Capítulo nueve

772 72 68
                                    

Perdonen la tardanza del mal narrado capítulo.

════ ‧₊˚☂˚₊‧ ════

‧₊˚
‧₊˚
‧₊˚
‧₊˚
‧₊˚
‧₊˚

La inmensidad del lujoso comedor nunca fue tan palpable hasta que el vampiro dejó de comer con el. Vanitas suspiró al verse nuevamente solo, terminó apoyando su codo en la helada mesa y dejó caer su mandíbula sobre su puño.

De la noche a la mañana, Noé colocó una distancia abismal entre ambos, no le hablaba, no le ha visto en días, apostaba que con tal de evitarle se saltaba las comidas, tampoco dormía bien. La preocupación se estableció en su pecho.

¿Había hecho algo mal?

No lo creía. Vanitas solía ser muy irritable cuándo quería ser indiferente con las personas, con Noé era todo lo contrario, trataba de ser educado y no ser alguien insoportable. Aunque de vez en cuando se asomaba parte de su personalidad burlona.

¿Se había molestado por fastidiarlo con su debilidad por su sangre? Era una opción, sinceramente el vampiro nunca mostró señales de desagrado, o eso lo decía los balbuceos borrachos sobre cuánto le gustaba su sabor, o el inequívoco y notorio bulto en los pantalones.

Las erecciones era algo que conocía, podía ser una clase especial de chico, pero sabía las funciones de su pene. Entendía a Noé, escucharlo gemir y sentir los estremecimientos de su cuerpo seguramente daba demasiado para la imaginación.

No le molestara que se excitara por él, no le desagrada o incomodara, quería ser el único que pudiera provocar eso.

Negó con la cabeza, sacudiendo ese pensamiento posesivo fuera de su mente, todos los colores sonrosados desdibujando su cara. Tratar de resolver el rompecabezas de melancolía debería ser su único pensamiento, necesitaba armar para comprender porque al vampiro le gustaba escaquearse en su mundo polvoriento.

-Hoy tampoco vendrá a desayunar conmigo ¿verdad? -preguntó Vanitas, apenas Amelia sirvió el desayuno.

Amelia lo observó.

-Supongo -la mujer alzó los brazos en un encogimiento de hombros, para nada sorprendida -, pero ha salido con más frecuencia que en los últimos años -su sonrisa aún amable -, creo que es por ti.

Esas palabras estremecieron por completo su cuerpo, su piel se erizo, la observación lo abordó agradablemente.

-¿Por qué Noé se mantiene tan distante del mundo?

Nunca le gustó meterse en la vida de los demás, sin embargo, con Noé... anhelaba saber más.

-¿No lo sabes? -Amelía ladeó la cabeza como un pajarito, sentándose a su lado.

-No, no lo sé.

Deseaba saber más, deseaba poder ayudarle de alguna manera para que dejara de sentirse triste, de la misma manera que tiempo atrás Luna le había remendado.

-No debería contar cosas de la persona para la que trabajo -dijo ella-, lo que te puedo contar es, que la persona que amaba se marchó.

Proceso esas palabras con un dolorcito en el pecho. Pasaron segundos, minutos eternos de pensar las múltiples razones por las cuales una persona abandonaría, a un ser tan noble.

Dividió su comida en porciones pequeñas cuando decidió comenzar a comer, solo. Recordó que hubo un tiempo en el que apenas comía las sobras de sus captores, por lo que no estaba acostumbrado a comer en grandes cantidades de golpe.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 05, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

☂ 𝕖𝕧𝕖𝕣𝕓𝕝𝕦𝕖 ─「ⱽᵃⁿᵒᵉ | ⱽᵃⁿⁱᵗᵃˢ ⁿᵒ ᶜᵃʳᵗᵉ 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora