... ¿alguien ya tiene hambre?...
Pues juguemos.
Narra Vanesa:
Después de un rato largo de disfrutar la buena música y del baño relajante, salimos del jacuzzi abrazadas y mojadas, entre besos y caricias me posicione del cuerpo de Mónica, bese su boca con un poco de sed y malicia, cada segundo que pasaba quería comérmela enterita, la recosté en la cama y ahí me adueñé de su sagrado cuerpo, amarre su manos entre sí, y con un pañuelo le tape los ojos, me subí arriba de ella y empecé a embarrar su cuerpo de chocolate, con mi lengua le empecé a quitar el chocolate, sentí como su piel se erizaba y a su vez ella moría de risa por las cosquillas. Nuestros besos subían de intensidad cada vez más, agarre una fresa y la hice que mordiera mientras yo di paso hacerle el amor, bese casa cm de su cuerpo, desamarré sus manos y me dio la indicación de bajar a su zona prohibida que me hace enloquecer.
Mónica:
Como ya lo dice una de tus canciones, nunca el pecado resulto tan excitante... no pares por nada, que estoy apunto de llegar a lo más alto.
Vanesa:
¿Lo dudas?...
Mónica:
Nunca...
Narra Mónica:
Cada vez que Vanesa me hace suya, me hace desbordar placer, y eso me fascina. Cada encuentro de piel que te tenemos es magnífico, amo sentirme amada, querida y deseada.
Me encanto sentir su cuerpo por todo mi cuerpo, además ya podría imaginarme cómo sería el mentado juego de la "comidita", su lengua traviesa hacia un excelente trabajo por los lugares más ocultos de mi ser. Pero yo ya quería que se llegara mi turno de hacerle ahora el amor a mi chica, en un abrir y cerrar de ojos volteé a Vane quedando ella abajo de mi cuerpo, ahí la bese de manera cálida y paulatinamente, había la necesidad de dejarle sin aire como símbolo de todo lo que me había hecho gozar y quería que ella también sintiera lo mismo. Mi mano de inmediato fue directa en busca de su entrepiernas para introducirle una bamba de placer, nuestras bocas no paraban de encontrarse y se que a ella le encantaba.
Después de un larga noche de sexo quedamos derrumbas y extasiadas sin poder dormir haciendo y planeando mil planes para un futuro.
Vanesa:
Carrillo tenemos que hacer lo posible por dormir, no tarda en amanecer.
Mónica:
Tranquila cariño, mañana no hay nada en mi agenda, así que soy toda tuya hasta que bajes a Málaga.
Vanesa:
Esa voz me agrada, ve pensado que hacer en estos días.
Mónica:
Yo te tenia una sorpresa pero ya no la puedo guardar más, si todo es posible tú y yo iremos a ver la obra de teatro del Rey Leon.
Vanesa:
Eso suena muy bien..., y que te parece si después de ahí nos vamos de cena con Joaquín y Ximena, quiero ir verles antes de irme a Málaga, bueno, más bien, quiero llevarles su regalito de navidad.
Mónica:
Me encanta la idea, solo que tenemos que ponernos de acuerdo en que restaurante será.
Vanesa:
No te preocupes, por la mañana le hablo a Ximena.
Hola, ¿cómo están? Espero que bien al menos reponiéndonos del impacto de la noticia inesperada de la ruptura.
Como bien saben esta obra o novela como le gusten llamar, le falta todavía para llegar a su final, sinceramente me gustaría ver sus opiniones de ustedes lector@s..., ¿creen que debería seguir continuando esta historia o darla por terminada?. Espero sus opiniones.
Disculpas por no subir nada antes, pero el trabajo me tenía atada .
