II

482 87 5
                                    

La primera etapa del plan de su padre había concluido tarde, la fiesta fue todo un éxito al dejar a la realeza agradecida por la amabilidad de Yuuji y su alegría que contagiaba al príncipe que era lo que realmente importaba.

Al finalizar la fiesta, Yuuji tuvo otra oportunidad de despedirse de su prometido, fue otra amena conversación indicando que lo pasaría a buscar por la mañana para poder desayunar juntos cerca del parque donde darían su primer paseo.

Había estado nervioso, más que antes. Ahora conocía su rostro y personalidad, y con aquella combinación habían aumentado la ansiedad del pequeño Yuuji. Dejo que el peluquero arreglara su cabello en una hermosa trenza que caía por su espalda, sus cabellos castaños se realzaban con la luz natural del día. En cambio, su vestimenta a simple vista era costosa pero cómoda, perfecta para un paseo con el calor del día.

Se miro en el espejo de su habitación y suspiro alegre de poder demostrar el poco atractivo que poseía. Las marcas bajo sus ojos aún lo hacían sentir inseguro, si alguna vez le hubiera gustado tener una marca de nacimiento, preferiría que fuera un lugar donde fuera fácil de ocultar, no es su rostro.

Relamió sus labios.

Nuevamente tendría que arreglárselas para poder conquistarlo con su personalidad.

Tres toques en la puerta de su habitación fue suficiente para ser abierta y mostrar al mayordomo que con un saludo de cabeza le indico que el príncipe lo estaba esperando en el salón. Entusiasmado tomo un último respiro y salió en búsqueda de su prometido. Se adelanto al mayordomo y bajo las escaleras tan rápido que los sirvientes que lo vieron temieron que se cayera y se rompiera el cuello. Al llegar al salón lo primero que diviso fue a Gojo Satoru con una mirada aburrida observando el cuadro que colgaba sobre la chimenea, detrás de él en los asientos estaban los reyes.

-Buen día-saluda realizando una reverencia.

Al levantar la mirada nota como los ojos del príncipe estaban puestos en él, pero ahora mostraban diversión.

-¿Vienes de cazar?-fue lo primero que pregunto Gojo.

Frunció el ceño ante la incoherencia de su pregunta.

-Tu padre nos conto sobre las continuas salidas de caza que realizan en este pueblo-se explico-. Me sorprendió que lo hicieras.

Yuuji miro fugazmente a su padre que yacía cerca del pequeño bar que había en el salón. Seguramente lo había dicho para sorprenderlo, pero eso lo molesto, él jamás había salido a cazar nunca le había gustado. Además, su padre y Choso no lo llevaron en sus continuas expediciones.

-Claro-dijo sin emoción-, una experiencia única.

Ambos sonrieron, pero Yuuji noto como la sonrisa del príncipe no llegaba a sus hermosos ojos.

Todos comenzaron a ponerse en marcha, Yuuji a un lado de Gojo y los reyes hablando únicamente con su padre. Ya en el parque, noto lo silencioso del príncipe a su lado con respuestas en monosílabos, pensó que tal vez era por la estúpida idea de su padre de impresionarlo con algo tan vulgar como cazar a inocentes criaturas del bosque.

-Tengo que confesar algo-comento logrando que al fin los claros ojos de Gojo se posaran en los suyos.

-¿Quieres escapar?-fue la respuesta que obtuvo.

-¿Disculpe?

Gojo miro en la dirección de sus padres y la guardia real que los custodiaba para luego tomar el brazo de Yuuji y correr por entremedio de la gente, viéndolos como si se trataran de algún tipo de broma.

El joven por su parte no podía dejar de sonreír por la osadía del príncipe. Al detenerse, ambos agitados, Gojo observo por donde seguir escapando, el tiempo que le quedaba era reducido por el profesionalismo de la guardia real, sin embargo, Yuuji fue quien corrió llevándose con él al príncipe que lo siguió sin decir una palabra.

AFECTO - JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora