Piratas del Caribe (Maldiciones de Sangre).

24 De lo que uno huye

*Narrador omnisciente*

Leviatán voló hacia el Triángulo del Diablo con Jack en su boca dónde su socia le esperaba, una vez que llegaron, Leviatán se postró en una roca y dejó caer a Jack.

El impacto con la roca golpeó fuertemente a Jack despertando lo.

-Buen trabajo- felicitó Amber al Leviatán mientras contemplaba a Jack en el suelo. -Sabía que tu lealtad hacia mí era más que pura-.

-¡Ya deja de hablarme como si fuera tu sirviente, bruja!- respondió Leviatán con fastidio. -Traje al pirata, ahora quiero mi daga-.

-Y la tendrás, te lo aseguro, estoy segura de que en un par de horas la testaruda de mi hija vendrá con ella si le digo que es lo único que me hará liberar a su padre-.

-¿Cómo....soy la carnada?- preguntó Jack desorientado.

-Solo para eso me sirves y de hecho si- dijo Amber con tono divertido.

Amber le hace una seña con la cabeza a Leviatán, a lo que entendió y ambos se alejaron para hablar.

-No estoy para nada interesado en tus macabros interés, pero....¿En serio confías en que la niña vendrá?- preguntó Leviatán con desconfianza.

-No te preocupes, conozco a mi hija, lo suficiente como para saber que ya perdonó a Jack, tu escuchaste sus agonizantes gritos y mencionando el despecho que tiene hacia mí, Jack es lo único que tiene ahora, confía en mí, ahora debe estar devastada por la noticia de su amiga y por la muerte de esa mujer, ahora es cuando está más vulnerable, si le digo que solo liberaré a Jack si ella me trae la daga, lo hará sin dudarlo-.

-Ambos sabemos que aunque la traiga tu no harás tu parte del trato-.

-Si, ¿Y cuál es el problema?-.

-Ella podrá ser ingenua pero no dudo en que no se dejará influenciar tan fácilmente, sabrá que es una trampa, sabrá que estás detrás de todo esto si sales como si nada a exigirle un precio por liberar al pirata-.

-No lo sabrá, dejaré que se decida, mi intención es que sepa que esto fué idea a mía, así ella sabrá lo que quiero, ella ya sabe como contactarme si eso quiere, para eso estaré lista, después de eso, consigo su alma, hago que mate a su padre con sus propias manos y tu consigues tu daga, todos ganan....bueno, nosotros dos nada más- Amber ríe con malicia.

Leviatán rodeó los ojos ante el insoportable humor de su socia.

-Si ella accede y si tu estás segura de eso, tan pronto como te entregue la daga, tráeme la- dicho esto, Leviatán despegó sus alas, tomó impulso y ascendió al cielo.

Amber se volvió hacia Jack quién ya estaba de pie.

-De verdad me decepciona el hecho de que me hayas traído, pero no porque me extrañaras- dijo Jack con humor.

-¿Extrañarte a ti?, ¿Después de lo que me hiciste?, ¡¿EN SERIO CREES QUE DESPUÉS DE HABER APARTADO A MI HIJA DE MÍ, YO HUBIERA QUERIDO VOLVER A VER TU CARA?!- dijo Amber con indignación.

Amber golpeó a Jack fuertemente en la cara, tirando lo al suelo.

-¡Yo la habría hecho perfecta!- continúa Amber enfurecida. -Ajena a toda esta apática e insensible civilización que ustedes conocen como humanidad, ella habría sido mejor que todos ustedes-.

-Tal vez, pero te diré algo, hacer la como tú no la habría hecho mejor- dijo Jack mientras se levantaba adolorido del suelo. -La cosa es que....Emily ya es perfecta, por que no es como tu ni como yo, ella es, temeraria, dulce, alegre, amable y una mejor persona que nosotros dos, ni siquiera puedo creer que ella sea mi hija, es demasiado buena como para ser nuestra y lo curioso es que ninguno de los dos ha hecho nada como para merecer la, por que esa es la verdad, no la merecemos, ella merece algo mejor que lo que somos-.