Narra Vanesa:
Después del hermoso amanecer nos fuimos al hotel ahí nos despedimos de Jesse, Joy y de mi hermano Carlos Rivera ya que su vuelo salía en un par de horas.
Mónica y yo optamos por desayunar y descansar un rato, mi Carrillo me tenía una sorpresa por la tarde así que teníamos que tener mucha energía para cuando se llegara el momento.
Narra Mónica:
La sorpresa que le tenia a mi Martín le encantará, hace días hice la reservación para nadar con delfines, se que Vanesa ama todo lo que tenga que ver con animales y con el mar. Al terminar este hermosa experiencia le tengo otra gran sorpresa que no se la espera.
Mónica:
Cariño mío es hora de poner marcha a nuestra cita.
Vanesa:
Ya dime de que se trata....
Mónica:
Tranquila cariño.... por cierto llévate una maleta con lo más esencial, hoy no dormimos aquí.
Vanesa:
Como usted mande bella dama, pero anda ya...dime cuál es la sorpresa.
Mónica:
Ya lo verás guapa. Ahora a disfrutar.
Narra Mónica:
Llegamos a establecimiento pero antes de bajar del auto le tapé los ojos a mi Malagueña, yo fui su guía hasta llegar al área en donde estaban los delfines, ella no se lo podía creer por su cara puedo entender que radiaba de felicidad, inmediatamente se giró conmigo dándome las gracias por esta sorpresa tan hermosa, nos fuimos a cambiar y nos metimos a nadar con ellos, fue una experiencia única, hicimos foot push, jugamos, abrazamos y besamos a los delfines.
Vanesa:
Carrillo debo de aceptar que fue unas de las cosas más hermosas que hecho en mi vida, sin duda en algún momento más tendremos que repetir esta experiencia... muchas gracias.
Mónica:
Sin duda, México nos estará esperando. Anda vamos a comer algo que todavía las sorpresas no se acaban.
Vanesa:
Pero antes ven y dame un beso como se debe.
Mónica:
Como ordene la señorita.
Narra Mónica:
Después de comer tómanos dirección a un embarcadero, rente un yate para navegar el resto del día, mi Malagueña no se imaginaba esta aventura, abordamos y pusimos dirección al fondo del mar el agua estaba cristalina y muy azul, llegó una pequeña lancha para llevarse al capitán, Vanesa puso cara de confusión no sabía porque nos quedábamos solas.
Vanesa:
Cariño pero que hace el capitán, ¿porque se marcha?.
Mónica:
No te preocupes Martín, que aquí tienes a la nueva capitana.
Vanesa:
¿Tú sabes conducir el yate?
Mónica:
Claro, así que no debes de preocuparte. Además está playa es súper tranquila y aquí pasaremos la noche.
Vanesa:
Esa idea suena muy bien, que hoy no te me escapas hoy te haré él amor hasta que me supliques que pare.
Mónica:
Créeme que la que va a suplicar, serás tú Martín.
Vanesa:
¿Me estás retando Carrillo?
Mónica:
Mmmmm tal vez Malagueña.
Vanesa:
Ya veremos.
Narra Vanesa
Este día a sido de puras sorpresas, Mónica a sido muy detallista conmigo, no quiero que nuestro viaje termine pero se que tarde o temprano pasará.
Nuestra tarde en el yate fue sensacional platicamos de las muchas cosas que queremos hacer a nuestra llegada a Madrid. Eran las 8:00 de la noche cuando fuimos a buscar a la cocina los elementos para preparar nuestra cena, en lo que estaba la cena yo fui al cuarto a buscar mi guitarra tenía días que no la tocaba claro está que la inspiración llegó a mi, empecé a tararear y salió una gran melodía. Se llegó la hora de cenar, Mónica abrió una gran botella de Champagne y disfrutamos de la música de fondo que teníamos. Seguíamos platicando de los futuros viajes que podríamos hacer, hasta cuando empecé a sentir su manos en mis piernas y eso era mi debilidad, poco a poco fue quitándome la ropa hasta dejarme en ropa interior, inmediatamente la hice que se abrazara a mi ahorcajadas para llevarla a la mesa del comedor ahí yo la fui desnudando, mis manos tenían urgencia por sacar cada prenda de su cuerpo, empecé besando su cuello hasta llegar a sus pechos ahí jugué con ellos, los mordí hasta hacerla gemir, continué besando su abdomen hasta que ella tomó mi mano y me indicó en donde quería que se posicionará, y así fue, mi mano fue a buscar a su clítoris para estimularlo y hacerla tener un orgasmo placentero.
Narra Mónica:
Vanesa estaba súper caliente y eso a mi me prendía más, rompí su tanga roja de encaje y su sostén salió volando, ella me posicionó en la mesa del comedor, yo la hice subirse conmigo a la mesa, ahí la giré y quede en medio de sus piernas no tuve piedad y mi boca buscó su zona más prohibida de su cuerpo, le hice un sexo oral hasta que derramó una que otra lágrima de placer......
Vanesa:
No se te ocurra dejarme a medias, continua por favor.....
Mónica:
Ni de broma digas eso cariño....
Vanesa:
Sigue, sigue, sigue no pares.
Narra Mónica:
Después de estimular su clitoris, metía y sacaba dos dedos con gran fuerza a su vagina y volvía a repetir este acto varías veces, mi boca no dejaba de buscar sus pechos, los pezones se le pusieron duros y la piel se ponían erizada, ella cada vez me pedía más y más.
Vanesa:
Que gran manera de follarme Carrillo, te llevare más seguido de viaje para que me hagas subir la calentura a mas no poder.
Mónica:
Calla y goza Martín. Que después será mi turno y quiero un buen trabajo.
Narra Vanesa:
Esto ya era una guerra de placer, ahora nuevamente tocaba mi turno, baje a Mónica de la mesa y la lleve a al cuarto, la recosté en la cama quedando ella boca abajo y ahí empecé nuevamente a recorrer su cuerpo pero ahora de abajo hacia arriba, bese su piernas con beso cálidos que hacían que su piel se erizara, llegue a culo y lo acaricie, me senté en el para después hacer un recorrido de besos en su espalda y dejar una que otro rasguño, mi mano pasó por debajo de su abdomen buscando su punto débil para introducir nuevamente mis dedos.
Narra Mónica:
No se que tienen las manos de Vanesa que me dan placer con solo tocar mi piel, sin duda Vanesa sabe en donde tocarme para hacerme desbordar deseo sexual, una vez más me llevo a probar otra posición, me llevo a un pequeño sofá que estaba en el cuarto y me hizo sentarme en su pierna ahorcajada y me hacía mover mis caderas para adelante y atrás..... cuando de repente sentí un largo orgasmo.
Mónica:
Creo que yo soy la que ha perdido la batalla..... pero no la guerra.
Cada vez me sorprendes más Martín.
Vanesa:
¿Quieres que pare?
Mónica:
No. Continúa que tenemos una larga y maravillosa noche.
Este capítulo está un poco muy intenso, siempre será con el respeto hacia las protagonistas.
Espero y los disfruten.
