IV- Caliente/Frío

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No mentiría a nadie aunque el secreto existiera para sus adentros: Extrañaba su jacuzzi.

La sensación relajante en su cuerpo palpitar en el agua caliente y las burbujas golpear con su suavidad hacia su espalda era algo que necesitaba en esos días cansados que últimamente pasaba. Ser maestro de pico no era una tarea fácil en lo absoluto. 

Sin embargo, ¿Realmente ese mundo lleno de fanservice y tramas de esposa no habría algún pozo de aguas termales?

Solo había una manera de saberlo. 

— ¿Agua...caliente? — Liu Qingge estaba escuchando a Shen Qingqiu mientras practicaba contra un roído trozo de madera. Shen Qingqiu se disculpaba con la madre naturaleza en el nombre de su pareja. 

— Sí, algo como un...¿Pozo burbujeante?

Con una estocada, dio el golpe final destruyendo la madera por completo. —Creo que he visto algo así.—Dijo absorto mirando su objeto practica indigno de él. 

A Shen Qingqiu por su parte, se iluminó su mirada.—¡Liu shidi! Tenemos una nueva misión. 

—¿Hm?

— Se llama: Buenas merecidas vacaciones.

—Shen Qingqiu, ¿Acaso quieres evadir tus responsabilidades?

— Ah, Shidi, creo que no entiendes, ¿Cómo puedo hacer bien trabajo de maestro, si no tengo un día dónde pueda descansar?

Liu Qingge no relajó su rostro en lo absoluto, no se veía convencido. —¿Qué tan soberbio te has vuelto que crees que puedes dejar de entrenar?

—Podemos tener cultivo dual en los pozos termales. 

—Vamos, sube a Cheng Luan. 

Shen Qingqiu sonrió victorioso. 

*

Dicho y hecho, en efecto, esa era un área de pozos termales. No había gente por ahí, Shen Qingqiu pensó que era un desperdicio pero al final era más para él. Sin quejarse, se desvistió para ingresar al agua y sentir la agradable sensación relajar sus músculos. 

Ahh. Finalmente paz. 

Por lo menos lo que duró su tiempo a solas, por que cuando Liu Qingge lo acompañó se acercó peligrosamente hacia él. Se hizo un poco para atrás sorprendido, pero Qingge lo tomó de sus manos. 

—¿Qué pasa? —Preguntó con las mejillas abochornadas. 

— ¿No recuerdas? Estas no son vacaciones y me niego a descuidar nuestro cultivo. —dijo en el tono más austero y serio posible, clásico de él. 

—Ah, pero Shidi . . . ¡Espera! ¡Ah!

Bueno, Liu Qingge no era un hombre precisamente paciente, pero sí uno de palabra. 

Aun que debía admitirlo, las aguas termales fueron mejor de los esperaba. 

Flores en el Pico Bai Zhan | #LiushenWeek2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora