Universidad

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Era temprano cuando Maira se reinició, el científico le hizo unos apaños y Maira quedó supe sorprendida cuando metió su brazo bajo del agua y vio que podía mojarse y también sonrió cuando Bross, le preparo huevos con beicon.

—-Cómo te encuentras Maira—Fue lo primero, que le pregunto Bross.

—supe contenta, tengo ganas de chillar —Dijo Maira.

—-Veremos si has sido aceptada, en la universidad —Cuando Bross encendió el portátil y vio que si estaba aceptada, Maira estaba alegre, casi daba saltos de alegría.

—-Entonces, hago la maleta—dijo Maira eufórica. —

No sé qué esperas—dijo Bross contento por Maira. Mayra hizo la maleta lo más rápido que pudo, mientras Bross la miraba sonriente, aunque pasó poco tiempo con ella, fue Maira que hizo que su corazón palpitara por otra persona. Maira saco las maletas al salón.

—-Preparar el coche —-Dijo Bross a Maira.

Maira, sé moto en el coche, mientras Bross echaba las maletas al maletero.

—-Será un viaje, un peli largo

—dijo Bross con la mano en el volante. Maira, puso la radio y empezó a tararear una canción, mientras Bross volteaba la cabeza observándola. Bross siempre fue, el qué pensó, qué todo Científico deja su huella en sus experimentos, cosa que los otros científicos no pensaba y por eso lo echaron. Iban en el coche, Cuando una voz salió de un aparato, dejando a Maira confusa...

—Oye Bross De dónde suena esa voz—Dijo Maira, observando por todos lados.

—Es del GPS Maira no busques más

— Bross intento aguantando las carcajadas. Bross aparco el coche y Maira vio entrar a muchos niños, Ella los miraba sorprendida. Maira se despidió de Bross dejándole un beso en la mejilla. Bross la miró sorprendido, pero la abrazó y fue el mejor momento de Maira. Ella entró y fue a la recepción.

—¿Se le ofrece algo, señorita?—-Dijo una muchacha.

—Si estoy matriculada quiero saber mi cuarto —-Dijo Maira, buscando lo que tenía que decir por internet.

—Dime tu nombre —Dijo aquella chica de pelo negro y gafas.

—Maira —Dijo ella.

—Habitación 22 —-Le dijo la chica ofreciéndole las llaves. Maira subió, las escaleras mientras miraba, los números en negro de cada puerta, llego al final y vio el número.

—Puedo entrar -Dijo Maira observando las dos chicas, Una de pelo rizado tan rizado que a Maira le sorprendió y otra con el pelo rosa.

—Claro, es tu cuarto también—Dijo la de pelo rizado. —¿Oye una pregunta?— Le dijo aquella chica de pelo rosa, se le acercó a Maira.

—Dime —dijo Maira.

—A ti no te molesta que venga mi novio a verme, te prometo que no haremos ruido.

—-No, supongo —dijo Maira, confusa porque no entendía lo de no hacer ruido.

—-¿Qué es eso de no hacer ruido?—preguntó Maira intrigada. Las chicas se limitaron a reír y Maira no entendía por qué se reían.

—-No nos hemos presentado —-Comentaron aquellas chicas.

—Yo soy Cristal —Dijo la del pelo rosa

—Y yo soy Abril —-Dijo la del pelo moreno, Maira la miraba y ella le sonreía.

—-¿Vendrás a la carrera de motos, no?--Comentaron aquellas chicas.

Eléctricamente enamorada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora