1 El Camino

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La noche era fría y oscura. El viento empujaba las velas del Perla Negra, la lluvia aumentaba la tempestad del océano cuyas olas hacían balancear el barco.

-Estamos a punto de llegar al puerto.- informó el maestre Gibs.- Es el fin de su camino, Capitán.- miró con nostalgia al pirata.

-Sigo sin creer que esto sea una buena idea- dijo el pirata contemplando la cuna con su bebé dentro.

-Será lo mejor, Jack- dijo el capitán Barbosa acercándose a la cuna.- Sólo así podrá estar a salvo y lo sabes-.

-Eso sí lo sé, me preocupa no poder volver a verla.- dijo Jack mientras acariciaba la mejilla de la pequeña.- Un padre jamás debería verse en una situación como esta, se supone que debo estar con ella-.

-Y lo estarás- le respondió su mano derecha, Gibs.- Pero lo primordial es que ella esté fuera de peligro, por esa misma razón estará salvo en el orfanato-.

-Pero claro que no, no quiero que la eduquen para que crezca con la idea de que solo podrá tener una vida si se casa.- respondió Jack con indignación está vez.- Quiero que ella misma decida su futuro, no la sociedad-.

-Podrá la sociedad ofrecerle una vida, pero el formar su camino, bueno.....- Dijo Barbosa acercándose a la bebé quién le sonrió.- Es su obligación hacerlo.

Jack dejó de mirar a su amigo para darse la vuelta y mirar a la pequeña quién dormía en sus brazos. La bebé abrió los ojos y sonrió al ver a su padre, Jack le devolvió la sonrisa para luego mirarla con tristeza.

-No puedo abandonarla.- dijo Jack mientras una pequeña lágrima caía de sus ojos.
-No sé cuánto pasará para que la vuelva a ver, quiero......que sepa que la amo y que siempre lo voy a hacer-.

-Puedes....escribirle una carta- sugirió Gibs.

-¿Una carta?,.....creo que podría servir-. contestó Jack.

-Debes darte prisa, porque casi llegamos- informó Gibs.

-Gracias, Gibs- respondió Jack para luego acercarse a él.- ¿Podrías sostenerla por mí?.- dijo entregándole a la bebé, Gibs lo hizo sin decir nada.

Jack se apresuró en tomar una pluma y papel para comenzar a escribirle una carta a su hija enviándole todo su amor esperando que en un futuro no se sintiera sola.

-No olvides decirle que su tío Héctor la ama con todo su corazón-. dijo el capitán Barbosa mientras observaba a su amigo escribir la carta a toda prisa.

-Ojalá y algún tu se lo digas en persona.- respondió Jack doblando la carta una vez que había terminado.

Jack colocó a su hija en una canasta dónde a lado suyo puso la carta. Cuando creyó que había terminado, sintió que todavía faltaba algo mientras miraba detenidamente la canasta.

-¿Algún problema, Capitán?- preguntó Gibs.

-¿Cómo se que la podré reconocer cuando sea mayor?.- se preguntó Jack en voz alta.- Necesito poder reconocerla de alguna forma-.

Todos miraron el suelo pensativos. Barbosa miró angustiado la ventana del camarote dónde entre las inmensas olas del océano se alcanzaba a ver el puerto de Save Martin, el lugar de destino para la bebé Sparrow.

Los ojos de Jack se agradaron al haber tenido una idea, tomó un pequeño cuchillo afiliado y se acercó a su hija. Y cuidadosamente trazó una pequeña X en la parte superior de su mejilla.

Gibs y Barbosa se acercaron a la canasta para contemplar lo que había hecho Jack, la bebé estaba llorando ligeramente por el dolor mientras habían pequeñas gotas de sangre que corrían por su rostro las cuales Jack se apresuró a limpiar con su dedo.

Piratas del Caribe (Maldiciones de Sangre).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora