Capítulo 19

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— ¿Vieron al chico nuevo? — preguntó Donghyuck — Yo si le doy.

— Se va Mark y ya estás buscando a alguien— habló el pelinegro llevándose un sándwich a la boca.

— No es ilegal ver chicos lindos— se defendió con los brazos cruzados.

— Pensé que tú y Mark aún tenían algo— comentó Renjun mirando como las chicas hablaban del chico nuevo soltando risitas y se ponían algo coloradas.

— Yo lo termine— Renjun lo miró con el ceño fruncido — No creo en las relaciones a distancia y no quiero que se sienta atado a mí y no conozca a más persona. Quiero que salga con personas, aunque eso me duela.

— Oh, Donghyuck— dijo Renjun con la voz algo quebrada — ¿Ya no va a volver?

— Supongo que no— dijo con la voz apagada — Yo creí que no, aun cuando me haya dicho que intentara venir para las vacaciones.

El castaño hizo un puchero con los ojos cristalizados. No le gustaba ver a Donghyuck triste y apagado, cuando la mayoría del tiempo era alegre y sonreía por todo. Ahora su sonrisa ya no estaba. Miró al pelinegro, quien se encontraba a un lado de él, tenía la mirada en su comida mientras jugaba con ella.

— No estén tristes— dijo abrazando a Jeno de la cintura — verán que volverá, no va aguantar estar sin nosotros.

El pelinegro sonrió, pero más parecía una mueca. Jeno recordó cuando Mark le dijo que iba a irse del país, recordó haberle dicho que no se fuera, que podía quedarse con él, que no tendría que irse. Y recordó la sensación cuando se despidió de él, la horrible sensación de pesadez en el estómago y la idea de ya no tener a su amigo cerca.

— Ya lo creo— rio por la intención de Renjun mientras lo abrazaba y al mismo tiempo depositó un pequeño beso en la frente del castaño.


— ¿Siempre te guardas tus sentimientos para ti mismo? — le preguntó a Jeno mientras tomaba sus libros para la siguiente clase.

— ¿Por qué lo dices? — se apoyó en los casilleros mirando al castaño.

— Estabas triste con lo de Mark, ¿Por qué no me lo dijiste? — lo miró unos cuantos momentos.

— No me...— suspiró mirando a un punto fijo — no me gusta mostrar mis sentimientos, mucho menos cuando estoy triste, siento que me hace ver débil.

— Pero

— Y luego viene gente que ni siquiera le importas a preguntarte ¿Qué tienes? O la razón por la que estas llorando, solo porque son una bola de chismosos— soltó con sinceridad.

Renjun arrugo su frente para no llorar, pero esto fue en vano porque algunas lágrimas se le escaparon. No sabía que Jeno se sentía así. Solo estaba embarazado con las hormonas alborotadas.

— No lo dije para que llores— se acercó a Renjun y tomó los libros que se encontraban en las manos del castaño y lo volvió a dejar en su lugar para tomar a Renjun del rostro de manera delicada.

— No lo puedo evitar dijo con un puchero y los ojos brillosos por las lágrimas.

— No hables— ordenó Jeno quitando con sus pulgares las lágrimas que se encontraban corriendo por las mejillas de Renjun — y deja de llorar.

— Jeno— murmuro.

— ¿Qué pasa? — acarició las mejillas del castaño.

— Siempre me has importado— ánimo con una pequeña, pero sincera sonrisa.

— Claro, te importaba cuando era un patán y te golpeaba— dijo irónico.

— Sí, tienes razón, te odiaba— bromeo, aunque fuese verdad — Menuda forma de llamar mi atención, tomaré tu consejo.

— Oh cállate— dijo un poco avergonzado — Hice lo que pude.

— Sabes podrías haberme dicho— sonrió—: "hola, Renjun ¿Quieres ser mi amigo?" No golpearme, imbécil de mierda.

— Okey— alzó las manos — ahora te estas desquitando. Además, te veías caliente siendo rudo.

— ¿Sabes? creo que te sigo odiando— habló Renjun alejándose un poco del pelinegro.

— Oh, vamos. No me odies, amor— protestó intentado acercarse al castaño, pero Renjun retrocedía — No puedes odiar al padre de tu hijo.

— Lástima, ya lo hago— chillo cuando Jeno lo acorralo en la pared.

— ¿Y si hago esto, me odiaras más? — preguntó él pelinegro acercando su rostro al de Renjun.

— Hacer q-

Jeno no lo dejó acabar porque estampó sus labios. Renjun suspiró en medio del beso haciendo que el pelinegro gruñera. Enredó sus brazos en el cuello del mayor siguiendo aquel exquisito beso.



Una Llegada Inesperada | ♡ NoRen ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora