Capítulo seis

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Muchos errores, y hay algo en la narración que no me cuadra, pero quiero mimir lo que queda de semana, no quiero editar nada, ni siquiera cargar con mi pesada alma. Me lele cabeza.

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Todos necesitan amor.

El azabache y el azul son tonalidades que fueron creadas para quedarle perfectamente a Vanitas, ese fue el primer pensamiento que cruzó por su mente al verlo bien abrigadito.

Vanitas se observaba en el espejo de la tienda, quizás encantado por la ropa nueva o asqueado por su elección de colores al momento de escoger la ropa. Lo único que sabía con certeza, era que se veía bonito.

En pantalones y abrigo negro, con el cuello de una camisa blanca asomándose por encima del cálido suéter de lana teñido de profundo azul.

-Las mangas de este abrigo son raras.

El abrigo le quedaba lo suficientemente grande para que sus deditos no se asomaran por los dobladillos, las mangas tenían aberturas en forma diamantes, y la parte de atrás quedaba levantada.

-Tienes razón, son raras -coincidió, percatándose de lo pequeño que se veía en esas ropas, las cuales parecían hechas para lucirse solamente en él -, te queda bien.

La sonrisa en el rostro del humano se ensanchó.

-Todo me queda bien.

-Lo que tu digas -los ojos purpúreos rodaron, el vampiro tomó entre sus curiosas manos una preciosa bufanda celeste -. Esto podría quedarte bien.

Mostró la prenda y se colocó delante del humano.

Envuelve la bufanda alrededor del cuello contrario, largos extremos se arrastraron por el suelo aunque el rostro del humano estaba casi cubierto, le quedaba horriblemente grande.

-¿Por qué eres tan enano? -carcajeó Noé, haciendo que el menor frunciera el ceño por su burla.

Sus ingeniosas manos decidieron aprovechar los largos extremos sobrantes, para amarrar un moño detrás de su nunca. Le acomodó la bufanda y la subió hasta taparle la nariz sonrojada de frío.

La mirada morada quedó hipnotizada, con el tímido aleteo de las pestañas tupidas, que embarcan los ojitos cerúleos.

Bonito. Vanitas era bonito. No había nada malo o romántico en pensar que una persona que consideras tu amigo es lindo, ¿verdad?

-¿Comprarán esas ropas? -una sonriente mujer estaba incómoda por tener que interrumpirlos, pero tenía que continuar con su trabajo.

Noé carraspeo, sonrojándose con el azabache al ser atrapados en una burbuja de comodidad, alejándose al estar apenados. El mayor de ambos se acercó al mostrador para pagar por toda la vestimenta que usaba el azabache y la que habían guardado en las bolsas.

Salieron de la tienda sin decir ni una sola palabra. Murr los esperaba tranquilamente afuera, siguiéndoles cuando empezaron a deambular.

Escarcha, las calles parisinas estaban colmadas de escarcha, acumulándose encima de los tejados y espolvoreado los árboles, tan blanco como el cabello plateado del vampiro.

El invierno le gustaba en algunas ocasiones, a veces les pillaba deprimentes, pero en otras ocasiones, les hacía recordar que la vida necesariamente no necesitaba ser colorida para ser hermosa, que los colores helados también podrían serlo.

☂ 𝕖𝕧𝕖𝕣𝕓𝕝𝕦𝕖 ─「ⱽᵃⁿᵒᵉ | ⱽᵃⁿⁱᵗᵃˢ ⁿᵒ ᶜᵃʳᵗᵉ 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora