𝑽𝑰𝑰 : a strange but amazing day

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- :: Un dia extraño pero increíble

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( vii )


El dolor se volvía insoportable para Calle. Todo a su alrededor daba vueltas. Temía que de pronto no pudiera tener las fuerzas para levantarse. Aun sabiendo que, como bien se lo había dicho su médico, los síntomas de la fase terminal se manifestando, temía que ése realmente fuera su final.

«No quiero morir aún. Necesito un poco más de tiempo, por favor. Si realmente existe un Dios que todo lo ve, por primera vez necesito que escuches mis súplicas» —— lloró en lo más profundo de ella mientras giraba la llave del grifo para dar paso al chorro agua.

La castaña permaneció sentada bajo el grito, sintiendo el agua caer sobre su cabeza y empapar de ése modo el pijama que llevaba puesto. Todo su cuerpo estaba temblando. Todo a su alrededor estaba girando.

Apenas la castaña se dio cuenta del momento en que había amanecido. El rayo de sol que entraba a través de la ventanilla del baño y el energético cantar de los pájaros inundaron sus oídos la hicieron saber que estaba viva. Que aún estaba viva. Permaneció sentada en el frío plato de la ducha por varios minutos más antes de dignarse a levantar y salir a actuar como si todo estuviera bien. Como si en su mundo no hubiera preocupación alguna ni dolencia.

De cierto modo, la felicidad que ocupaba su corazón cuando veía a Emma le hacía olvidar que estaba a punto de morir.

Después de deshacerse de pijama mojado, se dio una ducha de agua caliente y se puso ropa diferente. Salió de la habitación y en el pasillo se encontró con Emma, quien apenas estaba saliendo de la habitación que compartía con Poché frotándose los ojos. Su cabello estaba desordenado y su rostro aún estaba bastante adormilado.

—— Buenos días señora Calle —— dijo la niña.

Calle sonrió. Realmente estaba siendo un buen día para ella. Podía presenciar aquella imagen de su hija. Tan natural e inocente.

—— Buenos días —— saludó la castaña acercándose a la pequeña para acariciar su cabello oscuro ——. ¿Dormiste bien?

La niña asintió bostezando de nuevo.

—— No encuentro a mi mami —— habló finalmente la niña en tono llorón.

Nada más despertar buscó a Poché por todo la habitación y no la encontró. Su mamá nunca salía sin ella estar despierta. Su mamá siempre la despertaba con un beso de buenos días.

—— ¿Qué tal si te duchas primero y después vamos a buscarla para desayunar?

—— Mi mami dice que no entre al baño sola porque es peligroso.

𝐄𝐋𝐈𝐉𝐎 𝐀𝐌𝐀𝐑𝐓𝐄 | CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora