Pareja Explosiva

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Seis hombres estaban alrededor de una maleta que estaba en el pequeña mesa del centro.

-Me lo dieron para ustedes–Dijo Yoongi con una sonrisa. -Solo soy un mensajero seguro...

-¿Y dices que lo dio Woo Jin?–Preguntó Jin.

-Y su madre... Ah! y su marido también, dijeron que gracias otra vez y que esperan no verlos nunca más–Dijo Yoongi relajado. -Ahora si me voy, solo quería saber como estaba mi hermana y verla con mis propios ojos...

-Gracias por la entrega–Jimin le sonrió.

-Gracias a ustedes por lo que hicieron–Yoongi les hizo una reverencia. -Si en algún momento de sus vidas necesitan un favor pueden contar conmigo... Ustedes hicieron mas por mi en un día que otros en muchos años...

-Si si si, ya deja ese formalismo–Nam le sonrió. -Qué te vaya bien...

-Gracias y adiós...

-¡Adiós!–Le dijeron todos al tiempo.

Al despedirlo volvieron la vista a la maleta que estaba enfrente... Se miraban entre todos hasta que Nam habló.

-¿Cómo lo vamos a dividir?–Preguntó curioso.

-Por partes iguales, es lo justo–Jin lo miró serio. -¿O piensas lo contrario?–Preguntó.

-No.. Solo pregunto, es una pregunta normal..

-Ya dejen de discutir–Jimin suspiró. -Mañana por la mañana Seok dividirá el dinero entre nosotros..

-¿Por qué él?–Preguntó Nam al cruzarse se brazos.

-Por qué si–Jungkook se levantó y suspiró después de sobar su frente. -Deja de reprochar todo Nam, por Dios... Pareces un niñato de 10 años...

Jungkook se fue enojado hacia el segundo piso.

-Nam enserio.. Estas peor que yo cuando me pongo fastidioso–Hoseok se levantó y tomó la mano de Tae para llevárselo.

-Adiós–Tae les agitó la mano con una sonrisa y dejó que Hoseok lo abrazara para salir de la sala y subir al segundo piso.

-Seok sabes que hacer–Jimin cerró la maleta y se levantó. -Llevala contigo y mañana haces el conteo y la repartición...

-Ujum, gracias por confiar en mi–Jin le sonrió.

Jimin miró a Nam y solo negó levemente para irse dejando solo a los dos mayores.

-Me voy–Jin se levantó y agarró la maleta.

-¿La subo? Esta pesada–Nam lo miró. -No es que no confíe en ti... Es...

-Te caigo mal, no hay nada mas que decir–Jin se iba a ir pero Nam agarró la maleta. -¿Que quieres?–Preguntó molesto.

-¿Estás así por qué no quise tener sexo contigo ayer?–Nam lo soltó y se le paró al frente. -¿Es por eso?.

-No, no es por eso, no es que me importe que no te hayas querido meter entre mis piernas... Hay una fila de hombres esperando esa oportunidad y no te la daré a ti ni por que fueras el ultimo hombre en el mundo–Jin intentó irse otra vez pero Nam lo detuvo.

-Pero ayer bien que si lo pedías–Nam sonrió con arrogancia. -¿O te recuerdo como gemias cuando me restregaba contra ti? ¿O cuando intentaste abrir mi pantalón...?

-¿Y?–Preguntó Jin sin mucho interés. -Eso no significa nada, si quieres recordarlo para alimentar tu ego hazlo... La verdad no me importa lo que piensen estúpidos machistas como tu...

Jin lo empujó con fuerza y se fue a su habitación cargando la maleta, al subir las escaleras sintió el dolor en el pecho.. Terminó de subir y al llegar a la habitación tiró la maleta para sentarse en el suelo después de cerrar la puerta. Recostado a la madera recordó lo que había pasado el día anterior.

-Seokjin–Llamó Nam al verlo en la puerta de la habitación despidiéndose de Tae. -¿Nos puedes dejar hablar?–Le preguntó a Tae.

-Si, adiós, descansen–Tae sonrió y se metió a la habitación que iba a compartir con Hoseok.

-¿Que quieres?–Preguntó Jin serio.

-Hablar–Nam se metió a la habitación sin permiso. -Lo hago solo por Jungkook y Jimin, no por que quiera...

-Si no quieres esta bien, puedes irte y fingiremos que hablamos... Todo bien–Jin al ver que Nam se sentó y se cruzó de brazos sin decir nada, decidió cerrar la puerta. -¿Que quieres?.

-Qué dejes esa actitud hacia mí, si lo haces no te diré nada nunca más...

-¿Que actitud?–Preguntó Jin al sentarse en la cama.

-Esa con la que siempre me hablas, no quieras hacerme igual que tu por que no quiero... Me parecería a cualquier persona menos a ti–Nam suspiró. -Si dejas de estar diciendome que hacer, como y por qué, no te volveré a hablar si es que lo deseas... También debes dejar de mirarme como me miras, si dejas tu hostilidad todo podra ser mejor...

-Si ya terminaste vete–Jin se quitó los zapatos sin verlo. -Debo descansar...

-¿Es lo único que dirás?–Preguntó Nam enojado y se levantó.

-Si–Jin se quitó los calcetines y los tiró a un lado. -Vete...

-¿Te gusto verdad?.

Esa pregunta dejó estático a Jin.

-Solo por dos razones alguien es así con una persona que no conoce–Explicó Nam acercándose a él. -Por que lo odia sin razón... O por qué le gusta... Actos de niños de escuela...

Jin pasó saliva cuando Nam acercó los rostros, lo acostó y con una arrogante sonrisa lo tomó de las mejillas con una mano mientras que con la otra se sostenía de la cama.

-Veo como me deseas–Susurró Nam de manera seductora. -Lo siento..

Jin cerró los ojos y elevó su rostro para besarlo, Nam sonrió divertido y estampó sus labios contra los del mayor besandolo de manera brusca, Jin correspondió de manera muy apasionada llevando sus manos a la espalda del moreno mientras subía sus piernas a la cadera de él. Nam le soltó el rostro y bajó su mano al muslo de Jin subiendo más su pierna, separó los labios bruscamente pero movió sus caderas simulando penetraciones haciendo gemir al mayor, Jin metió sus manos dentro de la camisa del moreno y enterró sus uñas del placer que sentía, su cuerpo pedía más así que sin pensar sus manos viajaron al pantalón del menor.. Cuando iba a buscar sus labios otra vez Nam se levantó rápidamente.

Jin se quedó mirándolo, su pecho subía y bajaba de manera muy rápida.

-¿Que pasa?–Preguntó Jin agitado.

-Me voy–Dijo Nam acomodando su ropa. -Ya verifiqué lo que sabía... Te gusto pero no te preocupes, no eres el primero que cae en mis encantos...

-¿Que?–Preguntó Jin absorto.

-Cómo lo escuchaste, ya verifiqué que te enamoraste de mi... No diré nada, te guardaré el secreto pero no te ilusiones conmigo.. Tu no eres para nada de mis gustos.. Ni ereccion me hiciste tener..

Jin se sentó y vio como Nam salía de la habitación como si nada.

Jin golpeó su cabeza contra la puerta por el recuerdo que lo tenía atormentado.

-Eres un idiota–Se dijo a si mismos con mucha molestia. -Nunca un hombre se ha fijado en ti, menos ese imbécil que sólo juega contigo y se divierte–Jin se quitó las botas y las tiró contra la cama con ira. -Le diste lo que quería, ahora se burla de ti pedazo de imbecil... Eres un retrasado...