Narra Vanesa:
Mi Carrillo y yo pareciéramos estar sincronizadas. Vestíamos las dos vestidos en color blanco, ella en lo particular se venía muy guapa, su ojos desde un principio fueron mi perdición, su olor me da paz, tranquilidad y libertad. Tocaron a nuestra puerta para llevarnos a nuestra cena perfecta, bajamos tomadas de la mano sin importar quienes nos vieran, el hotel estaba prácticamente solo para nosotras. Llegamos al camino de velas que nos llevaba a un punte bajamos las escaleras y ahí nos esperaba una mesa con copas de champán.
Vanesa:
Espero y te guste esta cena romántica que prepare especialmente para nosotras. Toma asiento.
Mónica:
Nunca lo imaginé... sabes que me encanta ser sorprendida...muchas gracias Martín.
Vanesa:
Quiero brindar por nosotras, por ser valientes, por tener el valor de defender el amor por encima de cualquier prejuicio, por ser las voces de aquellos que se ven obligados a callar su amor, por todo lo bueno y malo que vamos a vivir...Mi Carrillo valió la pena todo lo que nos tocó pasar hasta encontrarnos para disfrutar y gozar de lo hermoso y maravilloso que es el amor. Te amo.
Mónica:
Me estás haciendo llorar Martín, gracias por darme este amor tan puro, sin duda mi corazón no se equivocó al elegirte. Brindemos para que nuestra llama del amor nunca se apague. Yo te amo más guapa. (Besos)
Narra Mónica:
Estábamos disfrutando de nuestra cena, cuando en eso empecé a escuchar una canción tan linda cantada por el gran Carlos Rivera.
Otras vidas
No sé qué es lo que hice en otras vidas
A quién tuve salvar para que me salvaras tú?
Tal vez cure en la guerra mil heridas
Para que hoy en tus brazos encontrara la quietud
No sé si yo te encontré
O si me encontraste tú
No sé, qué fue
Qué es lo que hice que no lo puedo creer
Podría jurar, que es cosa de dios
Cuando te miro solo puedo agradecer
Lo que sucedió para poderte merecer
Que aún no lo puedo creer
No sé qué es lo que hice en otro tiempo
Para ahora encontrarme en este instante junto a ti
Tal vez fui el agua que bebiste en el desierto
Para que hoy seas quien me vino a revivir
No sé si yo te encontré
O si me encontraste a mí
No sé, qué fue
Qué es lo que hice que no lo puedo creer
Podría jurar, que es cosa de dios
Cuando te miro solo puedo agradecer
Lo que sucedió para poderte merecer
Que aún no lo puedo creer
No sé, qué fue
Qué es lo que hice que no lo puedo creer
Podría jurar, que es cosa de dios
Cuando te miro solo puedo agradecer
Lo que sucedió para poderte merecer
Que aún no lo puedo creer
Aún no lo puedo creer
Narra Mónica:
La letra de la canción está hecha para nosotras no hay duda. Carlos le puso un sentimiento que traspasó cada capa de la piel hasta conectar con el corazón, yo no pude evitar llorar y me abrace a Vanesa...nos unimos a un beso del que no quería despegarme, al acabar la canción se acercó Carlos para felicitarnos por este ciclo nuevo que estamos empezando, Carlos es alguien muy importante para Vanesa, en lo particular no tenia el gusto de conocerlo en persona, llegue a ir a uno que otro concierto con Patricia en Sevilla y debo de reconocer que tiene grandes letras, por último se despidió de nosotras y al vez dejándonos un regaló el cual era un grupo de músicos tocando la canciones más románticas en saxofón, violín y chelo.
Narra Carlos:
Ver a mi Vane tan enamorada me hace muy feliz, Mónica es un ser un angel que llegó a la vida de Vanesa a sumar y aportarle un montón de cosas positivas.
En lo personal estaba muy nervioso, quería que está sorpresa saliera muy bien, así que di lo mejor de mí, me concentre y me deje llevar por la pasión y por el sentimiento.
Mónica:
Antes de que acabe nuestra noche yo también te tengo una sorpresa, quiero entregarte este collar que fue hecho para ti y otro para mi, el tuyo le cuelga un libro y ahí mismo viene grabada nuestra fecha de cuando nos hicimos novias, el mío tendrá una nota musical que también traerá la fecha, para así recordarnos que debemos de ser fuertes para la lucha de la conservación de nuestro amor en los momentos más débiles o cuando no estemos juntas, tú me encontrarás a través de la lectura y yo por medio de la música.
Vanesa:
Pero qué precioso está, sabes elegir muy bien... ¿me ayudas a ponérmelo?
Mónica:
Por su puesto corazón mío.
Vanesa:
Cariño, es hora de irnos al cuarto ¿que te parece si nos metemos un rato al jacuzzi?
Mónica:
Yo encantada.
Narra Vanesa:
Llegamos al cuarto, éramos las mujeres más felices del mundo, empecé a preparar el jacuzzi con agua tibia y mucha espuma, Mónica fue la primera en meterse, yo me encargué de poner la música y de servir el vino, estuvimos charlándose miles de temas pero el especial es cómo sería él contarle a nuestras familias de nuestra relación. Disfrutamos como niñas pequeñas del agua. Como diría mi querido Joaquin Sabina:
Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una, y las dos y las tres.....
Y desnudas al anochecer.....
Nos encontró la Luna.
