Capítulo 20

1K 54 22
                                    

Franco se quita el sombrero y se limpia el sudor con un poco de agua antes de entrar en lo que fue su despacho. Ese monstruo tuvo la valentía de creerse el dueño de la hacienda, lo hizo con Doña Gabriela y no dudó en entrometerse en la vida de Sarita y sus hijos. No le gusta para nada esa reforma y pasará un tiempo antes de que vuelva a ser lo que era, Irene le dijo que sus cosas están en el cobertizo, Demetrio le ordenó que las tirase sin que Sara lo supiese pero la empleada fue incapaz, y Franco se lo agradeció enormemente.

No todo fue malo, gracias a eso, Jimena encontró los papeles, quizás no fue una buena idea esconderlos tras la pared, pero no podía permitir que Sara los encontrase, hubiese hecho cualquier cosa para sacarlo de allí, no podía permitir que su esposa pagase por sus errores.

- ¿Patrón?- Gonzalo se encuentra en la puerta, siempre respetó a ese hombre, por eso se prometió que protegería a su esposa y sus hijos hasta con su propia vida si hubiese sido necesario.- Tiene visita.

- ¿De quién se trata?- Franco se encuentra con una foto en uno de los cajones, uno de los pocos muebles que se libró de la reforma. Pasa la mano por el cristal, tiene un poco de polvo, seguro que Sara la escondió para no sufrir más.

- Su hermano Juan, su esposa, el viejo Don Martín y Doña Gabriela. Le esperan en la sala.

- Vale, voy enseguida, gracias.

Franco cierra la puerta del despacho, pronto volverá a su antiguo negocio, hablará con los abogados para quitarles algo de trabajo; necesita volver a ser el de antes lo más pronto posible, por él, por su familia y por el bebé que están esperando.

Franco cierra la puerta del despacho, pronto volverá a su antiguo negocio, hablará con los abogados para quitarles algo de trabajo; necesita volver a ser el de antes lo más pronto posible, por él, por su familia y por el bebé que están esperando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- ¡Familia, qué agradable sorpresa!- Franco abraza a su suegra y después a su cuñada, estrecha la mano de su hermano mayor, deja a Don Martín para el final.- ¿A qué se debe esta inesperada aunque bonita visita?

- Llevamos tiempo sin vernos a pesar de que vivimos prácticamente pegados, no quiero que pasen tantos días sin que al menos nos veamos una vez a la semana.- responde Gabriela al ver cómo esa casa vuelve a ser un hogar de amor y felicidad, no volverá a cometer el mismo error, prefiere estar sola que conocer a otro tipo que quiera engañarla, manipularla y herir a su familia.

- Tienes toda la razón. Me disculpo por haberestado alejado y ocupado, quería retomar el negocio de las empresas, a pesar deque Óscar ha podido colaborar, ha sido mucho que revisar. Podemos volver a reunirnos los domingos, ¿Qué os parece? 

- ¡Una idea estupenda! Juan David y Muriel regresan en unos días, podemos darles una fiesta de bienvenida en nuestra hacienda.

- Y Andrés creo que vendrá para las vacaciones con Albin, tenemos que aprovechar al máximo las buenas noticias, que nunca se sabe.

Todos se echan a reír, Don Martín no ha vuelto a soñar con pajarracos, últimamente duerme todas las noches y está más animado, sobre todo porque Dominga va a verle cada vez que puede

Hacia la eternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora