El comienzo

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Prólogo 

En el principio de los tiempos, desde la prehistoria hasta los mismos años actuales, siempre se ha creído que hay alguien o algo más que nos mueve. La fe, el coraje, el amor, etc. Sobre todo la fe en alguien, podríamos decir en Dios o en algún objeto, estatua representando o una autoridad, etc. Él siempre ha estado velando por nosotros, por el bien común, para que fuésemos más compasivos, bondadosos. Pero la gente ha ido perdiendo esa fe en las entidades, en los que gobiernan. Dios lo estaba viendo desde arriba y, preocupado por lo que iba a suceder, decidió elegir a cinco personas de la actualidad, darles la oportunidad de volver a tener fe en la humanidad y en él. Vio la necesidad de darles la opción de volver a empezar una vida incluyendo los recuerdos, pensamientos de esa alma, sin importar lo que iban a dar u ofrecer en el tiempo donde iban a volver a nacer.Por eso mismo, eligió a sus cinco héroes para poder salvar el mundo que conocen. He aquí que cuento la historia intrépida, con coraje, de estos cinco héroes, que, con el paso del tiempo, se verán obligados a pensar en los demás y no solo en ellos. 

 Capítulo 1

 En la actualidad el mundo dejó de lado la magia. Todo era tranquilidad, ciudades con mucho ruido, tráfico, trabajos aburridos, contaminación, gente que creía en Dios. Sinceramente, como estamos viviendo ahora mismo.Había un hombre llamado Sebastian Hughes. Tiene treinta y tres años, soltero, trabaja de ejecutivo en una empresa de tecnología informática. No creía en Dios, ya que nunca le escuchó ni le ayudó cuando lo necesitaba. Así que cada vez que se encontraba a personas que trabajaban en la iglesia, como sacerdotes o monaguillos, siempre hablaba mal de Dios y les decía que no le molestaran más con ese tema.Un día más, frustrado, saliendo de su casa para ir al trabajo, viendo a la gente que pasaba a su lado, como corrían los niños, como saltaban de alegría sin ninguna preocupación, pensando cómo de aburrida y monótona era su vida. No tenía nada, ni familia ni esposa ni tampoco perro. Tuvo que pararse, ya que el semáforo se puso en rojo para los peatones, y, cuando estaba esperando en el paso de cebra a que se pusiera verde..., de repente alguien le empuja por la espalda y lo tira hacia el autobús que venía pasando en ese momento. Sebastian pensaba cómo era posible 12que pudiera ser su final —¿tan fácil era que acabara así su vida?— mientras se acercaba el autobús hacia él. Antes del impacto, se paró el tiempo. Él, consciente de lo que estaba pasando, se fijó directamente en quien le había empujado. En ese momento, el hombre le dijo:—Vaya, vaya... Qué fácil es quitar la vida, Sebastian. He estado todo este tiempo escuchando tus quejas, tus habladurías de mí. Cada vez que venían devotos a hablarte de mí o darte información, no parabas de echarlos fuera. ¿Tantas ganas tienes de que te escuche? Aquí estoy, pero ahora mismo no vengo a hacer eso. Vengo a darte una segunda oportunidad de que recapacites. Tú y otros cuatro más. Habéis acabado con mi paciencia. Esta vida te la quitaré, todos los beneficios de esta vida no los tendrás. Te vas a reencarnar en otro cuerpo, teniendo tu conciencia y recuerdos de ahora mismo. Espero que aproveches tu última oportunidad; si no lo haces, no volverás a nacer —le dijo riguroso.Sebastian le responde:—¿Esto lo haces por venganza? ¿Cómo sé que eres Dios y no el diablo? —dijo con miedo.Dios le responde:—Si fuera el diablo, te llevaría directo al infierno y no te brindaría una segunda oportunidad. Recuerda que no eres el único que envío a esa época. Tu viaje empieza ahora. Suerte.En ese momento, el tiempo volvió a la normalidad. Sebastian perdió el conocimiento.


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