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Capítulo 03 | La fiesta de
antifaces [2]

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Lia llevaba tiempo buscando a su mejor amiga por los largos pasillos del salón de arriba, pero no la encontró

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Lia llevaba tiempo buscando a su mejor amiga por los largos pasillos del salón de arriba, pero no la encontró. Tampoco contestaba las llamadas y eso la hacía sentirse cada vez más ansiosa.

Creyó que la mejor opción era llamar a Rika y contarle lo sucedido, tal vez con su ayuda encontrarían a Shin-ae y después se marcharían de la enigma fiesta sin causar más problemas.

¿Lia? ¿necesitas algo? –preguntó Rika una vez que respondió la llamada.

–Sí, ¿podemos irnos ya? –soltó, con la esperanza de que ella accediera a su pedido.

¿Qué?? –exaltó la peli azul al otro lado de la línea–. ¡Si llegamos hace dos horas! ¿Dónde estás?

–Estoy cerca del salón de baile de arriba –aclaró–. El problema es que perdí a Shin-ae de vista, y no la encuentro por ninguna parte.

Descuida, ella debe de estar en el comedor, justo a lado del salón de baile... Maya y yo nos quedaremos bailando un poco más.

–Pero...

¡DIOS MÍO, DIOS MÍO, DIOS MÍO! –los gritos de Maya a través de la línea, fue un impedimento para que Lia terminara de explicarles lo que realmente estaba pasando–. ¡Rika! ¡Es Benedict Cumbrebaje!

¿¿QUÉ?? ¿Dónde...? Tengo que colgar Lia, te llamo en un rato.

–¡Esperen! Necesit-... –Lia dejó de hablar cuando comenzó a escuchar el timbrado del celular, dejándole claro que habían cortado la llamada–. ¿Qué? ¡Me cortó!

Ella suspiró profundamente, sabía que tenía que mantenerse tranquila si en verdad quería terminar con esta inquietante situación.

–¡Okey... cálmate! –se dijo Lia así misma mientras se apoyaba en un muro del salón–. Solo tengo que volver a llamarla... –marcó una vez más el contacto de Rika, pero solo escuchó el correo de voz–. ¡¡ME ESTÁ IGNORANDO!! –gritó fuertemente sin importarle nada, y cuando volvió su mirada a la pantalla del dispositivo, notó algo que la dejó aún más alterada–. No... no puede ser...

Sí, también se había quedado sin batería. Eso era igual a cero comunicación con alguien. Ahora ya no podría llamar de nuevo a Rika, quien evidentemente la estaba ignorando, pero sobre todo, ya no podría comunicarse con Shin-ae, de quien no sabía absolutamente nada de su paradero.

–¿Estás bien? –preguntó de repente un chico de cabellera pelirroja y antifaz rojo, quien se encontraba apoyado en el mismo muro que Lia–. ¿Necesitas ayuda?

Descubriendo tu dulce amor  ||  𝐊𝐨𝐮𝐬𝐮𝐤𝐞 𝐇𝐢𝐫𝐚𝐡𝐚𝐫𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora