Capitulo 2

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Capitulo 2
Habla y calla

Era un poco absurdo si lo pensaba bien... El hecho de que por poco fue descubierto, que su relación "familiar" en cualquier momento pudo quebrarse por algo tan fácil como su adicción. Tan fácil y tan complicada de restregarse contra un sinfín de revueltas, de ponerlo contra la pared en una situación que no podría ser mejorada. Porqué así se sentía ahora, completamente atado de manos contra el umbral.

En silencio, sin poder quejarse por más que quisiera puesto que las palabras no salían, intentando averiguar en sus adentros como conllevar lo que estaba sucediendo. Uniendo hilos de horas que transcurrieron desde su declive y por supuesto, parando en dar vueltas toda su cabeza, frustrado obviamente.
Ser atrapado, atrapado por Jason con 'las manos en la masa'.

Indispuesto de aceptar que un error como ese sucedió en su guardia, pero que guardia ¿No? Agonizando en el suelo, murmurando a un falso dios de una religión que en su fondo pesaba por parte familiar más que creencia, y sobre todo a punto de rozar una línea que anteriormente ya había dado paso. No sabía si el hecho de que uno de los huérfanos le devolviera los pies en la tierra, recordándole que no estaba sólo en ese mundo era realmente algo de fe o suerte... ¿Considerando las opciones? Fue más bien una maldición.

Volviendo al presente el petirrojo refunfuño al notar una cuchara resplandeciente que se acercó a sus labios, dándose cuenta con rapidez a donde iba a parar todo eso. Estaba acostado en su cama; moviéndose en una mueca ostentosa y repudiándose por el simple hecho de tener que tomar del jarabe que no era nada del otro mundo, pero su sabor iba casi a lo enfermo. Peor aún saber quién era el que se lo daba, Dick a veces resultaba ser un gran dolor en el trasero. Tan molesto, tan irritante.

Y era su hermano... Bueno, al único que consideraba como uno en realidad.

— Damian, Alfred pidió que te tomarás la medicina, te va a ayudar — Grayson habló acercando aquel líquido espeso y casi asqueroso.

Negó con amargura, no estaba enfermo, no quería y no lo haría. Si tan sólo pudiera salir de ahí, pero... Distraer a su hermano sería algo complicado a final de cuentas, normalmente cuando se metía en el papel de "mamá gallina" —como mencionaría Jason—, nada podía sacarlo de su propio teatro.

— Little D.

Damian movió la cabeza rápidamente cuando volvió a llamarlo.

— No.

— Sabes que no te dejaré de molestar —él sonrió.

— Puedo lidiar con eso.

Sentía la mirada preocupada de Dick perforarle el rostro.

— Dami... —le insistió.

¡Rayos! Esa clara insistencia que daba el pie a que sería una dura discusión donde seguramente —y a sabiendas de todos—, el primer robin ganaría. Echándole en cara que él se preocupaba por su bienestar, por su hermanito.
Damian dudó y aguantó lo más que pudo antes de chasquear la lengua para abrir los labios. El jarabe pasó por su garganta con sutileza, llegando a su paladar con ese sabor agrío que fingía ser dulce y arrepintiéndose al instante de haber aceptado algo que no necesitaba. Aun así, ver el rostro de satisfacción en el contrario le hizo titubear de nuevo, verlo feliz lo hacía sentirse tranquilo... Muy en el fondo.

— ¿Ves? No estuvo tan mal

Gruñó. Grayson aprovechó para llevar sus dedos por las hebras del cabello de Damian, pasando cariñosamente hasta su mejilla en modo de compañía.

Cómo siempre lo hacía.

Por qué eso hacía Dick-hermano-Grayson.

Frunciendo el ceño casi por acto, el menor apartó la cálida mano de su rostro en clara advertencia. No le gustaba que Dick hiciera eso tan de la nada, que entrara en su espacio personal y le mostrara cariño. Sabía que él por instinto era así, desprendía tanta luz para los demás y siempre llegaba a sacrificar la propia, era por eso que Damian a veces sentía que le opacaba estando a su lado. Era fácil darse cuenta de eso, lo sabía y aun así su hermano mayor le seguía tratando con tanta paciencia.

Lazaro [Damian Wayne]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora