Narra Vanesa:
Me levante súper temprano y me puse hacer el desayuno, cuando menos pensé Mónica también ya estaba en la cocina haciéndose un café. Desayunamos tranquilamente conversamos de nuestro viaje a México, ella me decía que teníamos que bucear en los cenotes que son maravillosos a lo cual no me iba a oponer, quien me conoce sabe que amo al mar. Nuestro vuelo salía a las 18:00 pm hora de Madrid volaríamos directamente a la Ciudad de México, era un viaje pesado porque dura 12 horas, después tomaríamos otro vuelo directo a Cancún.
Mónica:
Espero que goces y disfrutes este viaje.
Vanesa:
Verás que si... será el primero de muchos más.
Mónica:
Ahora a subir al avión... que empieza la diversión.
Vanesa:
A disfrutar se ha dicho...
Narra Mónica:
Durante todo el viaje nos fuimos tomadas de las manos, platicamos de muchas cosas pero en especial cómo será el decirle a nuestras familias sobre la relación que tenemos, en lo personal ya tenia varios años soltera y se que mis padres serán los primeros en estar feliz por esta nueva etapa de mi vida. Después de un largo rato Vanesa se quedó dormida en mi hombro, nunca me cansaría de verla es la mujer perfecta y se merece todo lo bonito que tiene la vida.
Vanesa:
Carrillo hemos llegado. Solo queda hacer escala para tomar el siguiente vuelo que va directo a Cancún.
Mónica:
Dios el vuelo se ha hecho súper corto... ¿será porque venías conmigo?.
Vanesa:
Lo más probable es que si, pero el siguiente vuelo es más corto dura aproximadamente 2 hrs. ( Timbre del celular).
Vanesa:
Hola mi niño, ¿qué pasa?.
Carlos:
Hola mi Vane, ¿ya llegaste al aeropuerto?.
Vanesa:
Si. En un momento más tomaremos el siguen vuelo, pero dime ¿qué pasa?.
Carlos:
Solo para decirte irán por ustedes al aeropuerto y las llevarán al hotel, yo viajo hoy por la noche. Todo saldrá espectacular mañana.
Vanesa:
Muchas gracias por todo tu apoyo, te quiero.
Carlos:
No agradezcas, te quiero mi Vane. Te veo mañana. Chao.
Vanesa:
Chao.
Mónica:
¿Pasa algo?, te pusiste muy nerviosa.
Vanesa:
No, todo bien, solo tenía un pendiente pero ya quedó resuelto.
Mónica:
Que bien, ahora vámonos.
Narra Vanesa:
Mi querido Carlos Rivera mando por nosotras al aeropuerto, Mónica venia muy cansada así que optamos por ir directamente al hotel para descansar y comer algo, después de un rato bajamos a la playa y por suerte nos toco ver un hermoso atardecer evidentemente era muy placentero que nos llenaba de energía, nos daba tranquilidad y felicidad. Por mi rostro rodaron un par de lagrimas de sentimientos encontrados, recuerdo que se me cerró la garganta y solamente abracé a Mónica sin poder decir nada. Nos quedamos un largo tiempo en la misma posición hasta que ella me preguntó:
Mónica:
¿Ya estás más tranquila?.
Vanesa:
Si. Ya, perdona es que me da miedo que todo esto, es hermoso, maravilloso y el miedo es que tarde o temprano llegue a su final.
Mónica:
Ey guapa no pienses eso, que ya es hora de que seamos felices.
Vanesa:
Lo sé, pero tengo miedo. Que los mismos medios de comunicación hagan que nuestra relación se valla a la mierda por qué tarde o temprano nos van a relacionar o que te canses de mis viajes y no tenga tiempo que se debe para lo nuestro.
Mónica:
Cariño hay que vivir el día como si fuera el último, somos dos personas maduras y sabremos llevar esto, además no podemos dejar lo que nos apasiona, en este caso tú con la música, tú naciste para esto, eres arte.
Vanesa:
Que bonito todo esto que dices... gracias por tu apoyo.
Mónica:
Anda bésame
Vanesa:
Por su puesto le doy lo besos que usted quiera.
Mónica:
Te cansaras de tanto besarme.
Vanesa:
Mejor vamos al cuarto, ahí podemos hacer y deshacer nuestros cuerpos.
Mónica:
¡Madre mía! Nos estamos tardando...la que llegue al último mañana invita la cena...(corren al cuarto).
Vanesa:
He perdido mañana yo invito... pero con la condición de ponerte muy guapa para mi.
Mónica:
Trato hecho Martín. Ahora acércate que te voy a desvestir... tengo ganas de ti.
Vanesa:
Sígueme no te vas arrepentir.
Narra Mónica:
Después de ver un atardecer mágico regresamos al cuarto del hotel para dar rienda a nuestras necesidades placenteras,Vanesa me fue llevando hasta entrar al jacuzzi ahí nos esperaba una un camino de pétalos de rosas rojas con velas aromáticas, nuestro balcón que tenía una vista súper bonita que era el mar de frente y el sonido de las olas era la melodía del momento.
Estando ya las dos adentro yo tomé la iniciativa para hacerle el amor a Vanesa, me monte arriba de ella, nuestras partes intimas tuvieron un rose muy placentero, fui besando su cuello y a la vez lamiendo sus pechos, mientras ellas jugaba con mi punto débil y me hacía gemir de placer, después sus manos se quedaron haciendo tiempo en mi trasero mientras tanto mis manos abrieron sus piernas para poder desplazar mis dedos hasta llegar a su punto débil, la hice sudar, gozar, disfrutar y llorar de placer.
