Cebollas

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Siglo XXI

Viernes, el último día de la semana, en el cielo el sol brillaba sin ninguna nube, el día perfecto pensaran ustedes, pero Scarlett enserio la estaba pasando mal,
¿porque?
Bueno, estaba resfriada, la garganta le dolía, le chorreaba la nariz y no paraba de estornudar así que se tuvo que quedar encerrada en su habitación descansando. Cuando apenas empezó con estos síntomas ella se asustó ya que se le pasó por la cabeza qué tal vez podría ser covid, pero se calmó cuando la llevaron al médico, este le dijo que era solo un resfriado y que en unos días iba a estar mejor.
Ella odiaba estar de esa manera- bueno, a quien le gusta estar resfriado- no le gustaba estar encerrada, pero no le quedaba de otra.

Cada tanto su madre la iba a revisar y le preguntaba cómo se sentía, a lo que ella siempre respondía con un "bien", pero la verdad es que estaba más aburrida que una ostra, lo único que hacía era oler una cebolla que le había dejado su madre para que se descongestionara. Al cabo de un rato su teléfono vibró, lo tomo y miro la pantalla para ver una llamada de Marian, la contesto y se quedó hablando un largo rato, de la escuela, tareas y las cosas que harían cuando ella se recuperara, lo que sería en un par de días.
-okey y como te sientes ahora?- pregunto Marian preocupada por la salud de su amiga.
-Bien, la verdad es que no me siento tan mal a diferencia del primer día, al menos no e perdido el gusto ni el olfato- respondió
-¿porque?-
-porque si los pierdo significa qué tal vez tenga covid-
-Wow, ojalá que no los pierdas, Bueno te tengo que dejar, tengo que hacer la tarea que nos dejó la profesora Rodecia, te la mando enseguida, adiós que te mejores-.

Y así, después de pasar un rato con su soledad Scarlett tomo la cebolla que estaba en su velador y se la acercó a la nariz para que se le destapara, pero para su sorpresa ella no pudo oler absolutamente nada- Pero que- dijo en un tono de sorpresa y preocupación, se la acercaba más para poder olerla pero no resultaba, oh no, si ella había perdido el olfato como pensaba también había perdido el gusto, así que para comprobar, sin pensarlo dos veces tomó la cebolla con ambas manos y le dio un gran mordisco, Scarlett esperaba no tomarle el sabor, pero sucedió todo lo contrario.
- agh, que asco!-
Mencionó a la vez que se sacaba los restos de cebolla que tenía en la boca.

Resulta que las cebollas se secan después de un cierto tiempo y el olor no se siente, claro Scarlett no estaba enterada de esto, así que cuando su mamá la fue a ver ella le contó todo.
Matilda se puso a reír ante las palabras de su hija porque vamos a uno no le cuentan algo como eso todos los días.

Al pasar unos días Scarlett ya estaba mejor, fue a la escuela y le contó su anécdota de la cebolla a sus amigos, y reaccionaron de la misma forma que su mamá.
Su primo Robin no paraba de reír con eso
-No puedo creer que hallas mordido una cebolla- dijo entre risas
-si, la verdad es que lo sigo asimilando-
Dijo para luego ser interrumpida por el timbre, todos se fueron al salón mientras Scarlett formó una sonrisa en su rostro al recordar otra vez lo que le había pasado.

Hola 💞 perdón por la desaparición, estoy algo ocupada, pero no me e olvidado de esta historia

Robin Hood Aventuras en Sherwood- One Shorts-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora